A Ruth no le gustó demasiado y al resto de la gente que vio el estreno está por comprobar si sí o si no, pero no se puede negar que el primer capítulo de ‘Águila Roja’ en La 1 ha resultado ser todo un éxito: más de cinco millones de espectadores y un 26,4% de share. Está visto que TVE ha recuperado el pulso y la conexión con la audiencia.
Habrá que ver si este triunfo arrollador (Telecinco se fue hasta el 12,3%, ‘El Mentalista’ se quedó en el 7,1% y sólo Antena 3, con ‘El Peliculón’ subió por encima del 15%) se mantiene en siguientes capítulos. La serie, por un lado, tiene algo positivo: que se olvida del libro de estilo de Globomedia, se deja de costumbrismos disfrazados y apuesta por el folletín de aventuras.
Pero también es cierto que sus anacronismos resultan muy forzados y que hay determinados aspectos de la producción que no acaban de funcionar. Además, a veces parece como si alguien hubiera decidido que Antonio Resines sigue soñando y ahora ha trasladado a su familia serrana al siglo XVIII. Me temo que hay cierta tendencia en la ficción española televisiva (especialmente en la de algunas productoras) a rodarlo todo igual.
Pese al éxito del primer episodio, las primeras críticas que se están leyendo por la red no son demasiado halagüeñas, así que la apuesta puede salir rana. En todo caso, estaría bien que si ‘Águila Roja’ fracasa nuestras televisiones no se olvidaran de que se pueden hacer series que no siempre transcurran en a) hospitales/consultas de médicos b) juzgados/comisarías de policía o c) pequeños pueblos/barrios problemáticos.
Vía | Tutele
En ¡Vaya Tele! | Águila Roja está desplumada