‘Torchwood’ es una serie que, a pesar de sus defectos, me gusta. Sí, puede que no tenga los mejores diálogos, ni los mejores efectos especiales ni la mejor producción (esos monstruos de plástico dan más risa que otra cosa), pero es una serie entretenida y que, si no le das más importancia de la que tiene, sirve para pasar el rato. Por eso me ha sorprendido, y bastante, lo mucho que ha mejorado la serie en la tercera temporada (denominada ‘Torchwood: Children of Earth’) y el cambio que ha pegado en general.
La serie tenía dos grandes retos de cara a su tercera temporada. El primero, conseguir adaptarse bien a su nuevo formato: tan sólo cinco episodios y emitiéndose uno cada noche durante una semana. A la vista de las audiencias, que han doblado las de temporadas anteriores también en parte al traslado a la cadena principal BBC One, parece ser que el nuevo formato ha convencido. El segundo reto, algo más complicado, era conseguir reponerse después del sorprendente final de la segunda temporada, cosa que también han logrado sin mucha dificultad. Ojo, a partir de aquí vienen muchos spoilers.
En el final de la segunda temporada perdíamos a dos de los protagonistas, por lo que estaba claro que los protagonistas absolutos de esta nueva entrega serían solamente Jack, Gwen e Ianto. Tan sólo ellos quedan en Torchwood y son los que tendrán que enfrentarse a una nueva y misteriosa amenaza cuando todos los niños del planeta, al mismo tiempo, comienzan a decir extrañas consignas que anuncian la vuelta de alguien a la Tierra.
Los extraterrestres, conocidos como "los 456", quieren un 10% de la población infantil mundial. Un trabajo ideal para Torchwood, podríamos pensar, pero todo se complica cuando el propio Gobierno de Gran Bretaña, y para evitar que salgan a la luz acontecimientos pasados, encarga acabar con Torchwood y sus integrantes. Ahí comienza toda la acción, con Jack queriendo ayudar sin que le dejen, Gwen huyendo con su marido e Ianto recurriendo a su familia, que tan sólo ve de vez en cuando.
A medida que la trama avanza, cada vez se va volviendo más oscura. Esto es algo que personalmente echo de menos en otras series británicas como ‘Doctor Who’ (aunque en este caso aún voy por comienzos de la segunda temporada) o ‘Robin Hood’. Los responsables de ‘Torchwood’ no se han cortado esta vez y hay escenas bastante duras y sorprendentes. Un claro ejemplo lo tenemos cuando Mr Frobisher, el encargado de negociar con los extraterrestres, se niega a entregar a sus dos hijas como le pide el Gobierno para aparentar de cara a la opinión pública. Arma en mano, entra a la habitación donde están ellas y su madre. Se escuchan tres disparos. Silencio. De nuevo, otro disparo.
Frobisher no es el único que tiene que hacer sacrificios. Mientras que él se sacrifica a sí mismo y su familia para huir, Jack también se ve obligado a tomar una difícil decisión. Puede salvar al mundo, pero para ello tiene que hacer otro sacrificio. Y digo otro porque, en un final de episodio bastante épico, es Ianto el que muere por el veneno que sueltan los extraterrestres, con Jack sin poder hacer nada a su lado. Ahora, Jack debe decidir: la vida de otro de los suyos o salvar el mundo. Después de tomar una de las decisiones más difíciles de su vida, y muy afectado por las pérdidas que ha sufrido, Jack huye.
Si le tuviera que buscar algo negativo a toda la temporada, me quedaría con lo fácil y rápido que lo resuelven todo al final. También hubiera estado bien ver la reacción de la gente al gobierno y al ejército que les ha traicionado. Pasamos de ver al ejército llevándose a los niños a, de pronto, todo abrazos y buenas maneras. Sí, se han salvado de la amenaza extraterrestre, pero han conocido lo peor de sí mismos. Este aspecto no se llega a aprovechar, ya que no hay tiempo para más.
Lo bueno, en cambio, sería la maduración de la serie, ahora mucho más oscura, pero con mucho más nivel en su producción y una música que pega perfectamente con el estilo épico de la miniserie. A destacar también que el hecho de reducirla a miniserie parece haber funcionado, con un caso general y común a los cinco episodios y desmarcándose del formato “caso de la semana”.
Por ahora, no se sabe si habrá cuarta temporada. Muchos dicen que, tras el final, esto parece una “series finale” más que otra cosa, pero viendo que la audiencia ha respondido muy pero que muy bien, yo ya no lo tengo tan claro. El mismo Russell T. Davies ha confirmado que ya tiene pensada la continuación y que sólo espera la luz verde de la cadena. ¿Cómo evolucionará el personaje de Jack? ¿Quiénes se unirán al equipo de Torchwood? Hay tantas preguntas... Yo sólo pido que, si nos dan otra nueva temporada, siga el estilo que ha tenido ‘Children of Earth’.
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