Conforme se acerca el 31 de octubre, el nerviosismo es palpable entre el sector televisivo. No parece que las negociaciones entre los estudios y el sindicato de guionistas (WGA) vayan a ninguna parte, aunque todavía hay tiempo para que se llegue a un acuerdo en el reparto de los beneficios por las ventas en DVD y los contenidos para Internet y teléfonos móviles. Sin embargo, ya hay quien empieza a ponerse en lo peor y a intentar dilucidar qué pasará si los guionistas van finalmente a la huelga en plena temporada televisiva y antes de los barridos de audiencias de noviembre, que las cadenas estadounidenses emplean como orientación para averiguar qué programas están funcionando.
Por lo pronto, las series nuevas van a ser las que más sufran. Muchas de ellas apenas habrán emitido seis episodios y, como mucho, tendrán otros dos o tres listos para su emisión. El WGA ha dejado bien claro a los guionistas que también son productores ejecutivos de sus series que la huelga afecta a todas sus funciones en el programa, por lo que éste quedaría totalmente parado. El resultado es que, probablemente, las series de estreno terminaran sus temporadas antes de final de año, algo que algunos ejecutivos no ven con malos ojos teniendo en cuenta los discretos datos de audiencia que están obteniendo. Incluso se plantean que esas series ya no regresen más a las parrillas. Borrón y cuenta nueva.
Las series cuyo estreno está previsto para principios del año que viene tienen un futuro un poco más halagüeño. Puede ser que, tras un par de meses con las parrillas tomadas al asalto por los realities, la audiencia responda bien ante los programas de midseason y éstos terminen salvando la temporada a las cadenas. Sin embargo, lo que éstas más temen es que se reproduzca la misma situación que se dio en 1988, la última vez que los guionistas fueron a la huelga, durante 22 semanas. El conjunto de las cadenas perdió bastantes espectadores que luego no volvieron.
Sin embargo, lo que apuntan algunos medios estadounidenses es que, a pesar de que ambas partes están, de momento, enrocadas en sus propuestas, ninguna quiere realmente una huelga. La audiencia televisiva no para de caer ante la competencia de las nuevas tecnologías, y el precedente de esa fuga de espectadores durante la última huelga lleva a que tanto estudios como guionistas teman las consecuencias que un paro de larga duración pueda tener en su trabajo. Al fin y al cabo, los dos sectores viven de la audiencia.
Vía | IGN En ¡Vaya Tele! | Los guionistas de Hollywood amenazan con una huelga