A finales del año pasado, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, propuso que la televisión pública, TF-1, tuviera prohibido emitir anuncios a partir de las 8 de la tarde. Su propuesta se hizo efectiva el pasado 5 de enero, aunque aún debe ser aprobada por el Senado, y tanto TF-1 como sus canales France 2,3,4 y 5 han empezado a eliminar la publicidad de su programación nocturna.
Sin embargo, los trabajadores de la cadena no están conformes con la medida, y ya han convocado varias jornadas de huelga para protestar e intentar que el Senado no la apruebe oficialmente. Si esto ocurre, TF-1 estará libre de publicidad en 2011, pero sus empleados argumentan que esto sólo favorecerá a las cadenas privadas, que se beneficiarán de un aumento de la publicidad.
Lo más interesante de las protestas de sindicatos y oposición es su creencia de que la prohibición de la emisión de anuncios en la televisión pública no hará otra cosa más que favorecer el control de Sarkozy sobre ella, ya que sería el gobierno quien se encargaría de la financiación de la cadena con dinero recaudado a través de los impuestos.
Las protestas de los sindicatos se dirigen también hacia el recorte de puestos de trabajo previstos por el plan, y a los nuevos canon que gravarán televisores, ordenadores y teléfonos móviles donde pueda verse la televisión, y que constituirán parte de la financiación de la televisión pública francesa.
Vía | Variety
En ¡Vaya Tele! | Una televisión pública sin anuncios