Resultado: cuatro niños ingirieron por error lejía, una niña se hizo un esguince y otra se quemó cocinando. Ninguno de estos incidentes fue grave, pero la madre de esta última niña decidió presentar una queja por posibles actos abusivos contra los niños y violación de las leyes sobre el trabajo de menores. La queja no ha prosperado, la cadena dice que no ha violado ninguna ley y siguen adelante los planes de emisión del reality. Por supuesto, la CBS se cubrió bien las espaldas haciéndoles firmar una cláusula en el contrato por la que los padres renunciaban a presentar cualquier tipo de demanda contra la cadena.
No seré yo quien defienda esta ida de olla de programa, pero en este caso lo que más me asombra es la alegría con la que los padres no dudan en meter a sus hijos en un reality show. Y todo por 5000 dólares que ha cobrado cada niño ¿Pensaban que les estaban enviando a un campamento? Después del salto se puede ver una promoción del concurso, que verdaderamente tiene algún momento muy El señor de las moscas que resulta un poco terrorífico.
Vía | Los Angeles Times