La televisión británica está envuelta desde hace una semana en una controversia que ha alcanzado unas dimensiones tales, que incluso ha llevado a que algunos parlamentarios expresen su opinión al respecto. Con el principio de la séptima edición de 'The X Factor', uno de los programas más exitosos del Reino Unido, que ha dado a luz a Leona Lewis, los seguidores que veían los primeros castings empezaron a quejarse en Twitter de que las voces de algunos participantes estaban modificadas empleando Auto-Tune, un programa que permite pulir las imperfecciones de las actuaciones, y de cuyo abuso se ha acusado también muchas veces a 'Glee'.
La actuación de la discordia en el primer programa fue la de Gamu Nhengu, versionando "Walking on sunshine", de Katrina and The Waves. Escuchando atentamente, se notan por ahí un par de cosas ciertamente un poco extrañas, como muy automáticas, o que pueden achacarse también a los nervios del directo, pero que iniciaron todo el jaleo actual y la sensación entre muchos seguidores del programa de que los están estafando, manipulando las actuaciones en directo de los concursantes.
En el Reino Unido se preguntan cuál es el punto de ese posible uso del Auto-Tune en lo que se vende como un concurso musical al que cualquiera puede presentarse, esperando que su talento sea reconocido. Los productores del show reconocen que utilizan "técnicas de post-producción" porque se emplean muchos micrófonos, y explicaban al diario The Telegraph que "los jueces toman sus decisiones durante el proceso de audiciones basándose en lo que escuchan ese día, en directo en el estudio. El material grabado es después editado y doblado en el programa terminado para ofrecer la experiencia más entretenida posible a los espectadores".
Por mucho que nos insistan en que los realities son "la vida en directo", también están sujetos a un guión y a la influencia de sus responsables para orientar el resultado final hacia un lado que les permita conseguir más audiencia. Pero no quita para que haya gente que pueda sentirse engañada. A pesar de su fugaz y discreto paso por España, 'The X Factor' es un fenómeno en el Reino Unido, con una versión alemana estrenada hace una semana y un salto inminente a la televisión estadounidense de la mano de su creador, Simon Cowell (razón por la que dejó 'American Idol'). Es más una enorme maquinaria promocional, que fabrica números 1 de la lista de ventas navideña de discos en el Reino Unido, que un programa de televisión, pero quizás sus responsables han olvidado que primero fueron lo segundo.
Vía | The Guardian En ¡Vaya Tele! | 'Factor X': musical o reality
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