Ya desde el upfront de la CBS, en mayo, Kid Nation era su estreno para la nueva temporada más polémico. Es una especie de vuelta de tuerca al concepto de Supervivientes, sólo que los participantes son 40 niños, con edades comprendidas entre los 8 y los 15 años, que se fueron a un poblado fantasma en Nuevo México para empezar desde cero una sociedad propia. El programa, ya grabado previamente durante 40 días a principios de 2007, muestra como los niños son divididos en cuatro grupos, que desempeñan diferentes labores, y hay una especie de consejo del pueblo en el que se exponen y se solucionan los problemas.
A lo largo del verano, Kid Nation no paró de generar las más diversas polémicas, desde las acusaciones de explotación infantil hasta las denuncias de que algunos de los participantes habían resultado heridos durante la grabación, denuncias que motivaron una investigación del estado de Nuevo México. Asimismo, teniendo en cuenta que se trata de un reality show, había un considerable temor a que, buscando más emoción e interés, se editara de tal manera que algunos niños aparecieran como los malos del programa (algo que se hace en todos los realities, incluyendo Gran Hermano, con la salvedad de que sus concursantes son todos mayores de edad).
Finalmente, Kid Nation se estrenó ayer miércoles y, por lo que se desprende de las críticas aparecidas hoy, el primer programa estuvo dominado por un tono más cercano a La tribu de los Brady que a El señor de las moscas. Hubo quien lo vio "bastante tranquilo, si no un poco soso", como Maureen Ryan, del Chicago Tribune, y en TV Squad creen que "no estuvo a la altura de toda la controversia" creada a su alrededor. Robert Bianco, del USA Today, despacha el tema diciendo directamente que hubo "mucha expectación, ningún entretenimiento", y que la CBS condiguió crear una polémica mejor que el programa real.
Lógicamente, en cualquier programa en el que los niños sean el principal objeto de interés, y sobre todo niños anónimos sin ninguna experiencia ni contacto previo con el mundo de la televisión, surgen los recelos ante la manipulación que las cadenas pueden hacer de ellos. Esto, por otro lado, es terreno abonado para que las televisiones construyan sus campañas publicitarias apelando a esa controversia, aunque sea indirectamente, sabiendo que la polémica hará que a los espectadores les pique la curiosidad. La CBS ya siguió esta táctica el año pasado, al anunciar que dividiría a los concursantes de Supervivientes por grupos étnicos, lo que luego no resultó ser exactamente así. Al final, los que son manipulados son los espectadores.
En ¡Vaya Tele! | La polémica del primer reality show con niños, Survivor: La Isla de las Razas