No tengo ningún reparo en reconocer que yo fui de las que critiqué muchísimo a ‘Harper’s Island’ en su día, esta apuesta “de miedo” que se sacó de la manga la cadena americana CBS para intentar demostrarnos que no toda su programación se basaba en procedimentales. Nos prometían una serie de intriga y acción, cuando en realidad los primeros episodios mostraban más bien lo contrario. Por suerte, y a la vista de los más recientes, parece que está remontando el vuelo.
En la serie, una pareja joven vuelve al lugar de origen de él, una misteriosa isla que hacía años se vio sacudida por misteriosos y violentos asesinatos, para casarse. Cuando ellos y su grupo muy dispar de amigos llegan al pueblo, vuelven a comenzar los asesinatos. En los primeros episodios tuvimos que aguantar mucho material de relleno con la organización de la boda, para después tener cinco minutos de acción al final de cada capítulo, en el que desaparecía algún personaje de forma más o menos cruel. El principal problema es que estas desapariciones no afectaban para nada a la dinámica de la serie, misteriosamente nadie se enteraba, así que al siguiente capítulo volvíamos a empezar desde el mismo punto. De nuevo temas de la boda, y de nuevo misterioso asesinato al final.
¿El resultado? Aburrimiento total, y no sólo mío, sino de la audiencia americana. Tal fue el fracaso que la cadena decidió desterrarla a los sábados, y estoy segura de que este cambio de horario se debió a que la serie ya tenía los 13 episodios grabados y la habían promocionado por activa y por pasiva, porque en otras circunstancias la habrían retirado directamente de parrilla. Afortunadamente no ha sido así, y con el paso de los episodios vemos como la serie va despegando.
El salto de calidad puede apreciarse desde el séptimo capítulo. La boda por fin pasa a un segundo plano y comienzan a dar importancia a la historia de fondo relacionada con el misterioso asesino. Los personajes entran también por fin en el juego que en los trailers nos habían prometido y, aunque aún existe alguna que otra laguna en la historia, se puede decir que finalmente ha comenzado a ser la serie que nos quisieron vender en su día y que, por fin, engancha. Si el octavo episodio hubiese sido el piloto, estoy segura de que la serie habría tenido otra acogida.
Al principio pensaba que el hecho de que la serie fuera tan descafeinada era porque no sabían muy bien cómo llevar el argumento, en el sentido de que puede ser difícil mantener a un grupo de personajes aislados en una isla hoy en día, aunque en los últimos episodios han solventado bastante bien todas las dudas que pueden inquietar al espectador. Con la muerte del padre de Trish por fin la historia coge ritmo y los personajes se dan cuenta de que están siendo cazados uno a uno, y que tienen que hacer algo por evitarlo. ¿Cómo evitar que hagan lo que todos haríamos en su caso, es decir, salir de allí aunque fuera hasta nadando? Muy fácil y a la vez muy bien pensado: secuestran a la niña y amenazan con matarla si alguien abandona la isla.
De hecho, hasta apetece hacer teorías sobre quién es el posible asesino. Está claro que optarán por cualquiera de los que el espectador ha descartado desde el primer momento, así que yo ya tengo dos posibles candidatos. El primero, el protagonista. Sí, tiene cara de niño bueno, pero sería el candidato ideal que cumple perfectamente lo anteriormente comentado y que además dejaría a todos boquiabiertos. El segundo, el chico inglés con novia al más puro estilo Paris Hilton. Quizás otro de los que nadie sospecha por cómo han presentado el personaje, y candidato ideal si los responsables no han querido arriesgar con mi primera opción.
Pero no nos equivoquemos. ‘Harper’s Island’ sigue siendo una serie entretenida más, con ese nuevo punto de intriga y misterio que hace que desees que llegue el siguiente capítulo, aunque el argumento, guión y demás características técnicas sigan siendo del montón. Un ‘Aún sé lo que hicisteis el último verano’ por capítulos, sí, pero ahora al menos con acción, intriga y cliffhangers que te hacen esperar con impaciencia el siguiente episodio.
La única pega es que ya es demasiado tarde. Mucha gente, y no les culpo, se dio por vencida tras los primeros episodios. El problema de que la serie haya pasado desapercibida no es que sea muy buena y que la gente se la esté perdiendo (para mí, como ya he dicho, es entretenida y poco más), sino que la CBS ha encontrado la excusa perfecta para defender su actual modelo televisivo, plagado de procedimentales sin sustancia y con apuestas poco arriesgadas. Así que, por desgracia, ya sabemos lo que nos espera por parte de la cadena en el futuro.
En ¡Vaya Tele! | ‘Harper’s Island’: sangre demasiado escondida