Desde hace dos temporadas, parece haberse extendido una corriente de opinión, cada vez más generalizada, entre los otrora fans de ‘Cómo conocí a vuestra madre’. Coincidiendo con la segunda temporada de ‘The Big Bang theory’, que representó un notable salto cualitativo y de repercusión para la serie, se ha puesto de moda comparar ambas comedias y sentenciar que, mientras Sheldon y compañía son los nuevos “niños bonitos” de la comedia joven estadounidense, los de CCAVM son muy irregulares, están de capa caída y se encuentran un peldaño por debajo de los geeks creados por Chuck Lorre.
Sé que, en este punto, nunca podremos ponernos de acuerdo, y mientras yo creo que TBBT no es para tanto (aunque es cierto que Sheldon Cooper es un gran personaje) y que el factor novedad pesa mucho en su favor, sigo pensando que CCAVM es una de las mejores comedias en la parrilla actual, que siempre intenta que sus personajes no se dediquen sólo a soltar chistes y que sigue con sus juegos temporales y su esfuerzo por no tirar demasiado de los recursos tradicionales de las sitcom. Claro que es muy difícil que dé siempre en el blanco y que mantenga el mismo nivel en la quinta temporada. Ni tótems sagrados de la comedia americana actual, como ‘30 Rock’ y ‘The Office’, pueden hacerlo, y CCVAM también es susceptible de tener capítulos menos logrados y momentos más irregulares. Pero no creo que sean tantos para empezar a escribir su epitafio.
CCVAM tocó techo en la segunda temporada, encadenando una serie de episodios memorables por lo logrado de sus gags, la evolución que mostraba de sus personajes y la originalidad de muchos momentos. Es un estándar muy alto para juzgar el resto de la serie, y reconozco que en algunos momentos no ha sabido estar a la par. Sin embargo, están manejando bien el mejor aprovechamiento de Robin (que es tan divertida y estupenda como Barney, y a veces hasta más), el ligero desarrollo emocional de Barney (muy complicado de realizar bien sin estropear lo que lo hacía grande al principio) o el retrato creíble del matrimonio Lily-Marshall (con algunos momentos sensacionales).
En cinco temporadas no puedes mantenerte arriba por efecto de una moda, sino por tus propios méritos. El mejor activo de CCAVM es el conjunto de sus personajes y cómo pasan por cosas con las que resulta sencillo identificarse y acordarse de que tú pasaste en su momento por algo parecido. A pesar de su reciente nominación al Emmy a la mejor comedia, CCAVM no tiene unas audiencias espectaculares y parece que, dentro del bloque de comedia de los lunes de la CBS, es un poco el “patito feo” porque le toca el peor horario, el primero. Siempre ha dado la sensación de que la cadena da un poco por supuesta su buena marcha (es TBBT la que se beneficia del lead-in de ‘Dos hombres y medio’, por ejemplo), como si se olvidara de que ella allanó el camino para que la audiencia joven la viera con otros ojos y se animara a darle una oportunidad a Sheldon, Penny y Leonard.
Somos muy rápidos encumbrando y defenestrando a las series que nos gustan (y que ya no nos caen en gracia). Yo no creo, ni por asomo, que ‘Cómo conocí a vuestra madre’ sea peor que ‘The Big Bang Theory’ y, de hecho, esto no es una competición. Al final, acaba siendo cuestión de gustos. Y a mí los que me gustan más son los chicos del MacLaren’s.
En ¡Vaya Tele! | La consolidación de ‘The Big Bang Theory’ y ‘Cómo conocí a vuestra madre’