A estas alturas de mayo y con los upfronts a la vuelta de la esquina, podemos afirmar que ‘FlashForward’ está casi sentenciada de muerte. Los datos que consiguió el pasado jueves, con poco más de cuatro millones de espectadores y quedando incluso por detrás de ‘The Vampire Diaries‘ en los demográficos, no arrojan muchas esperanzas de que una de las grandes promesas para esta temporada vuelva el próximo otoño.
Se habló hace unas semanas de que el éxito de la serie a nivel internacional y el bajo coste de producción podrían dar el indulto a la serie de la ABC, pero datos como estos resultan tan insostenibles que me cuesta mucho pensar en una remota salvación por parte de la cadena. La lástima es que esta caída de audiencia coincide, curiosamente, con el gran salto cualitativo que se produjo tras el parón, cuando las tramas y los misterios avanzaron de forma vertiginosa.
Lo cierto es que tenía muy pocas esperanzas de que ese parón “para mejorar los guiones” fuese a resultar efectivo, pero lo han conseguido hasta el punto de que actualmente es mi serie imprescindible de los viernes. A un espectacular primer episodio post-parón del que ya os hablamos por aquí, le han seguido varios capítulos muy reveladores, con avances argumentales, escenas de acción y giros de trama que han imprimido ritmo a una serie condenada al aburrimiento.
Simón Campos se ha postulado como eje central de la historia, responsable de forma indirecta del desmayo mundial, y su huída en el último capítulo apunta a que su personaje será vital a la hora de evitar un segundo “blackout”. Por su parte, Janis pasó de ser agente del FBI a topo infiltrado para más tarde convertirse en agente doble; un personaje que también promete tener mucho que decir en los próximos episodios, y más después de saber (alerta de spoilers) que en el próximo capítulo le será encomendado matar a Mark Benford (fin de spoilers).
Por fin le han preguntado a Charlie de qué conoce a D. Gibbons, y ante la repulsa que este personaje producía en los espectadores no han dudado en cargárselo aun a pesar de que se postulaba como el malo malísimo de la serie. Su muerte se produjo el mismo día en que se suponía que debía morir Demetri, probablemente el episodio de mayor acción y tensión hasta la fecha, que se saldó con la salvación del agente Noh pero que, dejadme que dude, creo que morirá en los próximos capítulos.
En la recámara quedan las historias secundarias; la de Olivia con Lloyd, que finalmente parece que llegará a buen puerto; por otro lado, Bryce y Nicole, el primero con su cáncer en remisión y la segunda sin contarle que ha localizado a la chica que vio en su “flash forward”. Y por último, la de Aaron y Tracy, esta última secuestrada por Jericho y con su padre buscándola en Afganistán (personalmente, pienso que es la historia más prescindible de toda la serie).
El futuro de la historia se plantea interesante. El próximo jueves por fin llegamos al 29 de abril y veremos si finalmente las visiones se cumplen en mayor o menor medida, aunque ya sabemos que el futuro se puede cambiar pero que el universo intenta corregirse a sí mismo. O al menos sabemos que hay futuro hasta 2016, momento en que la pizarra de Gibbons terminaba con un claro “The End”. En caso de renovación (mis ganas), aquí se encuentra el futuro de la serie.
En ¡Vaya Tele! | ‘FlashForward’ no convence a la audiencia tras su regreso
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