Su nombre es Nothing but the truth y su mecánica es muy sencilla: un concursante se somente a la prueba del detector de mentiras, si el polígrafo confirma que ha dicho la verdad en las 21 preguntas que se le plantean, gana medio millón de dólares. ¿Dónde está entonces el morbo inherente a cualquier programa de polígrafo que se precie? En el tipo de preguntas, por supuesto, que tendrán un grado de intimidad y privacidad creciente: desde ¿Te gusta tu suegra? hasta ¿Has engañado alguna vez a tu mujer?, pasando por ¿has mentido para conseguir un trabajo? o ¿te preocupa realmente el hambre en África? Lo raro es que, con lo que nos gusta aquí un polígrafo, ninguna cadena se haya interesado aún por versionarlo. En España hemos tenido programas con polígrafo a famosos, ultimamente desaparecidos (supongo que se quedarían sin famosos, había alguno que se había sometido ya tres o cuatro veces con resultados dispares, incluso), y programas con polígrafos a anónimos para resolver conflictos familiares (el inolvidable La hora de la verdad). Pero esto del concurso es una nueva vuelta de tuerca.
Ya me estoy imaginando cómo podría ser en Antena 3: galas de tres horas los domingos en prime time, Jaime Cantizano presentándolo, cámaras enfocando a la familia mientras el concursante confiesa que ha engañado a su mujer... En Telecinco, igual pero con Jordi González como presentador.
Vía | The futon critic