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Pedante, engolada, artificiosa y todo lo que queráis. Pero ‘Dawson Crece’ ha sido una de las pocas series en tomarse en serio la adolescencia en televisión y no sólo para hacer un culebrón con el que enganchar al público más joven.
Obviamente, con un punto de partida tan básico como el “un grupo de amigos en el momento de la vida en que todo cambia“, sólo se podía dar vida a un melodrama. Pero aun menospreciado y desgastado por el mal uso, el género también puede servir para crear grande obras audiovisuales.
‘Dawson Crece’ lo es y gran parte de culpa la tiene su creador, Kevin Williamson. En el momento en que apareció la serie por primera vez, que el nombre de Williamson estuviese ligado a ella fue una sorpresa: era el guionista de ‘Scream’, el film con el que Wes Craven había recuperado lo mejor del cine de terror adolescente y palomitero. ¿Qué pintaba ese tipo, el mismo que había dirigido ‘Sé lo que hicisteis el último verano’ en un relato de iniciación?
En realidad, lo que hizo Williamson es aquello a lo que aspiran muchos aspirantes a escritor: contar su vida de juventud (que siempre parece la más interesante) poniendo en boca de otros personajes todo lo que él pensaba o sentía. No es casualidad que el protagonista, Dawson, fuese un aspirante a director de cine y que, encima, estuviese colgado por la serie B y el terror. Pero el guionista llegó más lejos: se impuso sus propias barreras.
Uno de los puntos más criticados de la serie es que sus personajes no hablaban como adolescentes reales. En realidad, puesto que ninguna serie consigue que los adolescentes parezcan reales, Williamson decidió tomar distancia y crear unos diálogos que se movían entre lo teatral y el cine clásico: gracias a ellos y a esa expresa verborrea pedante (una de las actrices, Michelle Wlliams, confesó que siempre tiraba de diccionario cuando le tocaba ensayar los guiones), ‘Dawson Crece’ está llena de réplicas punzantes, frases lapidarias y un enfoque muy característico.
En realidad, casi nada de lo que contaba la serie era novedoso, ni tampoco lo pretendía. Sólo que estaba mejor enfocado que en otros dramas adolescentes: las tragedias se contaban atravesadas por un humor negrísimo que les quitaba hierro; la desorientación vital de los personajes lo mismo servía para hacerles sufrir que como escudo frente al mundo; el sexo era un tema omnipresente, pero se servía en su justa medida: sin tapujos y sin excesos.
Quizás el mayor acierto de ‘Dawson Crece’ fue conseguir que los tópicos sonaran naturales a base de forzarlos. Williamson cogió lo que tantas veces se nos había contado mal y creó personajes absolutamente irreales. Cómo consiguió no ya que parecieran verosímiles, sino que algunos nos viésemos reflejados en ellos, es algo que aún no he logrado entender, porque supongo que el talento es, en última instancia, inexplicable.
Y aunque los protagonistas principales fueran otros, lo que nunca podré olvidar es la relación entre Pacey Witter (Joshua Jackson, hoy en ‘Fringe’) y Andie McPhee (Kerr Smith Meredith Monroe). Sólo con la mitad de “realidad” que tienen ambos personajes, otras series de la misma temática pasarían de ser insufribles a divertidas.
Repito: pedante, engolada, artificiosa y todo lo que queráis. Pero también una de esas series que si te pillan en el momento adecuado, lo cuentan todo sobre ti.
Ficha Técnica: Dawson Crece
Pedante, engolada, artificiosa y todo lo que queráis. Pero ‘Dawson Crece’ ha sido una de las pocas series en tomarse en serio la adolescencia en televisión y no sólo para hacer un culebrón con el que enganchar al público más joven.
Obviamente, con un punto de partida tan básico como el “un grupo de amigos en el momento de la vida en que todo cambia“, sólo se podía dar vida a un melodrama. Pero aun menospreciado y desgastado por el mal uso, el género también puede servir para crear grande obras audiovisuales.
‘Dawson Crece’ lo es y gran parte de culpa la tiene su creador, Kevin Williamson. En el momento en que apareció la serie por primera vez, que el nombre de Williamson estuviese ligado a ella fue una sorpresa: era el guionista de ‘Scream’, el film con el que Wes Craven había recuperado lo mejor del cine de terror adolescente y palomitero. ¿Qué pintaba ese tipo, el mismo que había dirigido ‘Sé lo que hicisteis el último verano’ en un relato de iniciación?
En realidad, lo que hizo Williamson es aquello a lo que aspiran muchos aspirantes a escritor: contar su vida de juventud (que siempre parece la más interesante) poniendo en boca de otros personajes todo lo que él pensaba o sentía. No es casualidad que el protagonista, Dawson, fuese un aspirante a director de cine y que, encima, estuviese colgado por la serie B y el terror. Pero el guionista llegó más lejos: se impuso sus propias barreras.
Uno de los puntos más criticados de la serie es que sus personajes no hablaban como adolescentes reales. En realidad, puesto que ninguna serie consigue que los adolescentes parezcan reales, Williamson decidió tomar distancia y crear unos diálogos que se movían entre lo teatral y el cine clásico: gracias a ellos y a esa expresa verborrea pedante (una de las actrices, Michelle Wlliams, confesó que siempre tiraba de diccionario cuando le tocaba ensayar los guiones), ‘Dawson Crece’ está llena de réplicas punzantes, frases lapidarias y un enfoque muy característico.
En realidad, casi nada de lo que contaba la serie era novedoso, ni tampoco lo pretendía. Sólo que estaba mejor enfocado que en otros dramas adolescentes: las tragedias se contaban atravesadas por un humor negrísimo que les quitaba hierro; la desorientación vital de los personajes lo mismo servía para hacerles sufrir que como escudo frente al mundo; el sexo era un tema omnipresente, pero se servía en su justa medida: sin tapujos y sin excesos.
Quizás el mayor acierto de ‘Dawson Crece’ fue conseguir que los tópicos sonaran naturales a base de forzarlos. Williamson cogió lo que tantas veces se nos había contado mal y creó personajes absolutamente irreales. Cómo consiguió no ya que parecieran verosímiles, sino que algunos nos viésemos reflejados en ellos, es algo que aún no he logrado entender, porque supongo que el talento es, en última instancia, inexplicable.
Y aunque los protagonistas principales fueran otros, lo que nunca podré olvidar es la relación entre Pacey Witter (Joshua Jackson, hoy en ‘Fringe’) y Andie McPhee (Kerr Smith Meredith Monroe). Sólo con la mitad de “realidad” que tienen ambos personajes, otras series de la misma temática pasarían de ser insufribles a divertidas.
Repito: pedante, engolada, artificiosa y todo lo que queráis. Pero también una de esas series que si te pillan en el momento adecuado, lo cuentan todo sobre ti.
Ficha Técnica: Dawson Crece
- Título Original: Dawson’s Creek
- Género: Melodrama adolescente
- Emitida en España: Canal+
- Disponibilidad DVD: Estados Unidos: todas las temporadas. En España: las tres primeras
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Título Original: Dawson’s Creek
Género: Melodrama adolescente
Emitida en España: Canal+
Disponibilidad DVD: Estados Unidos: todas las temporadas. En España: las tres primeras
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