Obituarios en televisión: el amarillismo se puede evitar

En las últimas horas, hemos vivido unos cuantos fallecimientos de personajes famosos y con ellos se ha confirmado la tendencia que ya habíamos notado últimamente: el amarillismo y lo peor del periodismo rosa han contagiado a todos los demás ámbitos, incluso a los informativos.

Es curioso que tanto en los casos de Michael Jackson y Farrah Fawcett lo que más tiempo ha tenido en antena hayan sido sus escándalos. Y no hablo de que eso se haya dado en programas habitualmente acostumbrados a este tratamiento informativo: a mí me da igual que ‘Gente’ en La 1 o ‘Sálvame’ en Telecinco dediquen su tiempo a sacar trapos sucios de personas que acaban de morir. Bueno, no me da igual, pero es su estilo y ya sé a qué me atengo si los veo.

Ahora, ¿de verdad lo más importante de la vida de Michael Jackson o de Farraw Fawcett han sido sus asuntos escabrosos? ¿Se hicieron famosos por ellos y no tienen nada más que recordar? Tampoco estoy diciendo que se caiga en los “elogios porque sí”, pero, hombre, sí que haya un poco de equilibrio, en función de los méritos reales de quienes han muerto: ¿o tienen más importancia las operaciones de cirugía, los juicios no celebrados y los golpes recibidos que las películas en las que actuaron o las canciones que compusieron?

Creo que de tanto buscar la fórmula mágica del infotainment, de tanto necesitar las imágenes más impactantes para abrir los informativos, quienes los editan y eligen el tratamiento informativo de determinados temas se han acabado contagiando del resto de las parrillas y su “¿qué suceso podemos destripar hoy?”. Aquí hay mucho tomate, demasiado.

Vía | La Tele Que Me Parió
En ¡Vaya Tele! | Barajas: La información de sucesos en directo y el exceso

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