Serge Halimi lo enfoca desde el punto de vista de la "nueva censura", una "censura sin censores", bajo la tésis de que la mejor forma de desinformar es contar muchas muy diversas de forma desestructurada. De esta forma, se hace perder la referencia al espectador de lo que es importante y lo que no.
Sin embargo, yo no lo veo tanto desde ese punto "conspiranóico". Creo que es más una cuestión de televisión comercial y de rentabilidad. En un Curso de Verano celebrado en Mallorca este año, los principales responsables de informativos de las distintas cadenas nacionales (estaban Pedro Piqueras, Gloria Lomana, Mamen Mendizábal, Iñaki Gabilondo por vídeo... de la mano de Pedro J. Ramírez) se afirmaba que "los informativos de televisión ofrecerán cada vez más contenidos sociales, en detrimento de la política, y tendrán que asumir el lenguaje visual, la agilidad y la espectacularidad de los programas de entretenimiento, porque no pueden renunciar a la dictadura de las audiencias". Es decir, lo que prima no es la infomación, sino lo que dé mejores resultados de audiencia...
Lo que me pregunto es qué ocurrirá cuando a algún lumbrera se le pase por la mente que quizás alargar media horita más "Aquí hay tomate", adelantar "Channel nº4" o poner otro episodio de Los Simpson da más audiencia que poner un informativo.