El thriller de espías se disfraza de documental político en 'Navalny', trepidante película ganadora del Óscar que está en HBO Max

El thriller de espías se disfraza de documental político en 'Navalny', trepidante película ganadora del Óscar que está en HBO Max

Veneno en la sangre

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Navalny

Uno hace mal si se plantea el documental de otra manera diferente a la que lo hace una película de ficción. La etiqueta de "basado en hechos reales" es eso, una etiqueta para indicar que hay una base real, pero lo que vas a ver es una historia. Una historia contada por gente, con su propia perspectiva.

No necesariamente verdad, aunque sí verdadero para quien lo cuenta. Tener esas cosas en mente es fundamental, no por tener la guardia puesta a lo que te cuentan, sino para apreciar el cómo se desarrolla la historia.

En ese aspecto, el de contar la historia, el documental de 'Navalny' cumple bastante bien su cometido. Tampoco hay motivos para dudar de la veracidad de lo que cuenta, aunque suene tan estrambótico que en una película de ficción nos sonaría a chifladura del guionista que no se le ocurrió nada mejor.

No obstante, la fuerza de su propuesta está en cómo empieza como documental político para convertirse en un relato de espías de baja escala pero consecuencias notables.

Actualización 16/02/2024: Alekséi Navalni ha muerto en prisión a los 47 años de edad, tal como informa la Agencia Efe.

Veneno en la sangre

Navalny

En HBO Max podemos ver esta película dirigida por Daniel Roher que fue galardonada con el Premio Óscar en la categoría de documental (una predecible victoria viendo el clima político que vivimos).

Nos cuenta la historia de Alexei Navalny, el activista político que se ha colocado como principal fuerza a nivel popular en oposición al gobierno de Vladimir Putin en Rusia. A través de su trabajo en las calles y en canales de Internet como YouTube se ha encargado de denunciar la corrupción y abusos del Estado.

La notoriedad de Navalny es innegable, y cree que eso le da suficiente protección ante un ataque ordenado por el mandatario. Sin embargo, en un vuelo de Siberia hacia Moscú cae gravemente enfermo y es trasladado de manera express a un hospital cercano.

Su familia y su equipo empiezan a mover cielo y tierra para que sea trasladado a un centro de otro país, ya que empiezan a haber indicios de que ha sido envenado. Algo que, en efecto, confirman autoridades alemanas al detectar Novichok (un agente químico poderoso que ataca al sistema nervioso) en su sangre.

Tanto el proceso para moverlo del hospital ruso como la investigación posterior que Navalny y su equipo realizan junto a un periodista de datos ruso para revelar quién le envenenó y cómo es contado con la intriga además del ritmo propios de un thriller de espionaje. Bourne de escala mínima ante varios ordenadores, que Roher cuenta de manera espléndida, grabando momentos que resultan casi inverosímiles por su mezcla de lo metódico y la torpeza.

'Navalny', thriller político tan estrambótico como imprescindible

Una mezcla que, por otro lado, no es la primera vez que se nos presenta. Mismamente el documental 'Ícaro', que expuso la trama rusa realizada para realizar un dopaje deportivo sistemático de cara a los Juegos Olímpicos, tenía ese punto de disparate que, por otro lado, parecía muy bien calculado. 'Navalny' emplea armas similares, haciendo una presentación adecuada del trasfondo político.

No obstante, tiene sus limitaciones. Tener un acceso tan amplio a este protagonista va a condicionar en parte el retrato que puedes hacer de él. Hay claros aspectos loables en la campaña política de Alexei, pero está lejos de ser una figura perfecta.

Daniel Roher trata de encontrar pequeños espacios donde mostrar los claroscuros de un opositor cuya principal ideología es "sacar a Putin como sea", incluso aunque sea aliándose con fuerzas fascistas, y sus ideas para cambiar Rusia no parecen tan concretas como muestra sobre el papel.

Mal haría Roher presentando aquí a un mártir intachable, simplificando un problema de gran magnitud y complejidad como es la política rusa. No obstante, sabe que tiene una figura maligna tan poderosa que es inevitable mostrarlo como rival a combatir.

Con esos elementos es fácil construir un thriller tan intrigante como este, aunque el final se aleje por completo de la euforia del triunfo que cabría esperar de una película de ficción.

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