Si hay un punto a favor que parece tener la emisión semanal contra la disponibilidad de una temporada entera de golpe es, sin duda, la curva de acogida que tiene una serie y la capacidad de pasar de ser discreta a uno de los éxitos del verano. HBO lo sabe bien y el último ejemplo ha sido 'The White Lotus'.
Una ficción que, literalmente, surgió de la necesidad de rellenar la parrilla. Cuenta Mike White, su creador, que la propuesta para hacerla le llegó en un momento en el que decidió hacer un viaje sin rumbo por el oeste de Estados Unidos. En pleno proceso de navegar por una depresión pandémica, recibió un correo de HBO pidiéndole una miniserie. El COVID-19 había dejado a la cadena con un hueco en la programación que debían cubrir como sea.
Quizás por eso sea por lo que la cadena premium estadounidense no se ha preocupado demasiado en generar ruido. Su estreno el pasado 11 de julio apenas tuvo expectación, con una promoción estándar (un par de tráilers, alguna imagen) y sin muchas ganas de molestar. Si funcionaba, pues un tanto para ellos. Si no, el estreno era lo suficientemente discreto como para poder barrerlo bajo la alfombra.
Una serie de perfil bajo
De hecho, el mayor aliciente, además de contar con Connie Britton y Jennifer Coolidge entre otros, era más para la crítica que para el público. Mike White fue responsable en esa misma casa de 'Iluminada' ('Enlightened'), una serie protagonizada por Laura Dern que, si bien tuvo un buen recibimiento entre los críticos, acabó siendo cancelada por sus bajos datos de audiencia tras su temporada 2.
Así que podríamos pensar perfectamente que HBO se la ha jugado a la carta de "serie de prestigio", sabiendo perfectamente que muchas de sus series necesitan un tiempo (de reposo para algunos, de espera para otros) para que se empiece a habar de ellas. No es, desde luego, el primer caso de estas características
Si una serie es buena, el boca a boca logrará convertirlos en éxito. De hecho, esta pasada primavera pudimos ver una evolución similar con 'Mare of Easttown'. La gran diferencia (y de hecho se nota al mirar las tendencias) es ese ruido previo que tenía la miniserie de Kate Winslet.
Porque, por lo demás y con sus diferencias, la acogida es similar. Esa curva de audiencia (o de interés general en la ficción) que despega después del tercer episodio, cuando ya todo el mundo habla de ella y no solo los cuatro gatos (reconozcámoslo) de nuestra burbuja de "tele Twitter". Un par de semanas después del estreno ha sido cuando esto ha crecido.
Mike White y su equilibrio en el retrato de los ricos como fórmula del éxito
Más allá de estar hablando del boca a boca causante de todo esto, hay que reconocer que 'The White Lotus' es una de esas series que necesitan un poco de margen para hacerte a ella ya que también hay una curva de aprendizaje con sus personajes. Al igual que con 'Succession', el encontrarte de golpe y porrazo ante un mundo de ricachones haciendo cosas de ricos es difícil... pero White sabe que hay algo ahí que nos apasiona.
Este ingrediente de la fascinación por la opulencia a la que hay que agregar un reírse sin tapujos de su modo de vivir, de sus propios egoísmos y reyertas absurdas mientras que en la serie se tocan (incluso por boca de ellos mismos) sobre privilegio, conciencia de clase, injusticia y desigualdad.
Una lucha entre riqueza y clase, o relación entre los que son ricos y los que no lo son que White lleva ya un tiempo explorando en sus últimos trabajos como 'Qué fue de Brad' o 'Beatriz at Dinner'. Sus personajes son gente que "podrían" hacer algo, pero no lo hacen. En palabras de White:
«Con este proyecto, pensé que sería interesante intentar meternos en las cabezas de gente que tienen más dinero y un poco más de poder. Esta es gente que podría hacer algo sobre la desigualdad. Quería intentar entender por qué no quieren hacer algo sobre ello y por qué van a la defensiva y lo que usan para justificar ser autocomplacientes y con miedo al cambio.»
La "magia", por así decirlo, de White es la de presentar a estos personajes de una manera creíble. Más como tu vecino de cuenta corriente muy abultada en vez como los Roy de 'Succession':
«No quería que la gente que vea la serie sea capaz de decir "¡Ese es el malo!, yo soy el bueno." Quería que viesen a los ricos y que pensasen "Ese soy yo... soy esa persona. He dicho esas cosas. He estado a la defensiva de ese modo." (...) Con 'The White Lotus' quería que fuese más como ese vecino de al lado rico que es parte del sistema.»
Y esa, aun no habiéndome convencido del todo la serie, creo que es la clave. El haber encontrado ese equilibrio (promesa aparte de tener un misterio) logra que esos personajes vayan calando poquito a poco hasta ganar al espectador. Al igual que 'The White Lotus'.
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