La ficciones sobre el cine y el proceso de hacer cine suelen ser café para muy cafeteros. Muchas veces se plantean desde la sátira extrema para que su proceso de mirada tras las cámaras no se quede en mero ejercicio masturbatorio para aquellos interesados en cómo se hace la salchicha. Algunos, deciden emplear la sátira, pero sin tirar por la exageración hilarante que la haría accesible, pero optan por algo realmente interesante.
Esto se aproxima un poco a lo que nos espera con 'Irma Vep', una singular pieza de metacine que llega ahora al formato televisivo para seguir metiendo la daga en el costado de la industria cinematográfica. Que ahora vaya a ser una serie de streaming abre interesantes posibilidades para su discurso, aunque es cierto que la película original de Olivier Assayas sigue teniendo un magnetismo asombroso. Y con el estreno de la serie ahora podemos disfrutar del largometraje también en HBO Max.
Cuando el cine te chupa la sangre
La premisa ya muestra sus complejas ambiciones. Seguimos a la actriz china Maggie Cheung, interpretando a una versión ficticia de sí misma que se incorpora a una modesta producción francesa que quiere hacer un remake de un clásico de los primeros años del cine como 'Los vampiros', añadiendo un irreverente toque de cine de autor post-Nouvelle vague. Una oportunidad prometedora, pero el rodaje no tardará en desvelar sus problemas y sus peculiares condiciones.
Assayas emplea esta historia para satirizar el proceso de creación en el cine europeo -incluyéndose a sí mismo en caso de ser necesario-, a veces muy pagado de sí mismo y tratando de sentirse parte de una vanguardia y una integridad que hace tiempo les dejó atrás. Los dardos están bien tirados, aunque el cineasta emplea complejos mecanismos en la estructura y la narración que hacen elusivo su discurso.
Elusivo, pero también muy interesante. 'Irma Vep' hace que lo metanarrativo no devore toda la película gracias a su exploración de las complejidades emocionales de varios de los actores involucrados en el rodaje. Sus historias cruzadas van soltando interesantes detalles sobre sus perspectivas y cómo su visión del cine se distorsiona en torno a lo que experimentan.
'Irma Vep': identidad distorsionada
Particularmente interesante es el retrato que realiza de Maggie Cheung -que se entrega por completo ofreciendo otra de sus magistrales interpretaciones-. Su personaje es una sugerente oportunidad de explorar el arte de la actuación, cómo altera y enturbia la propia identidad, especialmente cuando tu experiencia te lleva de un lado a otro, pero también te arrincona en espacio solitarios. El compromiso por la interpretación termina resquebrajando barreras necesarias para mantener la integridad psicológica, haciendo todo el proceso una especie de vampirismo emocional y figurado.
Que Assayas se haya salido con la suya con una película tan atrevida y radical quizá podría poner en duda que realmente sea tan afilada como pensamos. Pero 'Irma Vep' encierra muchas ideas fascinantes e incómodas sobre el propio cine, y las entrelaza de maravilla con un torbellino emocional sugerente y poco obvio. Su manera de resultar punk desde elementos complejos y desafiantes la mantienen como una joya singular, casi irrepetible. Le daremos, eso sí, el beneficio de la duda para intentar replicarlo con su serie para HBO.
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