Una noche, mientras escribía la segunda temporada de 'Chewing Gum', Michaela Coel decidió darse una pausa y salir a tomar algo. A la mañana siguiente, empezaron a venirle truculentos recuerdos: alguien había drogado su copa y la había asaltado sexualmente.
«Me llevó dos años y medio escribirlo y no hice ningún otro trabajo», confesó la actriz y escritora afroeuropea a BBC Radio 1. El fruto de esta experiencia es 'Podría destruirte' ('I May Destroy You'), la excelente y necesaria serie de HBO y BBC cuyos doce episodios ya podemos disfrutar al completo tras su emisión semanal.
Escrita, protagonizada y codirigida por Michaela Coel, la ficción se configura como una entramada exploración del trauma y las mútiples y complejas ramificaciones que surgen a la hora de sobrevivir. No estamos ante algo que es blanco y negro. Lo bueno y lo malo, la causa y el efecto resultan conceptos algo obsoletos en la vida de Arabella, la protagonista de la serie.
Una protagonista que, por cierto, no despierta demasiadas simpatías de primeras. Coel diseña a Arabella como una mujer famosilla de redes sociales dispuesta a ser voz de su generación gracias a un exitoso pdf, consumidora de drogas, fiestera y algo egocéntrica. Es joven y no tiene por qué dar explicaciones de su día a día.
Pero hay algo, en lo que al final de ese primer episodio Arabella tiene su epifanía, que nos invita a seguir su viaje. Yo diría que es una combinación entre la fuerza de la naturaleza que es Coel como actriz y lo tremendamente prometedor que, a esas alturas de la serie, se veía el guion. Se notaba algo maduro, pensado y afinado hasta la perfección con unos primeros acordes que venían a ser una obertura para una obra maestra.
Una catarsis de doce dosis
«Ha sido terapéutico escribir sobre ello, y ha transformado activamente una narrativa de dolor en algo con más esperanza, e incluso humor», afirmó Michaela Coel en 2018 durante un discurso de cincuenta minutos ante la crème de la crème de la industria televisiva británica.
La mayoría del discurso giró en torno al racismo, sexismo y clasismo de la misma y la guinda fue la revelación de su propio asalto sexual y la poca respuesta de la industria para manejar una emergencia de estas características cuando hay trabajo que hacer a contrarreloj.
Consciente de que esta historia tan personal, tan unida a lo más profundo de su ser, no podía contarse de otra manera, hizo lo que pocos han hecho hasta ahora: renunció a un lucrativo adelanto de un millón de dólares con Netflix. Necesitaba poder controlar todo y no estaba dispuesta a vender la historia.
«No soy anti-Netflix, pero soy pro "el creador, guionista, director, actor deberían probablemente tener UN derecho"», afirma la creativa. Con BBC ese derecho lo tenía, y con HBO de coproductores se aseguraba además un lanzamiento internacional. Con plena libertad, Coel perfiló a Arabella, creó su historia y con ella nos ha regalado doce soberbios episodios.
La complejidad del trauma
'Podría destruirte' se vende como un drama sobre el consentimiento. Y sí, lo es, al menos en parte: Arabella y sus amigos Terry (Weruche Opia) y Kwamee (Paapa Essiedu) navegan con su sexualidad y sufren situaciones del amplio espectro del consentimiento y el asalto sexual, incluyendo violación.
Lo primero que se deja claro en la historia de Arabella es que el trauma no define a una persona. Todo el primer acto de la serie rema en este sentido. Hay una historia vital que debe continuar. Hay que seguir trabajando, hay que seguir viviendo... y, mientras, hay que denunciar, intentar hallar al agresor, hacer examen de conciencia.
Pero dejarlo solo como "drama sobre consentimiento", cultura de violación y millenials wokeys es quedarse muy en la superficie. Es honesta y no trata ni de centrarse en el concepto de víctima ni de redimir las actuaciones pasadas y futuras de la protagonista ni sus amigos.
Porque la serie se construye con capas y capas de subtexto, de tal forma que seguramente es imposible pillar todo a la primera. He visto la serie dos veces (vi diez episodios antes del estreno y durante su emisión la he vuelto a ver), y he descubierto detalles nuevos y sutilezas que no vi.
Y tengo la sensación de que si la viese por tercera vez, descubriría más cosas. Comenta Alberto Rey en El Mundo, que la experiencia femenina es vital para conectar de forma absoluta con el drama y sospecho que tiene razón. De que por mucho que 'Podría destruirte' me atrape, me alucine y me deje sin palabras, Coel habla directamente al corazón del público femenino.
Son doce episodios que se sienten como un tremendo huracán. Como una operación sin anestesia en el que la cirujana remueve por dentro, muestra su trabajo y sales de la operación sin saber bien qué te han hecho, pero con la sensación de que todo va a ir bien. De que lo que no mata hace más fuerte.
Michaela Coel no se pliega ante nadie en su discurso, consciente de todas las presuntas contradicciones que pueden tener su protagonistas y que, en el fondo, tenemos todos. Ha realizado una de las series más potentes de 2020, y puede que de los últimos años. Es contundente, visceral, perturbadora, cruda... es como la vida. Imperfectamente perfecta.
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