Se está perdiendo el bello arte del cine para padres. Ese entretenimiento con sus propios géneros, del thriller movido a la comedia romántica adulta, que se vendían a audiencias maduras con una capa más sofisticada, aunque no necesariamente más inteligente que el blockbuster familiar. Ese con el que hacer una escapada al cine, pero también es perfecto para las tardes de fin de semana tras tomarse un arroz.
Cada vez van quedando menos ejemplos de esa clase de cine en nuestras carteleras, con los dramas de época ingleses como último bastión de resistencia. Y por supuesto, ya no hay estrellas que puedan liderarlos. No hay gente como Harrison Ford, que puede liderar un buen thriller para padres sin despeinarse y convertirlo en todo un peliculón. No hay mejor ejemplo de su habilidad en este género que 'El fugitivo'.
Yo no he sido
Ahora que Ford está de nuevo en carteleras, aunque sea en su faceta más familiar y de franquicia con 'Indiana Jones y el Dial del Destino', no es mal momento para recordar ese periodo donde era el rey absoluto del thriller para padres, brillando junto a otro titán del género como Tommy Lee Jones. Un entretenimiento excelente que se puede ver a través de HBO Max.
Adaptando la serie de televisión de los sesenta de mismo nombre, Ford da vida al doctor Richard Kimble, acusado injustamente del asesinato de su esposa. La vida del reputado cirujano se desmorona por completo por culpa de un hombre manco, pero escapará para intentar demostrar su inocencia, a pesar de que tendrá al sector más implacable de la policía siguiéndole los talones.
Que la película no esconda aspectos más pulp como lo del hombre manco como sospechoso muestra que su condición de cine espectáculo no es precisamente más elevada que otros blockbusters. Pero la ejecución de Andrew Davis siempre resulta elegante a la par que contundente, con la intriga bien manejada a lo largo de diferentes situaciones y escenarios que probablemente darían para su propio episodio.
'El fugitivo': duelo trepidante
'El fugitivo' nunca deja de sentirse como una película pura y dura, y por eso perdura todavía como un thriller de primer nivel que cualquiera puede disfrutar. A ello contribuye enormemente el gran duelo entre Ford y Jones, cada uno en su bando pero tratados con suficiente mimo y madurez, haciendo que sea fácil querer seguir a ambos aunque sepamos de la inocencia del acusado.
La película sabe toca bien temas que inquietan al público adulto de la época, como el miedo trastoque repentino de la comodidad doméstica o a la persecución implacable por parte de las autoridades estatales. Empleando una fórmula de thriller infalible, crea una experiencia trepidante desde el primer minuto hasta el último. Porque se puede ser predecible, y aun así emocionante, algo que muchos thrillers fabricados con algoritmo en la actualidad no consiguen resolver.
En Espinof | Las mejores películas de intriga y suspense de la historia
Ver 10 comentarios