En las últimas semanas se han ido acumulando una serie de blockbusters que, ya sea de manera directa en el título o desde las promesas en la promoción, se venden como la primera parte de un final. Dicho de otro modo, la conclusión se ha partido, ya sea por intención artística, intereses comerciales o una mezcla de ambas. No es nuevo, ya nos asoló una ola parecida hace más de diez años, aunque en aquellos casos no tendían tanto hacia lo que podríamos denominar como "coitus interruptus".
Es posible que se haya revitalizado esta conducta a raíz del fenómeno de 'Vengadores: Infinity War', además de las ganas de los grandes estudios de no dejar morir a sus franquicias para explotarlas un poco más. La cuestión será si las películas que tienen que terminar las sagas harán un gran espectáculo final asombroso o uno más complaciente pero adecuado. Si miramos aquella ola de películas finales partidas, probablemente nos esperen muchas de las modestamente satisfactorias. Muchas como 'Harry Potter y las reliquias de la muerte: Parte 2'.
Hora de morir
Ahora mismo buena parte de Hollywood aspira a que sus franquicias terminen de pie como lo hizo esta mágica historia de fantasía. Irónicamente, es un final que la propia Warner se ha negado a aceptar, ya sea en forma de spin-off fallido con los 'Animales fantásticos', los intentos de adaptar 'El legado maldito' que sigue más allá del final estipulado o con la recién anunciada serie para HBO Max, plataforma donde se puede ver en streaming esta película.
Después de una primera parte donde David Yates se atrevía a experimentar con diferentes tipos de película (una de atracos al inicio, un tramo notable de animación y un buen trozo de supervivencia casi post-apocalíptica), la segunda parte del final de 'Harry Potter' trata de ofrecer el espectacular enfrentamiento final contra el villano Voldermort. Aquí, desde luego, no hay espacio para más experimentos.
Es por ello que 'Las reliquias de la muerte - Parte 2' tiene un esquema mucho más convencional, con el esperado regreso a Hogwarts, la formación de ejércitos enfrentados y la esperada conclusión de los varios arcos que tienen tanto el personaje de Daniel Radcliffe como los secundarios. En ese aspecto cumple, no se puede negar que ofrece algo narrativamente satisfactorio.
'Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 2': fin de la magia
Aunque no se puede negar que hay algo excesivamente rígido en todo lo que ofrece.Aquí se dan tanto un tercer acto transformado en película de más de dos horas y como una cima del progresivo oscurecimiento de la imagen que la saga ha ido teniendo desde la entrada de Yates, con su consecuente sobrecarga digital (aunque en esta clase de película es casi necesaria). Todo eso elimina parte de la emoción desaforada que debería ofrecer como gran final.
Es un mal que realmente es común en sagas o trilogías de todo tipo, donde la última entrega debe dejar todo atado y dejar un sabor final de viaje recorrido a gusto. Pero esta deja un sabor algo menos especial y más funcional, y es consecuencia directa de partir esta historia en dos partes. Ahora ya sabéis que se puede esperar más o menos de los blockbusters con segunda parte de dentro de un año o dos.
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