Él sólo quería cantar y triunfar como actor en esa jungla salvaje que es Broadway, pero su entorno familiar, especialmente su padre, insiste en que tiene otro destino esperándole: ser el anticristo y provocar el fin del mundo para castigar a la humanidad en un torrencial despliegue de caos y sufrimiento. Difícil elección, pero materia prima de lujo para hacer una serie, especialmente una de animación para adultos.
Llora por un pobre diablo
'Poble diablo' se estrenó hace unos meses en HBO Max, siendo una de las producciones originales más estupendas que ha sacado en lo que llevamos de año. Con el chanante equipo de Miguel Esteban, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla en la creación, esta serie española tiene mucho del desternillante humor que les caracteriza pero bien replanteado y actualizado.
El viaje de Stan (je) permite al trío creativo hacer sus idiosincráticas reflexiones sobre la vida moderna, mostrando un mundo lleno de precariedad, capitalismo tardío, desapego social, incels y también actores desesperados. Un mundo que quizá valga la pena cuestionarse si merece ser salvado, con la amenaza del apocalipsis siempre flotando, aunque la serie se guarda alguna sorpresa en ese aspecto.
El estilo visual de la serie continua de manera adecuada lo mostrado en los tiempos de 'Muchachada Nui', con secciones como Enjuto Mojamuto, aunque se logra distinguir con todas sus referencias diabólicas y cinéfilas, con 'La semilla del diablo' a la cabeza. Sus chistes y su reparto de voz también convencen, manteniendo esos dejes tan suyos hacia situaciones y referencias distintas que muestran que no se han estancado. El trabajo vocal tan castellano, contrastado con una ambientación tan de cine americano, ofrece una dualidad que recuerda a los doblajes realizados en secciones como Retrospecter/Mundo viejuno.
No sólo tienen una habilidad fabulosa para la referencia y capacidad para hacer el chorra de manera inteligente. La serie guarda puñetazos emocionales como ese episodio 7, que se separa de la trama principal pero comparte inquietudes sobre el mundo que vivimos. Y logra hacer un sobrecogedor relato autoconclusivo sobre la vida y sobre lo que mejora todo con el amor de un gato.
Son esos momentos los que hacen de 'Pobre diablo' una sorpresa más que agradecida, que entiende el medio animado como un formato estupendo. Lejos de otras series del estilo, que quieren pasarse de listas en sus referencias o vulgarizarse al extremo para sacar risas fáciles. Esta "chanantada" ofrece una diversión espléndida y refrescante que merece ser destacada.
En Espinof | Las mejores series de 2023
