Si una película tan fallida como 'Hacia la libertad' demuestra algo (demuestra muchas, pero realmente nos importa esta) es que Antoine Fuqua no tiene tanta habilidad para el drama "elevado" o de prestigio y sí más para un entretenimiento adulto con tendencia a lo thrash. La película funciona mejor cuando se va dirigiendo al survival más urgente y hasta chabacano, lo cuál no es frecuente.
Esto es constante en su carrera, con muchas películas marcadas por una esencia de cine B que realiza con bastante pulso y carácter. No siempre sale, claro, porque tiene cierta irregularidad. Mismamente la reciente 'Infinite' sigue doliendo a los ojos. Pero incluso su película más aclamada mantiene unas raíces urbanas poco elevadas que la mantienen como una película notable. Se trata de 'Training Day (Día de entrenamiento)'.
Choque de realidad
Su obra más memorable se puede recuperar a través de HBO Max y entra de lleno en el corazón del peligro. Ethan Hawke interpreta a un policía en su primer día en el departamento de narcóticos que se pone bajo el ala del sargento Alonzo Harris, al que da vida un imperial Denzel Washington que ganó un merecido Oscar por su trabajo. Las rondas policiales no van a ser como se imagina, con Alonzo mostrando un carácter corrupto y peligroso que puede estallar por los aires en cualquier momento.
Esa situación de caldera debidamente construida forma la jungla del asfalto que dota de personalidad y vida una película pensada para subvertir las buddy films policiacas. Aquí las diferencias de carácter no forman una pareja divertida, sino que generan miedo. La imponente presencia de Washington y la bien medida vulnerabilidad de Hawke crean el contraste perfecto que cuestiona la masculinidad tóxica en las fuerzas de seguridad.
Lo hace sin dejar de ser una película contundente y también clásica en su testosterona. Muy heredera de los thrillers de línea dura de William Friedkin y en parte de Michael Mann, con David Ayer viendo como las ideas de su guion fluyen más naturalmente que en cualquiera de sus películas dirigidas por él mismo. Fuqua mide bien los momentos de tensión, creando una atmósfera viciada en ocasiones difícil de respirar.
'Training Day (Día de entrenamiento)': pelis con oficio
Pero esa incomodidad que produce es de la mejor clase, creándose una sensación volcánica que puede explotar en cualquier momento. Ni siquiera desviaciones de la trama con determinados secundarios como Scott Glenn o Snoop Dogg distraen, sino que contribuyen a crear un buen ecosistema que da vida a la película. Fuqua es capaz de crear grandes momentos donde no puedes dejar de mirar la escena.
Incluso con algunos baches en el camino, 'Training Day (Día de entrenamiento)' aterriza a lo grande con un final que cumple todas las promesas que va cimentando. Los actores dan todo de sí para propulsar unas situaciones donde la tensión se puede cortar con un cuchillo, y Fuqua nunca pierde el pulso o cae en la tentación de hacer la película más de lo que debe ser. La aclamación le llegó sola por su buen oficio, no fue buscada. Una cinta hecha con oficio que no renuncia a su condición básica sino que le saca más provecho del que la mayoría sería capaz.
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