Esta ceremonia de entrega de los Globos de Oro 2020 puede que nos depare más de una sorpresa, pero para desgracia de nuestro Pedro Almodóvar y de su 'Dolor y Gloria', la categoría de mejor película de habla no inglesa tenía una clara favorita que, como esperábamos, ha terminado llevándose el gato al agua: la magistral 'Parásitos', dirigida por Bong Joon-ho.
Elogiada por medio mundo como una de las mejores películas del año, la última virguería del autor de piezas como 'Mother', 'Memories of murder', 'The Host' o 'Snowpiercer' se ha convertido en la primera película surcoreana en hacerse con un Globo de Oro después de haber marcado el mismo hito en el Festival de Cannes, donde se alzó con la Palma de Oro el pasado 2019.
A título personal, y por mucho que la derrota del manchego, no puedo hacer menos que celebrar la victoria de 'Parásitos'. Y es que su ejercicio de funambulismo tonal, su exquisita puesta enescena, su imposible fusión de géneros —en la que hay cabida para el drama social, el thriller y una comedia negra como el carbón— y su capacidad para emocionar y mantener al respetable clavado en la butaca la hacen ya no sólo merecedora del galardón, sino de la etiqueta de obra maestra.
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