El escándalo en torno a los Globos de Oro y, más en concreto, a la HFPA (Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood) y su poca diversidad sigue escalando. Si hace unos días conocíamos que Netflix y Amazon amenazaban con romper relaciones con ellos, ha sido NBCUniversal la que ha dado una estocada al anunciar que no retransmitirán la gala de 2022.
Esto representa un buen golpe para la asociación que ve perder su gran socio televisivo, al menos temporalmente. Excepto por algún que otro lapso de tiempo (entre polémicas y renegociaciones de contrato) NBC ha estado asociada con los premios desde 1958, siendo la cadena que ha emitido la gala todos los años desde 1996.
Globos so white
La noticia viene unos días después de que el propio conglomerado audiovisual se mostrase optimista ante el plan —anunciado en marzo y presentado este mes— para incrementar en un 50% la membresía de la asociación, que actualmente cuenta con tan solo 86 miembros. Un aumento de tamaño en el que priorizarían la admisión de periodistas negros y de otras razas para tener una mayor diversidad.
No es el único terreno en el que debe cambiar la HFPA, y así se lo han hecho ver: la asociación debe subsanar las irregularidades financieras y proceder a realizar una profunda transformación interna en pro de ser más transparente y menos oligárquica. Además de la sombra de la sospecha de cómo se eligen realmente los premios. Una polémica que estalló el pasado febrero de la mano de un reportaje de Los Angeles Times.
Así, lo de NBC es una medida de presión; un "hasta que no lo vea no lo creo" para que HFPA cumpla con su plan (pensado para 18 meses). En caso de hacerlo, emitirán los premios de 2023. Y no es una medida baladí: la cadena se gasta 60 millones de dólares en la licencia de emisión de la gala, un dinero que supone la principal fuente de financiación de la asociación.
Hollywood contra los Globos de Oro
La protesta es generalizada entre los creadores y artistas además y esta decisión ha sido bien vista por algunas de las voces más importantes como Ava DuVernay, Shonda Rhimes o incluso Mark Ruffalo, quien ganó este pasado febrero un galardón por 'La innegable verdad'.
Y además, hemos visto gestos más físico como el de Tom Cruise, que ha devuelto sus tres Globos de Oro (por 'Nacido el 4 de julio', 'Magnolia' y 'Jerry Maguire') a la Asociación en protesta por sus políticas, según Deadline.
A nivel corporativo, WarnerMedia se ha unido a Amazon y Netflix en su amenaza de cortar lazos. En una carta dirigida al presidente de la Asociación Ali Sar, la compañía ha anunciado que evitará todo contacto directo con la misma, incluyendo conferencias de prensa y otros eventos de la industria que organicen.
La misiva, nada cordial, avisa que "hasta aquí":
«Estamos pidiendo un fuerte compromiso hacia un cambio significativo en las ruedas de prensa de talentos. Somos profundamente conscientes de lo duro que hemos tenido que presionar para asegurar conferencias de prensa para un número de artistas y creadores negros, representando contenido incuestionablemente valioso. Este mismo trabajo no ha sido reconocido habitualmente en vuestro proceso de nominación y premios. Además, nuestros equipos han realizado ruedas de prensa donde nuestros talentos han sido interrogados con preguntas racialmente insensibles, sexistas y homófobas. Durante demasiado tiempo nuestros equipos y otros a lo largo de la industria han recibido peticiones de beneficios, favores especiales y peticiones no profesionales. Lo lamentamos como industria, nos hemos quejado pero hemos tolerado este comportamiento hasta ahora.»
En esta parte de la carta se saca a relucir la siempre compleja relación entre industria y prensa. Sobre todo cuando esta en concreto tiene fama de ser exclusivamente "la del canapé" y los saraos. Acusaciones y famas aparte, hay que reconocer que esta crisis de la HFPA no es más que algo que se ha ido gestando durante décadas.
Por mucho que nos gusten, los Globos de Oro siempre han sido unos premios sobredimensionados y todos lo sabemos. El galardón está construido en torno a una idea de mantener y agasajar a un star system que está obsoleto o, al menos, se ha quedado anticuada en los tiempos que corren cuando las nuevas generaciones de actores y actrices rehusan ese estrellato casi idolátrico.
El proceso de renovación de HFPA se antoja algo largo y, de hecho, se calcula que hasta el ciclo de los Globos de Oro de 2024 no se palpará este cambio de política. Una transformación que, de momento se ve con ojos bastante recelosos tanto por parte de la industria como de los talentos.
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