Parece mentira que hayan pasado 14 años desde que Richard Curtis estrenara 'Love Actually' (2003), que se convirtió casi en un clásico moderno de forma instántanea y ahora es inimaginable no verla entera si la ponen en televisión. Tanto fue su impacto, que con motivo de una causa benéfica, Richard Curtis decidió hacer una secuela en formato corto, 'Red Nose Day Actually', en el que reunía a casi todos sus protagonistas.
Con motivo del estreno de esa pieza en la televisión británica, y coincidiendo con el final de la 7ª temporada de 'The Walking Dead', el actor Andrew Lincoln ha hablado largo y tendido del papel que le dio la fama. Y es que a pesar de tener un personaje pequeño en 'Love Actually', protagonizaba una de las escenas más emblemáticas y recordadas de la película: en la piel de Mark, declaraba su amor a la mujer de su mejor amigo con carteles escritos a mano en el portal de su casa.
Y aunque parece que las millones de personas que han visto una y otra vez la película a lo largo de 14 años no han visto nada raro en el comportamiento del personaje de Mark, el actor sí tiene alguna objeción al respecto:
"En una de las películas más románticas de todos los tiempos, me toca interpretar al único tipo que no consigue a la chica. La película está concebida para ver las diferentes cualidades del amor. Mi historia no era correspondida. Yo era el tipo raro acosador."
De hecho, Richard Curtis era consciente de que el personaje de Mark estaba en el límite y requería de un actor de aspecto lo suficientemente inocente para interpretar el papel, y el propio Lincoln lo reconoce con estas divertidas declaraciones: "No tenía pelo en la cara, ni arrugas, ni protagonizaba una serie de zombies. No lucía tan horripilante como ahora".
Por suerte, la preocupación de Lincoln de ser el personaje acosador de la película se alivió un poco cuando, durante el rodaje, tuvo una conversación con la supervisora del guión Emma Freud, que casualmente es la mujer del propio Richard Curtis. Durante la charla, ésta le dijo: "¿Te das cuenta de que estás interpretando a Richard?".
Ante tal "acusación", el director soltó una carcajada y dijo: "¿Yo? Quieres decir, ¿obsesivamente enamorado e incapaz de expresarlo bien? No sé nada sobre eso". Una divertida anécdota que hace todavía más especial una de las escenas más recordadas del clásico británico y que, sin duda, nos hará ver al personaje de Andrew Lincoln con otros ojos la próxima vez que veamos la película. Porque, obviamente, volveremos a verla estas navidades (o antes).
Vía | Entertainment Weekly
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