Después de quince capítulos, 'Velvet' ha cerrado sus puertas convertida en una de las series de éxito que nos deja la presente temporada que está cerca de terminar. La ficción de Antena 3 ha conseguido cautivar a un alto número de espectadores, cosechando cifras por encima de los cuatro millones de espectadores en la mayoría de sus episodios. Los ingredientes para conseguirlo estaban ya presentes en el primer capítulo, sentando una base jugosa a la que los creadores de 'Velvet' le han sabido sacar partido.
Es por eso que las ideas positivas y también algunas negativas que nos dejó ese primer episodio se han extendido a lo largo de toda la primera temporada, situando a 'Velvet' como una sólida ficción que merecía el apoyo obtenido por la audiencia. La serie no se ha despegado de su cálido envoltorio, uno de los aspectos que más llamaron la atención desde el primer momento en que nos acercamos a ella, y ha jugado con el diseño de su amplio cartel de personajes, ofreciendo uno de los repartos más enriquecedores que se recuerdan en una ficción española.
Secundarios que empequeñecen a protagonistas
Ese ha sido el principal motivo por el que la pareja protagonista no ha tenido el enganche necesario para que nos sintiéramos cautivados con su historia. Desde el primer instante, el dúo formado por Ana y Alberto ha estado más cerca de resultar tedioso para el espectador que conseguir el entusiasmo pretendido, sobre todo si tenemos en cuenta que la primera temporada de la ficción se ha centrado en esa gran historia de amor que nos querían contar. Los elementos en escena han provocado que este punto quedara algo cojo, situando a 'Velvet' como una de esas ficciones en las que los personajes secundarios resultan más interesantes que los protagonistas absolutos.
Lo más positivo de 'Velvet' ha sido encontrar esa amplia gama de personajes, que han aparecido como si estuvieran hechos a medida de cada actor encargado de su interpretación. Rita, Pedro, Don Emilio, Blanca, de la Riva, Gloria... La gran mayoría de personajes que hemos encontrado en 'Velvet' han aportado su grano de arena para subir el nivel de calidad de la serie, elementos que no han hecho más que enriquecer la ficción y conseguir que la mayor parte de estos personajes reclamara más presencia en pantalla.
Desde el desparpajo mostrado en la relación de Rita (Cecilia Freire) y Pedro (Adrián Lastra), incluyendo la aparición de Manolito en escena (un niño natural en una serie española también es posible), hasta la tardía aportación de la pareja de Bárbara (Amaia Salamanca) y Enrique (Diego Martín), introducidos bien entrado el final de temporada, los personajes se han movido cómodamente en una historia que ha sabido sacar lo mejor de ellos, convirtiéndose en el verdadero disfrute para el espectador.
Mención especial también para la aparición de Raúl de la Riva, un personaje lleno de carisma al que ha ayudado la interpretación de Asier Etxeandía, acaparando la atención con su sola presencia. Es otro ejemplo más del principal aspecto positivo encontrado en la primera temporada de 'Velvet', en la que ha quedado resaltada la importancia de diseñar buenos personajes a la hora de desarrollar unas tramas convincentes, pese a que estas giren en torno a la misma cuestión: el amor en todas sus variantes.
Amor que empalaga
Porque si hay un aspecto que se ha abordado esta primera temporada ha sido el de las relaciones de pareja, desde el amor imposible entre los protagonistas, hasta el tira y afloja de Clara y Mateo, pasando por el amor dudoso de Rita y Pedro y sin olvidar las complicaciones de una pareja de edades diferentes. 'Velvet' se ha apoyado demasiado en las relaciones de pareja, encontrando cierta saturación amorosa que ha dejado de lado otras tramas que también podrían haber aportado cosas interesantes a la historia.
Quizá por eso ha resultado tan impactante el devenir que ha tenido Luisa en la primera temporada, un personaje que solo ha tenido motivos para sufrir y que se ha encontrado en las antípodas de este atracón amoroso que hemos visto en la serie. Ha sido uno de los pocos personajes que no ha evolucionado hacia la búsqueda de una pareja y que ha vivido las situaciones más dramáticas que hemos presenciado, aunque su papel ha sido la de la eterna secundaria, utilizada en muchas ocasiones para rellenar las tramas precisamente con un tipo de historia que se salía de lo común.
La alta costura continúa
'Velvet' terminó su primera temporada con la anunciada boda entre Alberto y Cristina. Al final, los responsables de la serie apostaron por lo más difícil, llevar la boda a buen puerto pese a que la audiencia esperase el no de Alberto a última hora. Ya hemos visto a los guionistas de la serie tomando riesgos, por ejemplo a la hora de desarrollar el personaje de Cristina como alguien a quien la audiencia no rechazara solo por ser la tercera en un triángulo amoroso. Para compensar la buena senda de la boda, Ana se tropezó con el que será uno de los fichajes estrella de la segunda temporada, un personaje encarnado por Peter Vives y que parece que tuvo un flechazo automático y frío con Ana en una sola escena. Separar a esta pareja es una buena decisión, sobre todo si tenemos en cuenta lo poco que nos han cautivado cuando han estado juntos.
El otro de los grandes fichajes es el de Ángela Molina, que también se dejó ver en el episodio que ha cerrado la primera temporada de la serie y de la que suponemos que también podremos esperar grandes cosas de cara al futuro. En esta ocasión, se trata de una de las incorporaciones que causan expectación y que unirían el talento de una gran actriz con el de un equipo que ya ha demostrado con creces sacar lo mejor de sus actores.
La ficción de Antena 3 se despidió con la sensación de, pese a haber estado a la altura de las circunstancias, solo ha ofrecido una pequeña parte de todo su potencial. Podemos esperar mucho si finalmente los secundarios logran obtener el tiempo en escena que han estado reclamando hasta la fecha y cuando las tramas giren en torno a aspectos que sean más ajenos a las relaciones de pareja. 'Velvet' también sabe sacar provecho de estas situaciones, aunque quizá le falte el punto de riesgo definitivo para llevarlo a cabo. Sería la guinda a una ficción que ha seguido deslumbrando por su factura técnica y por un reparto que, en su conjunto, se sitúa como uno de los mejores que se dan actualmente en la ficción nacional.
En ¡Vaya tele! | 'Velvet', el amor entre costuras
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