La ficción televisiva tiene decenas de mecanismos para lograr mantener la atención del público que tarde o temprano van usando. Algunos son baratos y sacados de la manga porque sí y otros son elaborados de forma compleja y se absorben de forma orgánica a través de tramas que pueden funcionar mejor o peor. Uno podría pensar que en 'The Good Wife', siendo el ejemplo que es de buena televisión, usaría siempre los de segundo tipo, desechando los primeros en cuanto pasaran por la cabeza de los guionistas.
Si me hubiera jugado la mano, la habría perdido. Por supuesto voy a hablar del último episodio de la serie, el 5x15 'Dramatics, you honor'. Por lo que estáis advertidos de que vienen spoilers de 'The Good Wife'. Avisados quedáis.
La temporada del cambio
A los que hace poco más de un año afrontábamos la segunda mitad de la cuarta temporada no se nos pasaba por la cabeza que la serie se pusiera tan patas arriba en la quinta temporada. Nada más comenzar nos encontramos con Alicia Florrick (Julianna Margulies) uniéndose a Cary (Matt Czuchry) y el resto de partners en su decisión de abandonar Lockhart Gardner. La primera mitad de la temporada fue sobre esa escisión y cómo afecta a los principales personajes de 'The Good Wife'.
La segunda mitad se antojaba todavía más interesante con la herida intentando cicatrizar y presentándose un nuevo campo de batalla: una investigación sobre el supuesto fraude electoral de Peter Florrick (Chris Noth) que demostraría la famosa cinta que vimos al final de la cuarta temporada. Implacable aparece el agente de la Oficina de Integridad Pública Nelson Dubeck (Eric Bogosian) poniendo contra las cuerdas a todo aquel que tuviera relación con el vídeo, principalmente quien fuera abogado de Peter en ese caso, Will Gardner (Josh Charles).
El salto del tiburón de 'Dramatics, you honor'
Y aquí llegó 'Dramatics, you honor', recuperando el caso del asesinato de una joven por un compañero de universidad (que vimos en el 5x08, 'The next week'). Un caso que representa la frustración y la capacidad de obcecación de Will. No hay nada que haga pensar en la inocencia del joven Jeffrey Grant (Hunter Parrish) y aquí vemos al abogado intentando sacar de hasta debajo de las piedras un argumento sólido ante el tribunal.
Es un episodio que se nota muy centrado en Will y su modo de trabajar y relacionarse con los demás, al igual que el anterior --bastante más interesante para el desarrollo de la relación Alicia/Will--. De hecho el espectador se queda con la mosca detrás de la oreja y salta el tiburón para comerla: Grant aprovecha una discusión en la cátedra del juez para coger la pistola del alguacil y acometer un tiroteo en el que Will muere. Así, de la forma más sacada de la manga posible, por lo menos para el que escribe.
Hay que admitir que no es nada fácil recibir la noticia de la marcha de uno de sus actores protagonistas. Josh Charles anunció a los guionistas su marcha hace un año y esa es la razón por la que esta temporada ha ido tan a toda mecha con tantos cambios alrededor de los personajes de 'The Good Wife'. Una temporada en la que han ido prácticamente sin tiempo para descansar. Es difícil decidir matar a un personaje, y es una decisión respetable. Otra cosa es que se sepa escribir y utilizar y creo que los King no han acertado en lo primero.
La muerte en las series, el caso de 'The Good Wife'
Mi principal problema con la muerte de Will es la sensación de estar viendo otra serie. La muerte es siempre un giro efectista, un golpe de efecto peligroso sea la serie que sea. Hay series en las que la muerte es un personaje más como 'Juego de Tronos' o 'The Walking Dead', y otras en las que es un invitado desolador como en 'Anatomía de Grey', 'Perdidos', 'CSI' y demás procedimentales y dramas policiales, médicos, familiares...
El matrimonio King justifica la decisión en la propia web de 'The good wife':
Podríamos mandarle [Will] a Seattle, inhabilitarle, casarle, o mandarle a Borneo a hacer buenas obras. Pero siempre hubo algo en la pasión que compartían Will y Alicia que hacía que la distancia fuera un escaso obstáculo. La honestidad brutal y la realidad de la muerte habla a la verdad y tragedia de la mala sincronía de estos dos personajes. La muerte de Will impulsa a Alicia hacia su nueva encarnación.
Si bien el razonamiento de los creadores de la serie es lógico y loable, creo que la ejecución es la clave. La muerte de Will es casi más digna de 'The Walking Dead' (y al penúltimo episodio, 'The groove', me remito) o incluso de 'Anatomía de Grey' (ains... Shonda y sus idas de olla homicidas) que de un serión de la talla de 'The Good Wife'. Una muerte que queda más como un salto de tiburón que como un movimiento orgánico de la serie.
Lo próximo en la vida de Alicia
Aunque la resolución del episodio me ha dejado algo decepcionado, no hay que olvidar que estamos hablando de 'The Good Wife'. Una serie que, aun moviéndose por aguas turbulentas, siempre sabe salir airosa y seguramente tendremos un tramo final de temporada de infarto. De hecho esta es casi la única pega de un episodio que, por otro lado, es 100% pura esencia goodwifeiana. Un episodio por lo general muy interesante en casi todos los aspectos que toca.
Dicen los King que este es el siguiente golpe emocional en el proceso de transformación de Alicia. Una Alicia que ya hace tiempo que dejó de ser la "good wife" del título para mostrarnos una naturaleza distinta. Quedan siete episodios para que termine la quinta temporada, y en ellos veremos cómo llevan el luto Diane, Alicia, Kalinga, Cary y compañía. En estos episodios veremos si esta muerte fortalece y hace bien a la serie o queda como un deus ex machina para deshacerse (o por lo menos quitarle fuerza) de la trama de las papeletas fraudulentas y debilitar la ficción de CBS.
En ¡Vaya Tele! | 'The Good Wife' y la arbitrariedad de la vida
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