Hace unas semanas terminó la segunda temporada de 'The Americans', esa serie del canal FX que se convirtió en uno de los estrenos más deslumbrantes de 2013. Tenía el listón muy alto para igualar la calidad de aquella su primera temporada y mantener el ritmo de unas tramas y unos personajes ligados por las ataduras de una ficción muy bien construida pero eso sí, a la que podía resultar complicado dar continuidad.
En mi opinión, esta segunda temporada de 'The Americans' ha cumplido con creces. Creo que ha mejorado mucho respecto a la primera (algo que era difícil) y ha sabido tocar temas muy importantes y delicados con seriedad pero de manera muy entretenida, lo que nos ha conducido a un final de temporada intenso y vibrante.
Las fuerza en las tramas horizontales

Uno de los grandes saltos cualitativos de la temporada ha venido de mano de la trama troncal, mucho más ligada y homogénea que en la primera temporada, en la que se sucedían más capítulos autoconclusivos, que, aunque despertaran mucho interés, creo que no pueden compararse al complejo armazón que requiere el in crescendo y los giros de una trama troncal fuerte y lógica.
Además, mi sensación es que las misiones estaban mucho más pegadas a la historia, que arriesgaban para contarnos temas casi tabú, como el campamento Martial Eagle, en el que se entrenaba a la Contra nicaragüense o el proyecto Stealth de los aviones espías, o la trama de Anton Baklanov en la que se nos presentaba la disyuntiva de un ruso judío huido de su país y obligado a ser retornado.
Emmet y Leanne
Pero, sin duda, el plato fuerte ha venido de la mano de esa pareja que conocíamos al comenzar la temporada y que nos parecía un inquietante reflejo de nuestros protagonistas. Al igual que ellos, son una pareja de espías, llevan una doble vida con su matrimonio y su familia y se podría decir que son prácticamente sus únicos "amigos".

Su asesinato nos trajo el miedo real de Philip y Elizabeth por sus propios hijos y su seguridad. Nos parecía muy evidente su terror y veíamos lógico que buscaran al culpable para cobrarse venganza. Pero todo eso sólo fue el detonante de algo mucho más importante. Cuando, en el último capítulo, se nos desvela que Jared fue quien asesinó a sus padres, he de reconocer que este giro me pareció un pelín rocambolesco y un tanto raro.
Después, la conversación con Claudia (he echado mucho de menos a este personaje) les desvela cuál es el camino a seguir: una segunda generación de espías, mucho mejor integrada y siempre al servicio de la madre Rusia. Ahí se justifica la muerte de Emmet y Leanne, que pasa de ser un detonante de una trama casi sentimental a convertirse en una explosión de lo que nos deparará una tercera temporada a la que ya estoy deseando hincar el diente.
Esta trama, además, nos ha regalado un estupendo antagonista: Larrick. Teniendo como teníamos a Beeman perdido con su azarosa historia de amor (luego hablaremos de esto) nos venía de maravilla encontrarnos con un auténtico "villano" capaz de poner en peligro real a los protagonistas, un hombre entrenado (como ellos), determinado (como ellos) y condenado (como ellos).
Los sentimientos de Nina

La trama de la Rezidentura, que siempre nos brinda unos toques de época deliciosos y muy suculentos, ha volado por sí sola y el buen agente Beeman se ha visto implicado en un triángulo amoroso en su forma más clásica: sin saberlo. Ha resultado muy interesante ver los giros que el personaje de Nina le ha llevado a vivir.
La serie sabe jugar perfectamente con los espectadores y nos hace dudar constantemente acerca de lo que los personajes sienten. Con el personaje de Nina, lo bordan. Es difícil saber si esta introspectiva mujer, obligada a entrar en un juego en el que trata de desenvolverse lo mejor posible, ama a Oleg, a Beeman o a ninguno de ellos.
Esta apasionada tragedia me ha gustado mucho, pues destilaba gotas de veneno del bueno, del que quema y trastoca la vida de las personas, implicadas en un laberinto en el que no saben cómo han entrado. La decisión final de Beeman me pareció lógica para un hombre como él, un individuo con tal sentido de la responsabilidad. Pero, ¿hasta qué punto pudo influir lo que dijo Arkady, aquello de "no le diga tantas veces que la quiere"?

En fin, hay muchísimas cosas que comentar, como ese papel de Martha y su deseo de ser madre; y el catolicismo de Peage, que se afianza como rebelión paterna pero que también nos habla de la sociedad de los 80, mucho más conservadora que la anterior; del agente Gaad y sus felinas maneras; de Lucía, la joven que creía en la verdad de la causa... 'The Americans' es una gran serie y ojalá tengamos muchas más ocasiones de hablar de ella.
En ¡Vaya Tele! | 'The Americans' suma y sigue, FX confirma la renovación
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kleiser
Esta temporada a mí también me ha gustado muchísimo más sobretodo porque involucran elementos como la familia en la trama. En la primera temporada los hijos casi era un adorno para que vieras que eran un familia "normal", pero en esta temporada sobretodo Paige ha tomado mucho más protagonismo y relevancia.
Me han encantado las diferentes visiones de las cosas que tienen Phillip y Elizabeth, cada uno con sus inquietudes y sus miedos. Por una parte se ve como Phillip está mucho mas integrado en la sociedad americana y llega incluso a abrazarla, mientras que Elizabeth sigue arrugando la nariz ante cualquier cosa que huela a yanqui. Incluso cuando les dicen lo de reclutar a Paige, los dos piensan diferente.
Y bueno, luego está la historia del triángulo amoroso Beeman-Nina-Oleg que aunque es la tipica historia romántica de espías pero está muy bien llevada.
Espero una tercera temporada al mismo nivel que esta, y me huelo que la relación de Phillip y Elizabeth va a pasar todavía algún otro altibajo.
ryan
Tras justo un mes después de su season finale, yo ya pensaba que os olvidaríais de ella. Desgraciadamente, The Americans es tan buena como desconocida.
En esta segunda temporada han sabido dotar de nuevos matices a los Jennings sin que cada uno de ellos pierda su personalidad, su esencia. Hemos visto la madre que tiene Elizabeth oculta en algún rincón de su interior, la que se preocupa por sus hijos por encima de cualquier cosa, pero también hemos visto a la Elizabeth que lo entregaría todo por la Madre Rusia e incluso sería capaz de utilizar a su hija por la causa. También hemos visto cómo Philip se ha ganado el respeto de su esposa aparcando cualquier atisbo de duda sobre su devoción. Incluso se ha mostrado más determinado que Elizabeth en varios momentos y ha llevado la batuta en numerosas ocasiones. Pero sigue siendo el más abierto de la pareja. También hemos visto que su hija mayor retira a su madre en cuanto al carácter, que no en la forma de pensar.
En cuanto a la trama de la Rezidentura, hemos visto cómo hace mella en Nina el juego a dos bandas. Al principio temía que la inclusión del personaje de Oleg desvirtuara esta trama, pero finalmente se ha demostrado todo un acierto. Una trama que no podía terminar de otra forma que como lo hizo. Aún tengo grabado en la cabeza la escena en la que se llevan a Nina en el coche supuestamente para llevarla a Rusia. ¿Volveremos a verla? Otro de los momentos a destacar es el cara a cara entre Gaab y Arkady (tremendo acierto de casting, el actor está fantástico).
En fin, todo esto para decir que The Americans es una de las mejores series que hay actualmente en la parrilla. Si aún os lo estáis pensando, ¿a qué esperáis para verla?
mackey
Para mí ha sido una de las temporadas mas redondas del año. El cierre le ha dado un sentido global tremendo a la temporada y ha explicado el por qué de la exagerada atención prestada a Paige. Lo de Jared a mí no me parece para nada rocambolesco, es evidente que las necesidades de la Madre Rusia están por encima de sentimientos individuales. Lo importante es servir a tu país, cueste lo que cueste, eso ya nos lo dejaron claro en la primera temporada. De hecho, lo acaecido con Jared empieza a despertar ciertas interrogantes tales como si Phillip y Elizabeth serían capaces de hacer algo similar con sus propios hijos. ¿La causa o la familia? Te-la. Es lo que mas me gusta de The americans, lo completamente instalada que está en el gris. Buena muestra de ello ha sido también el triángulo amoroso de Nina, prácticamente indescifrable.
Así que, bajo mi punto de vista (sin intentar sentar cátedra como otros), The americans ha ahondado de forma mas profunda en el conflicto que nos presento en la primera temporada y apunta a seguir complicando su universo en la siguiente. De verdad creo que se ha erigido como una de las triunfadoras del año.
Usuario desactivado
He visto pocos capitulos y aunque me gusta, las casualidades en los guiones me matan.
A no ser que sea un giro al cual aun no he llegado ¿no habia millones de barrios y casas donde irse a vivir, que el del fbi tenia que caer justo en la casa al lado de la del espia que busca?
Warren Keffer
Uffff, no, todo lo contrario, la serie cae hasta rozar el suspenso. Darle un sobresaliente a una temporada de 4-5 siendo generosos es perder por completo el horizonte de la objetividad.
Y lo peor es que la mitad de los capítulos son un coñazo insoportable. Lástima, la primera temporada apuntaba maneras.