Es inevitable pensar que muchos guionistas y productores están echando cada vez mano de forma más desvergonzada de la nostalgia para intentar hacer más apetecibles sus propuestas al público. Les funciona bien, así que hay que ir asimilando que será una tendencia que vaya más, cambiando en todo caso la época por la que sentir nostalgia, ya que ahí sí que, tarde o temprano, irá cambiando lo que los espectadores demanden.
En el caso de ‘Stranger Things’, la última gran apuesta de Netflix, estaba clarísimo que los hermanos Duffer, creadores de la serie, habían estudiado mucho los 80, con especial atención al cine de Steven Spielberg -tanto dirigido como producido por él- y a la literatura de Stephen King. El resultado es una mezcla interesante que busca recrear el encanto y la magia propia de entonces, pero también resulta un poco forzada, potenciando a veces la estética en exceso por encima de la historia.
Volviendo a los 80

Una de las primeras cosas que pasaron por mi cabeza durante el piloto de ‘Stranger Things’ era que estaba intentando demasiado fuerte el ser un eco moderno de las producciones Amblin de los años 80. Todo lo que uno podría esperar de ellas en términos visuales estaba ahí, dando la sensación de que lo realmente prioritario era conseguir ese halo propio de una época añorada por muchos cuando tampoco tengo muy claro que lo que plantea argumentalmente justifique el salto a entonces.
No me costaría nada entender que muchos queden totalmente atrapados por la lograda estética que plantean los Duffer, también directores del primer episodio para que así sus intenciones se plasmen en pantalla de forma impecable, pero a mí sólo logró descolocarme al ver que se le prestaba demasiada atención a la ambientación, convirtiéndose en el elemento estrella por encima de un relato que comenzaba de forma muy intrigante para luego perder interés durante la imprescindible presentación de personajes.

Sin embargo, ese desequilibrio inicial ha ido subsanándose en los dos siguientes episodios, donde la estética ya estaba asentada y la clase en ese aspecto era encontrar momentos concretos en los que apostar con fuerza por ellos -el chaval guiándose por las luces o la amiga de una de las protagonistas esperando en la piscina para ser atacada salvajemente-. Esa impecable aunque un pelín forzada base alcanza así otro nivel, y lo hace acordándose también de la importancia de lo narrativo por encima de lo estético.
Además, también sigue explorando esa vinculación con Steven Spielberg haciendo avanzar la historia -la misteriosa niña recuerda en varias ocasiones a ET- e intentando sacar mejor partido a las peculiaridades de ambientar la historia en un pueblo interior de Estados Unidos donde no pasa nunca prácticamente nada. Ahí es donde el terror y la paranoia -excelente la música para este último punto y que me hizo pensar en cierto toque del cine de John Carpenter- hacen acto de presencia y casi parece que estemos en una de esas localidades de Maine que tanto le gustan a Stephen King cuando en realidad transcurre en un pueblo de Indiana.
Los vaivenes argumentales de ‘Stranger Things’

La gran ventaja que tiene una serie respecto a cualquier película es que tiene mucho más espacio para desarrollar con calma la historia que nos cuenta, lo cual está permitiendo que ‘Stranger Things’ tenga varios frentes con una importancia equivalente y que están condenados a encontrarse tarde o temprano. Por ello, el grupo de chavales pierde el protagonismo absoluto, pero lo cierto es que ellos siguen siendo la brújula principal y el gran reclamo para atrapar la atención del público.
La cuestión es que la propia serie impone unos ritmos que no me terminan de casar demasiado bien con lo que nos está contando, lo cual da pie a que los personajes en algunos momentos me importen poco, en parte porque los diálogos de lo Duffer no es que sean especialmente memorables, por lo que el efecto acumulación provoca ciertos altibajos de los que sale con rapidez en cuanto hacen avanzar la historia y dejarnos con ganas de saber más. Por suerte, no es simple regodeo nostálgico.

Eso sí, no esperéis tampoco nada revolucionario en lo argumental, ya que es cierto que ahí hay ese toque siniestro que Stephen King tan bien supo manejar en sus mejores obras, dedicando una especial atención a ciertas escenas como los minutos iniciales o el final del segundo episodio. La clave es que ese cóctel entre Spielberg, King y otros detalles propios del cine de la época funciona mucho mejor de lo que podía esperar tras su piloto y te deja con ganas de más tanto porque entretiene como porque crea una intriga que te despierta la curiosidad.
Tampoco me quiero olvidar del reparto, muy bien elegido -con chavales y adolescentes era muy fácil meter la pata en alguno de ellos y crear graves desequilibrios, pero no es el caso-, algo clave para matizar el hecho de que los personajes en sí mismos no terminan de ser especialmente fascinantes -algo que en mi caso noté principalmente en la madre interpretada por Winona Ryder, algo exagerada en sus por otro lado comprensibles reacciones y, lo realmente importante, más plano que el resto-.
¿Daba para más en lo visto hasta ahora? Por supuesto, pero ‘Stranger Things’ está muy cómoda siendo lo que es en lugar de aspirar a llegar a unos niveles en los que seguramente metería la pata una y otra vez. Justo lo mismo que sucede con una de las películas más entretenidas que hay ahora en cartelera, que tiene un material muy potente y luego ofrece algo por encima de la media y con aciertos concretos muy estimulantes. Ojalá eso cambie con los cinco episodios restantes, pero no sé yo.
En ¡Vaya Tele! | Netflix muestra en el tráiler de ‘Stranger Things’ un interesante homenaje al thriller sobrenatural de los 80
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38 comentarios
Mr.Floppy
Terminado el maratón sólo puedo decir que me ha encantado.
En absoluto creo que la nostalgia o la estética se traguen todo lo demás, ni sé qué tiene de malo situarlo en los 80. En la actualidad sería una historia totalmente distinta (que tampoco sé qué es lo que se espera la gente hoy en día, ni que fuera algo malo querer hacer una historia sencilla, sin mil giros ni nada más).
Como no es una crítica de la serie entera aún, me reservo comentar más.
Sólo me queda añadir que ojalá le dieran a los Duffer las riendas de Expediente X.
gkar
Walkie talkies, carretes de fotos, teléfonos fijos, Dragones y Mazmorras, tirachinas, tebeos, las Bangles, He-Man, sintetizadores, Stephen King, Stranger Things, maravilla.
cris_valentine
Me ha encantado, yo también me he pegado el maratón y me ha dado depresión al finalizar... lo mejor los niños... xDDD
gustavomurawczikpavl
Me olvidaba, el pueblo se llama Hawking y uno de los temas es sobre los agujeros de gusano, el cual obviamente está relacionado directamente con el científico stephen Hawking... Casualidad?
enricfd
Desacertada crítica. Muy buena serie.
noel_delmar
Maratón ayer tarde y me ha parecido sencillamente extraordinaria dentro de su género. Lo que ustedes llamáis recurso nostálgico yo lo veo como una ejecución con mucha elegancia de una época (que aunque cercana) se nota muy lejana hoy día. Los chavales... pufff... unos máquinas!
Puedo coincidir contigo en que algunos diálogos podrían ser mejores y la única pega es que esperaba algo más de la señora Ryder, pero bueno... reconozco que también han podido usar en demasía su imagen para darle más publicidad... pero vamos, la serie es sensacional.
anelsy
Hice un maratón con mi hermana y mi madre y los tres terminamos con dolores por las ocho horas que terminamos pegados a un sillón. Es un muy buen entretenimiento. Supieron jugar muy bien con ese rollo ochentero y cuando la veía no podía dejar de pensar en It y en E.T. Los niños sin duda fueron lo mejor.
coolpop
Me ha la he visto entera en un par de días y me ha parecido grandiosa. Evoca toda la esencia de aquella época dorada que atrapó a tantos chavales en las salas de cine de los 80.
No creo que para nada se regocije en la estética ochentera, es más, me parece que la misma serie ambientada en otra época, sería completamente distinta. Principalmente por los teléfonos, los walkie talkies, el tener que ir en bici a casa de tu amigo, jugar a D&D...
Mención especial a los chavales, que son de lo mejorcito de la serie. Hacía mucho que no veía a actores infantiles tan en su salsa.
Mi opinión: Recomendada 100%
marp04
Sólo dire algo: Winona Ryder.
leoben
Bueno, ya la he terminado y sin duda es la serie más sobrevalorada del año. Es una serie entretenida, que se alimenta de la nostalgia pero que ni inventa nada nuevo, ni tiene unas interpretaciones y diálogos memorables (se salva la niña) ni merece la desmesuradas puntuaciones que tiene en webs como Filmaffinity (nada más y nada menos que un 8,1).
Si juntas una película de Steven Spielberg tipo Super 8 con Silent Hill tienes Stranger Things. Creo que la nostalgia por los 80 está haciendo que la gente juzgue más esta serie con el corazón que con la cabeza, porque la verdad es que de entretenimiento veraniego no pasa.
richwar1988
Así es esta página, y sobre todo este redactor, sale a despreciar maravillas como Stranger thins para después alabar basuras descartables como marvel agents of shield. Que sigue ahora destrozar la segunda temporada Mr.robot para alabar la nueva temporada de Nsci.
maesus
Zorrilla, el experto en el extraño arte de poner títulos desagradables a las críticas.
emito.cordoba
Empieza muy bien, pero la verdad que se vuelve muy aburrida y muy predecible yendo al final ya.
Los personajes estan bien en su mayoria; pero, los que te sacan de la serie, son ese grupo de teens populares que no aportan absolutamente nada a la serie, y ni hablemos de la hermana de uno de los niños.
La verdad esperaba mas, en su momento un boom asi sucedio con true detective, y ahi si que les di la razon a todos los que se babeaban con ella, era un pedazo de serie. pero esta vez lo siento pero no comparto. Sobrevaloradisima.
gre_nando
ET + Super8 + Ojos de Fuego
Bastante correcta y entretenida.
gustavomurawczikpavl
Luego de ver toda la temporada casi del tirón solo puedo decir que me ha gustado mucho, salvo el final y no por guión sino por ejecución (calidad técnica muy pobre). Y durante todos los capítulos me han venido a la cabeza todo lo siguiente: ET, Goonies, Minority report, Silent Hill, Akira, súper 8, Cuenta conmigo, y alguna más que ahora no recuerdo. 😀
jcarlosweb
Desmerecido titulo le has puesto al post, puedes hacer cambiar la idea de alguien, cuando la serie es todo un espectáculo, a mi me ha encantado.
jonathangmns
Evidentemente no vimos la misma serie, no me parece que la estetica se encuentre por encima de la historia, muchos elementos son funcionales a la misma. recuerdo cuando era niño estar todo el bendito día con los Walkie.Talkie. Aparte pienso que el Dungeons & Dragons junto con el Atari eran el equivalente a lo que es para nosotros el Pokémon Go. Una de las influencias más grandes que encontré fue en la novela "Firestarter" de Stephen King, la cual está a su vez inspírada en documentos del gobierno de USA que salieron a la luz. En definitiva no estoy de acuerdo con lo que escribieron, recomiendo terminar de ver la serie antes de escribir una nota, saludos
franciscoarias1
Lo unico que puedo decir es que metieron a una juguera a Twin Peaks de David Lynch, unas peliculas de John Carpenter, unos cuantos libros de Stephen King y una cassette de musica ochentera y salio esta maravilla.
longxbaijia
la gente pierde la cordura. hagan algo nuevo no alimentarse de la nostalgia por los 80's. me aburrió, me dormia a cada rato.
leoben
Solo he visto el piloto y no puedo hacer un juicio tajante, pero de momento estoy relativamente de acuerdo con lo que he leído del artículo.
Es un producto que apela a la nostalgia, con una BSO excelente y que seguramente encandilará a todos aquellos que disfrutaron de películas como ET, Super 8 y Los Goonies.
Quien tenga claro lo que va a haber, seguramente lo disfrutará, pero me temo que quien espere algo más complejo, con mayor trasfondo, matices y una construcción psicológica de personajes a la altura de los productos televisivos de nuestra era, se verá decepcionado.
En cualquier caso, habrá que esperar a ver más episodios.
gonzaloalonso1
Empece a verla con el temor que la estética se comiese a la historia, pero está lejos de ser un pastiche tal como lo propone el amigo Zorrilla, un fenómeno relamido de la retromania. Se inscribe en un horizonte de sentido que todos conocemos pero ¿uds. se imaginan niña explotando cerebros en una película del buen Steven? Criticar lo "in-criticable", poner en el énfasis en los matices de las costuras, para hacerte un nombre solo te deja en descubierto.