Dura por fuera, merengue por dentro. Veronica Mars es la coraza que crece sobre tu piel cuando la vida te golpea donde no te lo esperabas. Son las barreras que construyes a tu alrededor para que no vuelva a ocurrir. El rostro que se endurece; y en el fondo de su mirada, miedo. Veronica Mars es poner lo último en sistemas de seguridad en la entrada a tu corazón porque el destino es un gran ladrón y ya no te queda nada que te pueda robar.
Veronica Mars es no poderse permitir las emociones, porque si les dejas paso corres el riesgo de que te traicionen. Es poner la objetividad de una cámara de fotos entre tú y el resto del mundo. Y con ella, marcar la distancia necesaria para que no te vuelvan a engañar. El amor es una inversión, la información un seguro. Veronica Mars es detective porque desnudar la realidad es la única forma de descubrir la pistola que ésta esconde debajo de la chaqueta.
Veronica Mars es la sombra de la felicidad pasada asaltándote en cada pensamiento. Es cuando pasa a tu lado alguien con su mismo perfume y por un momento aún lo tienes cogido de la mano, mirándote con ternura. Pero no quieres ni pensar en él, porque una segunda caída al abismo sería definitiva. Y en esa calle os disteis un beso, y viendo esa película os echasteis a reir. Parece que está aquí pero ya no está. Veronica Mars es intentar encerrar todos los recuerdos en una caja fuerte y lanzar la llave al fondo del mar: puedes hacerlo, pero sabes que algún día te ahogarás intentando recuperarla.
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