Entre las series que regresan en 2016, hay pocas que concentren a su alrededor el mismo nivel de curiosidad que 'Los 100'. Tras haber sido una de las revelaciones del año pasado con su segunda temporada, la ficción distópica de The CW (y Syfy España) regresa para confirmar las buenas sensaciones que dejaron aquellos episodios, y para demostrar que no fueron flor de un día.
Es una tarea complicada porque esta tercera temporada maneja más tramas que antes y ha elevado su ambición a la hora de mostrarnos cómo es ese mundo terrestre en el que los habitantes del Arca intentan sobrevivir y cómo su protagonista principal, Clarke, intenta asumir las cosas que hizo al final de la anterior entrega.
Nuevas amenazas para 'Los 100'
Han pasado algunos meses desde el enfrentamiento final con Monte Weather y los terrestres y la gente del Arca parecen haber llegado a un acuerdo de paz. Pero ese acuerdo es frágil y puede saltar por los aires en cualquier momento. En estos dos primeros episodios de la temporada, 'Wanheda Parte 1' y 'Parte 2', la serie nos deja ver las amenazas que hay contra esa tregua y nos presenta a los que van a ser los antagonistas más importantes de la entrega: la Nación del Hielo.
Este grupo de terrestres, con sus belicosas costumbres, es uno de los grandes añadidos de la tercera temporada, que empieza con Clarke viviendo como una fugitiva y con la leyenda de lo que hizo en Monte Weather convirtiéndola en Wanheda, la comandante de la muerte y, por tanto, una presa muy apetecible para los jefes terrestres ávidos de poder.
Que Clarke consiga reconciliarse con esa leyenda de Wanheda parece que va a ser uno de los motores iniciales de la historia. Lexa la salva de caer en manos de la Nación del Hielo, pero la joven tiene que asumir definitivamente la posición de liderazgo y de poder que fue desarrollando en las dos anteriores temporadas. ¿Regresará con los suyos, o se quedará entre los terrestres? Desde luego, la gente del Arca la necesita después de encontrar a nuevos supervivientes de la reentrada en la atmósfera.
Esos supervivientes, como los viajeros de la cola del avión de 'Perdidos' o los tripulantes de Pegasus en 'Battlestar Galactica', han vivido experiencias diferentes a las de los habitantes del campo Arkadia, unas experiencias que los han hecho más propensos a "disparar primero y preguntar después". Entre ellos y la Nación del Hielo, los protagonistas de 'Los 100' no lo van a tener nada fácil.
La búsqueda de la identidad
Como buena serie juvenil, 'Los 100' está tratando también el tema de la búsqueda de la propia identidad, del dilema de reforzarla en la dinámica del otro, del oponente, o de encontrarla a través de las propias cualidades de cada uno. No sólo Clarke tiene que decidir qué tipo de líder, y de persona, quiere ser, sino que Octavia y Lincoln se mueven en las borrosas líneas intermedias entre terrestres y Gente del Cielo y Raven, por ejemplo, busca definirse ahora que su pierna está paralizada.
¿En quiénes han de convertirse para sobrevivir? Es la pregunta cuya respuesta articula toda 'Los 100'. Jason Rothenberg, el showrunner de la serie, va dando trazos de esa respuesta reforzando algo tan clásico en la ciencia ficción como la creación del mundo, del entorno en el que se mueve la historia. Y aunque la sutilidad sigue sin ser su fuerte, y no todas las tramas funcionan por igual, la gran ambición que despliegan estos nuevos episodios es un punto a tener en cuenta.
¿Y qué pasa con Jaha? Ésa es una de las historias que todavía no terminan de encajar. Él sí que ha encontrado una nueva identidad, la de iluminado "profeta" de un lugar mejor llamado la Ciudad de la Luz, y que suena a una versión sospechosamente utópica de Matrix. Las verdaderas motivaciones de ALIE, y si realmente fue la culpable del holocausto nuclear que lo inició todo, aún son un misterio.
En ¡Vaya Tele! | Cinco razones para ver 'Los 100'
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