Comenzamos hoy una serie de posts especiales en los que el equipo de ¡Vaya Tele! hemos querido formar parte del juego de las listas. Ya sabemos que todas son, por definición, absurdas, reduccionistas, incorrectas y, además, están mal planteadas. Pero nos gustan, qué le vamos a hacer.
Además, sirven para algo más importante que clasificar y ordenar: son una buena guía para recomendar cosas, para que alguien nos diga "eh, esto te lo estás perdiendo". Así que éstas son nuestras series favoritas de la década que se nos va (y, de momento, las mejores del siglo XXI).
50. Kings
Tuvo la mala suerte de estrenarse un mal día y en una mala época para la NBC, porque si no seguramente estaría unos puestos más arriba y no habría sido cancelad a las primeras de cambio. 'Kings' no es una serie fácil de vender y mucho menos de seguir, pero derrocha calidad en todos los aspectos: guiones soberbios y poéticos, buen reparto y una producción de escándalo, con escenarios muy bien recreados y a la altura del resto de la serie.
Pero si algo engancha es su historia. Inspirada vagamente en la historia de David y Goliath, 'Kings' tiene lugar en un reino imaginario en la época actual. David, un chico de una familia de clase baja, se ve de pronto inmerso en un mundo de poder y altas esferas tras salvar al hijo del Rey Silas. Un Rey que esconde sus propios secretos y que no lo tiene nada fácil para gobernar una nación en guerra.
Una escena: David mirando al infinito y alzando los brazos cuando un grupo de mariposas dibujan en su cabeza una corona, mientras el Rey observa en la distancia y se da cuenta del futuro que le espera. (Kyra)
49. Bored to Death
Ha sido la sorpresa de la temporada y tiene el honor de ser una de las pocas series estrenadas este año en ocupar un puesto en este top. 'Bored to Death' es una serie creada y guionizada por Jonathan Ames, un novelista neoyorquino. El protagonista es él mismo (interpretado por Jason Schwartzmann) un escritor bloqueado que tras la ruptura con su novia decide darle un poco de color a su vida ofreciendo sus servicios como detective privado. Su jefe George (Ted Danson) y su mejor amigo Ray (Zach Galfianakis).
'Bored to Death' tiene momentos de todo tipo, situaciones extravagantes y diálogos que destilan genialidad por los cuatro costados en una comedia que ahonda en el patetismo de sus protagonistas en una lucha por añadir algo de sabor y emoción a sus vidas.
Una escena: Probablemente los desvaríos de George y Ray en el coche mientras Ames tiene el encuentro con la chantajista. (Albertini)
48. United states of Tara
Tony Collette es Dios y ‘United States of Tara’ es su milagro. Más allá de la marcas de Spielberg, que da brillo y esplendor, Diablo Cody escribe como con venganza. Tara y todas sus personalidades ponen en jaque a la sociedad americana de los barrios residenciales, esa que abunda en los centros comerciales y que se jacta de la perfección hipócrita de los jardines cuidados y las banderas ondeantes. Cada sociedad tiene su demonio y Tara los encarna a todos. Su familia es una tabla de salvación, el oasis de imperfección que todos necesitamos para seguir adelante.
Huyendo de la conmiseración del drama y adentrándose en el humor negro, ‘United States of Tara’ profundiza con lucidez insultante en las heridas del mundo actual, de una sociedad dividida por los privilegios y asentada en las bases de la regla y la normalidad. No hay redención posible y viendo la serie podemos reconocernos a nosotros mismos en los personajes que juzgan y condenan. Tara y su familia son los vecinos que no querríamos tener pero las personas que nos gustaría ser. Esa paradoja es la que produce la fractura y la que hace que esta serie sea imprescindible.
Una escena: Cuando Tara se convierte por primera vez en animal nocturno, se mea sobre la cama en la que duermen sus padres y el marido de Tara les hace creer que su suegro ha perdido el control de los esfínteres. Sublime. (Ruth)
47. Torchwood
Puede que tenga unos efectos especiales malos (o malísimos si nos fijamos en su primera temporada), pero este spin-off de 'Doctor Who' tiene su encanto. Con un estilo considerablemente más adulto que su serie madre, 'Torchwood' nos cuenta las aventuras Jack Harkness y su equipo, que se dedican a vigilar la "fisura" espacio-temporal que hay en Cardiff y todo lo que llegue a la Tierra a través de ella.
La progresión que ha tenido esta serie a lo largo de sus tres temporadas ha sido importante. De una primera con capítulos totalmente prescindibles, pasando por una segunda algo más interesante hasta una tercera que, compuesta tan sólo de cinco capítulos y bajo el título 'Children of Earth', le ha servido para consolidarse y alejar el aire a producción barata que destilaba en sus primeros episodios.
Una escena: La forma épica e inesperada con la que acaban con algunos personajes al final de la segunda temporada. (Kyra)
46. Little Britain
La comedia ácida e inteligente siempre ha sido uno de los puntos fuertes de los ingleses y, sin lugar a dudas, su mejor exponente durante la pasada década es ‘Little Britain’. En ella encontramos incorrección política, personajes llevados al límite, momentos tan surrealistas como perturbadores y que muchas veces rozan el límite del mal gusto. Se trata de una serie repleta de metáforas sobre la vida moderna con unos capítulos en los que la carcajada es constante.
‘Little Britain’ puso en el punto de mira internacional a Matt Lucas y David Walliams, que crearon unos estereotipos desagradables, casposos –al estilo inglés, claro-, pero a su vez encantadores que suponen uno de los mejores retratos a corazón abierto de la sociedad británica de nuestros días y, por extensión, también de la europea.
Una escena: Cuando Vicky se consigue un novio de raza negra y explica de forma hilarante que estaban haciendo bebés. (Susana)
45. Life on Mars
Esta serie de la BBC ha conocido posteriormente varios remakes (incluyendo uno en Estados Unidos y otro en España), pero ninguno ha tenido el calado que tuvo la original, que ya contaba con un punto de inicio lo suficientemente intrigante. Su protagonista, el detective Sam Tyler, tiene un accidente en 2006 y se despierta en 1973 sin saber si está soñando, muerto o en coma. Sus creadores afirman que lo único que querían hacer era una serie de policías como las que ellos veían cuando eran pequeños en los 70, pero lograron bastante más gracias especialmente a unos personajes memorables (Gene Hunt llegó a ser tan grande, que hasta tiene su propio spin-off, 'Ashes to ashes').
Tyler se siente tan fuera de lugar como el protagonista de la canción de David Bowie que da título a la serie, y sus intentos de averiguar qué le pasa y volver a su tiempo servirán, cómo no, para enseñarle más cosas sobre sí mismo. Además de que el choque entre su bagaje cultural del siglo XXI y la cerrazón mental de algunos de esos policías de los 70, clásico en las historias de viajes temporales, da para algunos momentos muy logrados.
Una escena: El momento en el que Sam Tyler despierta tras el accidente y empieza a descubrir ese mundo de 1973 define toda la serie. (Marina Such)
44. Doctor Mateo
El estreno de ‘Doctor Mateo’ se acogió en líneas generales con escepticismo, como pasa con muchas de las ficciones nacionales y, en este caso, las referencias a otras series del mismo corte, con personaje fuera de su ambiente, le acosaban. Pero el tiempo ha puesto las cosas en su sitio y la serie se ha consolidado en la parrilla demostrando que sí, que hay ideas, y que la ficción nacional puede y debe encontrar modelos de financiación que le permitan salir del decorado y mostrar historias en terrenos reales, reconocibles e integradas en los guiones.
Gonzalo de Castro ha sabido sacudirse etiquetas anteriores y ha sido capaz de conectar con el público gracias a un personaje tierno, inteligente y, sobre todo, imperfecto, acuciado por problemas reales. La coralidad de la serie, medida hasta el extremo, ha contribuido a crear un ambiente de cercanía y cada espectador puede sentir que forma parte de ese pueblo. Los problemas médicos, son esa trama de suspense, se hilvanan con lo emocional y funcionan a la perfección. Hacía tiempo que ninguna serie española conseguía generar tal sentimiento de pertenencia entre los espectadores.
Una escena: Cuando Adriana espanta a las vacas en el noveno episodio de la primera temporada. Si se mira bien la secuencia se puede ver cómo se les escapa la risa. (Ruth)
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