He viajado por todo el mundo. Y donde quiera que vaya, la gente me habla del Dios verdadero.
Hace unas semanas que terminó la segunda temporada de ese universo fantástico creado por George R. R. Martin y recreado para televisión por el canal HBO, pero las conversaciones respecto a sus giros, a sus personajes, a la evolución de sus historias no deja de crecer. En las tertulias cerveceras de amigos se van sumando nuevos miembros que ya han sido espectadores de ese ‘Valar Morghulis’ que cerró la temporada y que tienen mucho que opinar respecto a un asunto u a otro.
Muchas veces se ha dicho que ‘Juego de Tronos‘ es una historia compleja, llena de matices, metáforas y dobles sentidos que podría entenderse como la recreación esmerada de una sociedad en la que cada pequeña o gran piedra juega su papel fundamental. Hemos visto guerras entre reyes, intrigas palaciegas, traiciones y alianzas pero también un poder religioso que cada vez se manifiesta con más fuerza y que está latente en muchas de las decisiones por las que optan los personajes.
Nuestros personajes están ampliamente imbuidos de un sentido religioso: los juramentos, los rezos, las invocaciones. Es ampliamente entendible que en una sociedad como la que recrea la serie (con connotaciones medievales) los elementos religiosos marquen sí o sí la vida de las personas, pero en ‘Juego de Tronos’, los autores están sabiendo deslizar esa savia mística de una manera que, en ocasiones, puede pasar desapercibida pero que no sólo tiene peso ahora sino que augura muchos conflictos derivados de su omnipotente presencia.
Los Dioses del Norte
En Invernalia, en el que ejercían su gobierno los Stark (ya veremos qué pasa ahora), bajo el símbolo del lobo huargo, se adora a los viejos dioses. Parecen rescoldos de un momento de la historia más primitivo, en el que la naturaleza era fundamental, respetada y adorada, porque de ella nacía la vida y el sustento para los seres humanos, que trataban de vivir en armonía con ella. El bosque de los árboles es el lugar sagrado, un sitio sin elementos “artificiales” como altares o estatuas, en el que lo vegetal crece sin ser perturbado y donde los fieles van en busca de reflexión y paz.

El árbol arciano es el elemento fundamental. Un árbol blanco en el que la corteza y la savia roja ha “tallado” rostros que humanizan o más bien, deidizan, a estos vegetales. Un elemento que es mostrado en los mismos créditos de la serie y al que, por ejemplo, vuelve el maestre Luwin poco antes de morir, en busca de la paz que ha de llevarle hasta la muerte. ¿Cómo se interpreta esta relación religiosa con los elementos del bosque? Tal vez a alguien pueda recordarle, girando la vista a nuestra propia historia como humanidad, a esos dioses primitivos que encarnaban elementos de la naturaleza: la lluvia, la tierra, el viento… con los que no aún no se habían establecido ciertas relaciones de poder oxidadas y corruptas.
La gente del norte no tiene sacerdotes, nadie tiene el poder de interpretar el deseo divino, y la tradición y los valores se transmiten de manera oral, de padres a hijos, sin intermediación de otro hombre que pueda anteponer su deseo o interés. Los dioses del norte son un primer signo de diferencia entre Invernalia y los otros seis reinos, como bien parece indicar el juramento que Jon Nieve hace ante el arciano, el árbol corazón, cuando pasa a formar parte de la Guardia de la Noche.
El culto a los Siete
En la capital, Desembarco del Rey, y en la mayoría de las tierras de Poniente, la religión está centrada en los Siete, siendo ésta la religión preponderante. Los Siete parecen identificarse con los siete rostros o aspectos que tiene una misma deidad: la Madre, el Padre, el Herrero, la Doncella, el Guerrero, la Vieja y el Desconocido. ¿Sabéis de alguna religion que diga que su dios es uno y a la vez trino y que nos hable del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
Todo lo que rodea a los Siete está fuertemente organizado e institucionalizado. Tienen templos: los septs; tiene preceptos, que incluyen todo lo que está prohibido y es pecaminoso de cara a los dioses, y tienen un Papa, perdón, un Septón Supremo, cuyo poder es tal que es capaz de anular el compromiso matrimonial entre Sansa y Joffrey sin que de ello resulte la más mínima mácula para el rey Baratheon.

¿Realizan el autor y los guionistas una crítica al sistema religioso que nosotros mismos vivimos? Pues a mí me la impresión de que sí. Los Septones son hombres cercanos al poder, que suelen contar con el favor y la amistad de los altos cargos de la “administración” y que deben pleitesía a sus amos, que no son, como algún ingenuo pudiera pensar, los Siete. Tal vez uno de los momentos más simbólicos respecto a este punto sea la muerte de Eddard Stark, el hombre acusado injustamente de traición, que es llevado al lugar sagrado, al Sept de Baelor, en el que está establecido que no puede correr la sangre por ser un sitio santo y en el que, curiosamente, rueda su cabeza. ¿Ha dado el clero la espalda a sus verdaderos dioses? En ese caso, ¿son sus nuevas divinidades el poder y el dinero?
En ¡Vaya Tele! | ‘Juego de Tronos’: fuego, vida y muerte en una gran segunda temporada
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23 comentarios
Mobius
Destacar que los Dioses del Norte: los Dioses Antiguos, son también los de lo salvajes de más-allá-del-Muro
Chupamel Piene
¿Soy el único que ha leído en la imagen "Juego de Ron"?
202183
Éste es uno de los temas que más me gustan de la saga, la verdad. El hecho de que el poder del Dios Rojo sí que se manifieste, que los Antiguos Dioses tengan una base real y que los Siete solamente tengan una influencia "política" en forma de septones...
Isart
Las analogías de esta serie con nuestra sociedad son más viva que nunca, y este tema es otra muestra de ello. Quién no quiera verlo tiene un problema. Por eso es tan buena Game of Thrones, ¿fantasía? Sí, pero va de la mano con lo que es la vida.
387359
Los dioses del norte también ha manifestado su poder, de hecho. De forma mucho más velada que R'hllor, vale, pero los han manifestado.
Bran y sus sueños, vaya, yo lo interpreté por ahí, como un regalo de los Viejos Dioses. Yo tengo claro que todos los dioses de Tronos son reales menos los 7, que son broza xD.
Sokar7
George R.R. Martin, ese maldito genio
Alkar
En la antigüedad, también hubo órdenes militares que se fundamentaban en la fe en los Siete.
Y sobre los Dioses Antiguos, en Danza de Dragones encontraréis mucha información sobre el origen de los árboles arcianos, los bosques sagrados, y los Niños.
srbokeron
Todo comentais R'hllor el dios Rojo, pero no os olvideis del dios ahogado que también ha salido ya en la segunda temporada aunque muy matizado, lo que esta muerto ya no puede morir!
je.re.94064
También se ha visto la religión del Gran Pastor, aunque no se haya hecho hincapié en ella. Por ejemplo, en el capítulo donde Khal Drogo resulta herido y esta sentado en un trono con la cabeza de un macho cabrío a su espaldas. Mirri Maz Duur, la sacerdotiza cordero que salva Dany, practica ese culto. Y luego esta Jaqen, con su cambio de cara, que se supone que todo eso tiene que ver de algún modo con el Dios de Muchos Rostros de la Casa de Blanco y Negro en la ciudad de Bravoos, aunque en la serie tocan eso muy de pasada, y preparando el terreno.
seduerey
Falta también el "dios de la luz" que me recuerda bastante más a los primeros católicos que los nuevos dioses, que me parecen bastante más parecidos a la mitología romana (Atenea naciendo de la cabeza de Zeus, así que era tanto Zeus como Atenea a la vez)
hrakkar
La cosa es que la serie no le da ninguna importancia a Bran y en él hay mucho de los viejos dioses y de los albores del tiempo.
jose luis
Cuando veremos rodar la cabeza de ese niñato "rey" déspota.
searx
¿Pero por qué el letrerito de peligro Spoilers?
abril.reyes
Todo eso es muy interesante junto con lo de la magia y las cosas que no creeríamos que Varys dice que vio hace tiempo.
A mí me intriga la Bruja y su poder sobre Stannis la cual creo parece como sacada de una Secta...