Estaba convencido de que NBC iba a cancelar 'Community' tras su poco conseguida cuarta temporada --ya os hablé de ella tras la emisión de sus primeros episodios y mi opinión sobre la misma apenas cambió con los que vinieron después--, pero me equivoqué. Eso sí, fue la noticia del regreso de Dan Harmon a su serie lo que me hizo tener esperanzas en que 'Community' podía volver a ser esa serie siempre disfrutable y con unos chispazos de genialidad al alcance de prácticamente nadie más.
No obstante, tenía dos grandes miedos, ya que siempre he sido un gran seguidor del personaje de Pierce --sé que muchos seguidores de la serie le odiaban, pero no es mi caso-- y también tenía mis dudas sobre cómo afectaría a la serie la marcha de Donald Glover. Ambos se han dejado notar, sobre todo la ausencia de Troy, pero no tengo del todo claro que hayan terminado de ser el factor más determinante para que la quinta temporada de 'Community' haya sido la más irregular de la serie, habiendo espacio para gags hilarantes y algún capítulo muy inspirado, pero también para otros episodios en los que la indiferencia era el sentimiento dominante.
Luces y sombras de la quinta temporada
El principal reto al que se enfrentaba Dan Harmon era la necesidad de recuperar la frescura de la serie y arreglar todo lo que creyese conveniente de la relación entre los personajes establecida en la anterior temporada. Eso es algo, como ya bien comentó mi compañera Adriana, que la quinta temporada de 'Community' consiguió durante sus dos primeros episodios. Ninguno de ellos era tan brillante como los mejores capítulos de la serie, pero eran un caldo de cultivo prometedor para lo que vendría después. Sin embargo, no ha habido la continuidad necesaria, en especial tras la forzada marcha de Donald Glover.
Es Abed quien más se ha visto perjudicado por la ausencia de Troy, ya que formaban un dúo dinámico tan singular y efectivo que se había convertido en uno de los grandes centros de la serie. Sin embargo, 'Community' ha sufrido una irregularidad general en la que el auténtico problema no era ese, sino, entre otras cosas, el limitado interés de Hickey, personaje al que empezaron utilizando bastante bien, pero que acabó resultando una presencia un tanto forzada que nunca llegaba a encajar del todo bien dentro de la dinámica de personajes.
Más afortunado, aunque funcionando más a base de chispazos que por su efectividad general, es el aumento de importancia del profesor Duncan, viéndose mucho más cómodo a John Oliver en el papel que a un Jonathan Banks que nunca ha terminado de integrarse. Eso sí, este aumento de importancia de los profesores, bastante desatendidos hasta ahora, se ha traducido en una notable pérdida de importancia del resto de estudiantes de Greendale. Un error importante si me preguntáis a mí, ya que posiblemente el mejor episodio de la temporada es aquel en el que tienen mayor presencia --el de la app-- y también aportan mucho cuando Harmon se acuerda de ellos --los momentos musicales del último episodio con Starburns--. Soluciona a medias un olvido creando otro.
'Community' a medio gas
Probada estaba la querencia de Dan Harmon hacia los episodios gimmick, es decir, aquellos con algún tipo de recurso muy inusual con los que busca conseguir algo muy muy concreto, normalmente relacionado con el desarrollo de los propios protagonistas. De eso también ha habido en la quinta temporada, pero en ocasiones ha dado la sensación de estar forzando un poco más de lo habitual para conseguirlo. El mejor ejemplo de ello está en la reaparición de 'Dragones y Mazmorras' en un capítulo que sí nos dejó algún momentazo --todas las interacciones entre Jeff y el decano, en especial la "muerte" de este último--, pero que en líneas generales daba la sensación de utilizar lo mismo, pero con mucha menos fortuna.
También hubo espacio para la irregularidad en los episodios que podríamos llamar más normales, siendo el séptimo la mejor prueba de ello, pues ninguna de las dos grandes tramas funcionaba, en especial la protagonizada por Abed y Hickey, la cual hasta casi parecía ajena a la propia serie y era también una prueba más de lo mucho que Abed necesita a Troy para estar a su máximo nivel. Esto es algo que uno está dispuesto a olvidar porque hay otros capítulos mucho más inspirados --hay quienes solamente destacan los delirantes anuncios en 'G.I. Jeff', pero a mí me parece que da bastante en la diana a la hora de profundizar en el personaje interpretado por Joel McHale-- y también porque el arte de Harmon para las referencias y no dejar títere con cabeza --demoledores todos sus apuntes sobre NBC en la season finale-- permanece intacto.
Ahora sólo queda por ver si realmente vamos a tener sexta temporada, algo en los que sus implicados están poniendo mucho empeño. Quizá entonces se consiga una tanda de episodios algo más equilibrada --aunque del todo es una quimera en una serie como 'Community'-- antes de despedirse por la puerta grande con esa película que todo fan de la serie está deseando que finalmente se haga.
En ¡Vaya Tele! | Dan Harmon no se corta con las pullas en el regreso de 'Community'
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