Creo que muchos de nosotros teníamos una insoportable curiosidad porque empezara la cuarta temporada de 'Homeland' y averiguar por dónde respiraría la serie. El final de la tercera temporada supuso una auténtica revolución, un apocalipsis que algunos acogieron con disgusto, pero que ahora parece justificado por el inicio de esta nueva vida que estamos presenciando. 'Homeland' ha pasado a ser una serie nueva, sin Brody ni su familia, sin la enorme carga que un personaje tan marcado tenía, pero, a la vez, mantiene a Carrie, a Saul, a Quinn, y todo su bagaje. Nosotros ya les conocemos muy bien, y aunque se enfrenten a nuevos retos, siguen siendo los personajes de siempre, y eso, para el espectador, es una estupenda noticia.
El inicio de la temporada, que ha "depurado" la serie como el que toma esos batidos detox para limpiarse, me ha parecido muy prometedor, emocionante y brutal. Para mí, es una alegría reencontrarme con una serie que yo creo que es necesaria por todo lo que cuenta, como 'The Good Wife', o 'Damages' o 'The Wire' o todas esas grandes, que nos hacen temblar y no sólo pasar un rato entretenido.
Todo comienza y todo sigue
Me gusta mucho de 'Homeland' cómo nos cuenta los entresijos de un mundo en perfecto desequilibrio, de forma austera y sobria y cómo aún así, consigue introducir elementos simbólicos y casi poéticos, como esa mirada en la que se encuentran, cada uno en su lado de la puerta, Aayán y Carrie. Aayán, por cierto, parece que tendrá un camino primordial en esta cuarta temporada, y casi le podemos adivinar como la próxima víctima de un meollo que apenas está tejiéndose.
Por cierto, ¿es Quinn el próximo interés romántico de Carrie? Parece que cualquier producción comercial no puede funcionar sin el simpar elemento amoroso. La relación de estos dos personajes se ha estrechado porque se encuentran en su soledad, en su tortura interior y en su culpabilidad. Son los compañeros perfectos porque sufren carencias similares. En fin, veremos cómo evoluciona, y a lo mejor soy yo que ya veo más allá de lo que las imágenes muestran.
Por último, no puedo dejar de hacer mención a una de las secuencias más polémicas: la del baño de ese bebé que es casi grotescamente idéntico a Brody. Carrie es una heroína, un personaje que nos arrolla con su fuerza, pero eso no quiere decir que sea la mejor madre del mundo, más bien lo contrario. Cargar con una hija no entra en sus planes, y huye de ese bebé porque huye del afecto. La secuencia fue demoledora y arriesgada pero, personalmente, no me chirrió.
En ¡Vaya Tele! | 'Homeland', una temporada notable para una serie de sobresaliente
Ver 8 comentarios