Recuerdo la primera vez que vi a 'Las chicas Gilmore', fue en La 2, no estoy seguro si en el contenedor En Serie o en alguna de las reposiciones vespertinas, y mi proceso mental fue el siguiente: "¿Qué es esto, dónde han puesto mi serie y por qué esta mujer no para de hablar?". Pero ahí estaba, una serie que iba sobre nada y a la vez sobre todo. Las Gilmore son la vida misma y recientemente hemos podido volver a Stars Hollow con 'Las cuatro estaciones' aka 'Un nuevo año' ('A Year in the Life')
Amy Sherman-Palladino manejó durante siete temporadas las vidas de Lorelai (Lauren Graham) y su hija Rory (Alexis Biedel) con todo lo que puede pasar en una relación materno-filial en la que también son "besties" y en la que se suceden litros de café y conversaciones repletas de referencias sobre situaciones que van delante y atrás en el tiempo. A modo de homenaje estos días en ¡Vaya Tele! nos hemos reunido los editores para presentaros nuestros episodios favoritos de 'Las chicas Gilmore'.
'Red light in the wedding night' (2x03)
El hecho de que 'Las chicas Gilmore' vaya "sobre la vida" hace que pocas cosas en la serie ocurran porque sí. Las acciones y pensamientos de los personajes se van conformando a lo largo de los episodios y, como gente civilizada que somos, hay resortes en nuestra cabeza que terminan activándose. Uno de los primeros episodios de la serie que muestran que todo lo que ha ido construyendo se puede esfumar.
En el final de la primera/principio de la segunda ('Las chicas Gilmore' tienen la tradición de continuar temporadas sin apenas elipsis temporal) nos encontramos con el compromiso de boda entre Lorelai y Max. Todo parece ir sobre ruedas, salvo por las típicas pequeñas pesadillas. Pero es en este episodio, en el que la boda ya es inminente y está casi todo preparado, en el que las inseguridades, esas dudas omnipresentes, estallan.
Un episodio que, aunque con ese terremoto de emociones, se ubica bastante en la línea de la serie y que presenta algunos de los momentos más álgidos de Dean, que intenta "educar" a Max en el "gilmorismo". Además, un semáforo rojo (decisión de Taylor) que decide dejarnos en suspense. (Albertini)
'They shoot Gilmores, don't they?' (3x07)
Stars Hollow era conocida por sus festivales y eventos un poco pasados de rosca, en los que todo el pueblo participaba y en los que, casi siempre, ocurría algo realmente importante en las vidas de las chicas Gilmore protagonistas. En este caso, se trata de un maratón de baile a lo 'Danzad, danzad malditos' (cuyo título original, 'They shoot horses, don't they?', parodia el título del capítulo) cuyas reglas son mantenerse durante 24 horas en la pista, y que Lorelai está empeñada en ganar para fastidiar a Kirk.
Lo importante aquí es que Rory coincide en el maratón con Dean, aunque hace tiempo que le aburre estar con él y le atrae bastante más Jess, y que la seriedad de esa situación contrasta con el evidente absurdo que la rodea en ese baile cada vez más desquiciado y excéntrico. Cuando todo el pueblo se toma muy en serio algo que resulta ridículo, 'Las chicas Gilmore' conseguía sus mejores momentos. Y también los lograba cuando soltaba una bomba emocional que, a simple vista, parecía venir de ninguna parte, aunque no era así.
Ese contraste, del desastre inminente que se cierne sobre Rory, y de las tontunas de Lorelai y Kirk por ganar el maratón, va funcionando lentamente, por acumulación, hasta que llega a su cenit al final del episodio, que deja uno de los momentos más icónicos de toda la serie: Kirk da vueltas triunfales alrededor de la pista mientras Lorelai consuela, justo en el centro, a Rory. El equilibrio entre la comedia y el drama, entre los asuntos triviales a los que se da demasiada importancia, y los grandes problemas que no ven con la suficiente seriedad, era el rasgo definitirio de 'Las chicas Gilmore', y en este episodio tiene su mejor ejemplo. (Marina)
Raincoats and Recipies (4x22)
El cierre de la cuarta temporada marca un hito en las vidas de las protagonistas. Es un capítulo álgido para Mami Gilmore, que por fin ve su sueño hecho realidad cuando el Dragonfly Inn abre en forma de fin de semana especial para los habitantes de Stars Hollow, que campan por ahí regalándonos momentos muy divertidos. Lorelai también ve una resolución en su tira y afloja con Luke: parece que por fin se convetirán en pareja tras ese primer beso.
Para Rory, el hito es más agridulce. Pierde su virginidad con Dean, ambos obviando conscientemente que él está casado. Rory es un personaje que provoca antipatía en muchos espectadores pero es en este tipo de momentos en los que se muestra que simplemente es coherente con su edad. La aplicada inteligentísima Rory es tan inmadura y está tan perdida como cualquier adolescente. Y comete errores. Está convencida de que tiene derecho a que todo salga como ella espera, y se cree dueña de Dean porque él se enamoró primero de ella.
Cuando se topa con la mirada de juicio y reprobación de su madre, ese hito que ella creía ideal se desmorona. “Te odio por arruinarme esto”. Pura adolescencia. Raincoats and Recipies (Impermeables y recetas en español) es un episodio que en solo 42 minutos consigue manejar todas estas tramas, equilibrando los momentos más felices y emotivos con los cómicos y los dramáticos. (Adriana)
'You Jump, I Jump, Jack' (5x07)
Ay, nuestra Rory, qué mayor se nos había hecho que ya estaba en la universidad. Como viene siendo habitual en 'Las chicas Gilmore', las actividades de toda índole estaban a la orden del día. Juegos y pasatiempos de todo tipo llenaban la rutina más cotidiana de los habitantes de la ficción. Así que si hablamos de esas sociedades secretas de las universidades americanas que hacen todo tipo de actos de iniciación, la cosa no se podía quedar corta.
Viajamos con Rory por ese carrusel de emociones que supone descubrir un nuevo amor en alguien que pensabas que, directamente, no ibas a soportar. Logan es uno de nuestros favoritos por esa fascinación que consigue ejercer con su mirada oblicua. Bueno, y por otro lado, Lorelai lleva a Luke a su primera cena con sus padres, con ese Richard, y sobre todo, con la gran Emily. Casi nada. (Noelius)
'Friday night's alright for fighting' (6x13)
"Mira, yo lo veo así. Tus abuelos y tú estáis en una encrucijada. Un precipicio, si quieres. Ellos son los Puentes de Madison y tú eres Meryl Streep".
Lorelai Gilmore
Como en cualquier serie cuya grandeza reside en los pequeños momentos cuesta elegir un sólo capítulo que la represente. Pero en 'Friday night's alright for fighting' asistimos a varios hitos; por un lado, Rory se enfrenta por primera vez a Richard y Emily Gilmore al dejar que sea su padre quien le pague la universidad. Y en esta familia, no seguirle la corriente a Emily es un sinónimo de madurar. Incluso Lorelai demuestra ser más adulta en la relación con sus padres, actuando de intermediaria entre ellos y su hija. Pese a la compleja relación que mantiene con ellos, quiere que Rory sea la Lorelai que nunca tuvieron.
Todo ocurre, como no, en una de esas cenas de los viernes, precedida de un improvisado relato de terror; Lorelai y su verborrea impagables, como siempre. Pero en esta noche de viernes nada es normal: los Gilmore evitan la conversación con excusas surrealistas (Emily está pintando un paisaje lunar en el patio "a 4ºC") hasta convertir la escena en un momento paródico. Cuando al fin las emociones afloran, pasan del reproche a la carcajada (y viceversa) en la que es para muchos la mejor escena de la serie, ever.
El enfrentamiento con Richard y Emily no es el único momento del episodio en el que Rory demuestra que ya es una adulta. Ya llega a la cena después de haber salvado la edición del Yale News tras el desmoronamiento psíquico de Paris Geller, su némesis (y ese personaje tan necesario para Rory) que se ha aislada del mundo en su cubículo haciendo gala de su psicopatía. Por cierto, también es el mejor episodio de Paris. (Lorena Papí)
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En ¡Vaya Tele! | 12 razones para reengancharse a 'Las Chicas Gilmore'
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