Uno de los estreno de HBO para este otoño es... sí, 'Westworld', pero también 'Divorce', una serie en la que muchos esperan reecontrarse con Sarah Jessica Parker después de otra mítica ficción de la cadena: 'Sexo en Nueva York'. Y es que, aunque han pasado 12 años desde el final de las chicas que bebían cosmopolitan y lucían Manolos, resulta imposible no buscar las conexiones.
'Divorce' es una creación de Sharon Horgan que se encuentra en ese extraño y suculento limbo de las comedias que no parecen comedias. La serie se fundamenta en la cotidianidad, en la vida de una pareja que lleva tanto tiempo junta que ya no sabe si se siguen queriendo o, simplemente, están enganchados el uno a la estabilidad que le ofrece el otro.
Los toques de humor
Llena de diálogos certeros y en los que es fácil reconocerse, 'Divorce' despunta con algunos toques de humor un tanto bestial que nos soprenden cuando menos nos esperamos. Imposible no hablar del final de la fiesta de cumpleaños de Diane, cuando saca la pistola, apunta a todos, provoca un infarto en su marido...
'Divorce' se ve muy bien, es clara, dinámica, entretenida y nos habla de una realidad que puede no ser tan emocionante como la de las naves espaciales o los futuros distópicos pero que nos ataca directamente a lo que somos como personas y a lo caprichosos que nos podemos volver. Cuando tenemos estabilidad, queremos emociones fuertes y cuando tenemos esas emociones, añoramos la estabilidad que antes disfrutábamos.
Antes he mencionado cierta conexión con 'Sexo en Nueva York' y es que no puedo evitar sentir que las chicas de la serie son las divinas protagonistas pero pasadas por el tamiz de la familia, la cotidinidad y la frustración. No sólo Parker lleva unos modelitos fabulosos, sino que tiene a su alrededor un grupo de mujeres con las que parece que nos podemos divertir mucho, y unos hombres que tan pronto atormentan como son atormentados.
En ¡Vaya Tele! | Esta semana en tus series favoritas: 'The Flash', 'Divorce', 'Timeless' y más
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