'Lost', 'Perdidos' o 'LOST'. Como gustes. La serie que cambió nuestra forma de ver series cumple hoy diez años. Diez años desde aquel accidente aéreo, de un episodio piloto que J.J. Abrams coló a ABC como el proyecto de algo muy distinto de lo que acabaría siendo: islas que se mueven, osos polares en islas tropicales (que se mueven), un faro desde el que un ser atemporal dirige el destino de las personas, monstruos gaseosos, entre otros. Y rehuían de la etiqueta ciencia ficción...
Obviando que tuvo mejores (grandiosas) y peores (inconsistentes) etapas, que el final nos dividió (ya lo hemos debatido hasta la saciedad), los lostianos seguimos (y seguiremos) amando esta serie por todos los grandiosos momentos que nos dio, por su extraordinario uso del cliffhanger o -como veremos- esas frases para el recuerdo que perpetuó en el ideario televisivo colectivo. En mi caso, siempre le deberé haberme convertido definitivamente en serieadicta, aunque la semilla se plantara muchos años antes.
"¿Dónde estamos?"
Charlie Pace. Piloto, parte 2.
Buena pregunta, Charlie. Has dado en el clavo. Pero no sólo se lo preguntaba él, nos lanzaba el misterio a la cara y nos daba el recado de los creadores: "si creíais que esta es una serie más, estáis equivocados". En 'LOST' las respuestas podían tardar temporadas en llegar... o no llegar nunca. Qué era la isla o cuál era su función y para qué estaban ellos allí fue uno de los misterios que trataron de resolverse, mejor o peor. Y eso después de dejarnos claro qué era pura fantasía entre las múltiples teorías que circulaban sobre la isla (yo también me declinaba por el purgatorio).
Era lógico que Charlie (o cualquiera de los supervivientes) se hiciera esa pregunta después de matar un oso polar y captar una angustiosa petición de ayuda en francés que lleva más de dieciséis años transmitiéndose desde algún lugar de la isla y que alerta de que algo "los mató a todos". ¿Dónde estamos y qué nos depara esta serie? Las preguntas no habían hecho más que empezar a plantearse.
"Si no podemos vivir juntos, vamos a morir solos"
Jack Shephard. El conejo blanco (1x05)
Ante la adversidad (ficticia), en un escenario apocalíptico o, cuanto menos, en una situación que escapa al entendimiento humano, muchas personas suelen mostrar su cara más oscura. El egoísmo les domina, porque a la razón le sustituye el instinto de supervivencia: prefieren asegurar su propia vida antes que arriesgarse colectivamente.
No así para Jack, que se debe a su juramento hipocrático y a su rol de líder. "Vivir juntos, morir solos" se convierte en el lema del grupo (también dio nombre al doble capítulo de la finale de la segunda temporada). Pero no sólo significa ser capaces de convivir; también ser capaces de aceptar la muerte cuando está en juego la vida de los demás. Jack muere solo, pero sólo después de haberse sacrificado por los demás, puesto el tapón a la isla y haber reestablecido el equilibrio entre el bien y el mal. Permanecer juntos (incluso volver juntos a la isla) permitió a algunos sobrevivir al accidente y a toda la experiencia. En el caso de otros personajes, la isla exigió un sacrificio.
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Los Números (1x18)
Inevitable hacer una referencia a los números. Los números malditos, los números de la lotería, los números de serie de la escotilla, del cuentakilómetros del Camaro de Hurley, cuando podemos verlo en detalle; la secuencia de números que Desmond teclea un día tras otro, cada 108 minutos sin saber por qué. Hasta que un día decide no hacerlo, liberando la energía electromagnética que el sistema ayudaba a contener y desencadenando el accidente del vuelo 815 de Oceanic Airlines.
Los vimos por primera vez en el capítulo 18 de la primera temporada. Entonces descubrimos que Hurley había pasado un tiempo en el psiquiátrico donde aprendió de memoria esta secuencia que uno de los pacientes repite obsesivamente. Fue la primera conexión de Hugo con la isla. Mucho después supimos que a cada número le correspondía un rostro y a cada rostro una oportunidad de ser el nuevo Jacob. Y gracias a The Lost Experience, que tenían relación con la misión principal de Dharma: evitar el fin del mundo, a partir de los valores numéricos de la Ecuación Valenzetti.
"Cada uno fue traído aquí por una razón"
"Do you think we crashed on this place by coincidence, especially, this place? We were brought here for a purpose, for a reason, all of us. Each one of us was brought here for a reason."
John Locke. Éxodo, parte 2 (1x24).
"¿Y quién nos trajo aquí?", replica Jack. "La isla", contesta Locke, para el estupor del médico (y el nuestro). Para el enigmático John Locke todo era cosa del destino. Claro que él había vivido un "milagro" en primera persona y esto condicionó desde el principio su postura ante todo lo que acontecía allí.
El eterno debate entre ciencia y fe enfrentó durante toda la serie a estos dos personajes carismáticos, dos líderes que abrazaban creencias muy distintas. Para Jack, como médico y científico, no había razones, ni misiones. Estaban allí por pura coincidencia, accidentalmente. Locke se convirtió en un hombre de fe en cuanto pisó por si mismo la isla. Se entregó a ella hasta las últimas consecuencias. Jack tuvo que meter el dedo en las llagas muchas veces para creer. De hecho, fue el último del rebaño en unirse al pastor cristiano (Christian Shephard) en el momento iglesia/luz.
"Te veré en otra vida, hermano"
Desmond Hume. Vivir juntos, morir solos, parte 2 (2x24)
Esta frase tenía el sello de Desmond. La pronunció varias veces para despedirse, la primera vez de Locke, cuando éste tuvo su crisis de fe acerca de la escotilla con terribles consecuencias y Desmond salió huyendo. Pese a ésta reacción, siempre el personaje más consciente de todos, quizás porque vivió allí antes que los demás entendió antes los misterios de la isla. Quizás porque puedo sentir el poder de la isla en su propio cuerpo y tenía la capacidad de viajar en el tiempo. Por eso su papel fue fundamental en el devenir de los acontecimientos y en la supervivencia del grupo.
En el final de la cuarta temporada, cuando los seis de Oceanic se disponen a volver a casa, Desmond se queda con Penny después de reencontrarse con ella y le dedica a Jack otro de sus "Te veré en otra vida, hermano" (colega, utilizaron en el doblaje en español).
"Not Penny's Boat"
Charlie Pace. A través del espejo, parte 2 (3x24).
Si hubo un momento lacrimógeno y que aún emociona revivir es la muerte (injusta, pero apoteósica para el relato) de Charlie. Fue una muerte serena, aceptada, comprendida. Después de que Desmond le salvara la vida una y otra vez gracias a sus premoniciones, ambos entienden por fin el mensaje: Charlie está destinado a morir.
Pero lo hará para mantener la seguridad del grupo y por un bien colectivo. Era su destino estar en aquella estación en aquel momento, porque él sabía descifrar el código de las transmisiones de la Estación Espejo (era el único del grupo que sabía los acordes de Good Vibrations, de los Beach Boys). Antes de irse, aún tuvo tiempo de cumplir una misión más: alertar a los demás de que los nuevos no son quienes creen con aquel mítico mensaje que escribió en su mano.
"Tenemos que volver, Kate"
Jack Shephard. A través del espejo, parte 2 (3x24).
Probablemente, uno de los mejores cliffhangers de la serie, con el que, además, cerraban la tercera temporada, dejándonos a todos ojipláticos y boquiabiertos (algo habitual casi en cada capítulo) y odiando a los guionistas y a todo el canal ABC por hacernos esto. No sólo fue un final de temporada; fue, también, un punto de inflexión para la trama: el primer flashforward que nos anticipaba que en algún momento consiguen salir de la isla.
Pero el verdadero giro no fue ese, sino descubrir que Jack por fin había abrazado la fe. Y la muerte/sacrificio de Locke fue el detonante para que acabara confesando a Kate que había cometido un error y que la isla de la que habían conseguido salir con tanto sufrimiento era realmente su destino.
"Si algo sale mal, Desmond Hume será mi constante"
Daniel Faraday. La constante (4x05)
Porque Desmond Hume es capaz de viajar en el tiempo, como podemos ver en este capítulo. La constante es también la narración de una de las historias de amor más bonitas de la serie, quizás por ser un amor épico que ha sobrevivido a todos los estragos que la trama de 'Perdidos' hizo en él. Después de años buscándola, y ella a él, Penny y Desmond consiguen hablar por teléfono. Es esa llamada que él (desde el futuro) le dijo que haría (a la Penny del pasado). Sí, fue cuando la serie se empezó a complicar y a complicarnos la existencia con formulaciones físicas.
Daniel Faraday apareció para intentar dar "rigor científico" a lo que estaba pasando. Aunque ni él mismo podía dar crédito, no puede hacer más que creer ciegamente cuando lee esta anotación en su propio diario. Faraday, además, estaba más que destinado a la isla, teniendo en cuenta quienes eran sus padres.
"¡Funcionó!"
Juliet Burke. LAX, parte 2 (6x02)
No sólo fue la nota de ironía que se añadió a la trágica muerte de Juliet, cuando se les ocurrió volar una bomba de hidrógeno desde el pasado para hacer que nada del presente hubiera llegado a pasar y perdieron a Julie por el camino. También la oímos cuando ella y Sawyer coincidieron en ese mundo "recreado" y comenzaron a recordar quienes eran, descubriéndonos que llevábamos una temporada (pero no toda la serie, contrariamente a la opinión de Ana García-Siñeriz en el debate post-LOST) viendo muertos.
Por eso Juliet quería pronunciarla antes de morir y sólo pudo hacerlo a través de Miles y gracias a su especial don. Sin saberlo, estábamos siendo bombardeados con pistas. Juliet hablaba con un Sawyer ya muerto, al que invitaba a tomar café. Pero no lo entenderíamos no sólo hasta el final, sino hasta que nos dio tiempo a digerirlo, debatirlo y poner en común todo lo que habíamos alcanzado a comprender.
"Todos morimos alguna vez, hijo"
Christian Shephard. El fin, parte 2 (6x18)
"Todos morimos alguna vez hijo, algunos murieron antes que tu, y otros mucho después." Si hay una frase trascendental en la serie es ésta. Durante toda la temporada la serie jugó con la idea de la realidad alternativa. Quizás la idea de la bomba funcionó y habían creado otra dimensión en la que por fin eran felices y alcanzaban su catarsis. Por si a estas alturas teníamos dudas, el padre de Jack nos lo explica, dándole una especie de pasada final a todo el argumento de la serie.
Más que otra dimensión, aquello no era sino una especie de limbo. Un lugar de reencuentro. Porque, contrariamente a lo que siempre pensaron "nadie muere solo, Jack, los necesitaste a todos y ellos a ti". Fue necesario que apareciera su padre, a cuyo fantasma tuvo que enfrentarse en más de un sentido a lo largo de seis temporadas, para que Jack por fin comprendiera... y avanzara.
En ¡Vaya Tele! | Cosecha de 2004, diez años de la temporada que cambió las series
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