Los domingos de principios de temporada se han convertido en días imprescindibles para todo el seriéfilo que se precie, con al menos media docena de propuestas de seguimiento casi obligado. Y uno de estas propuestas ha sido la tercera temporada de ‘Boardwalk Empire‘ serie que sigue a Nucky Thompson (Steve Buscemi), magnate de Atlantic City y sus negocios no demasiado legales. Esta temporada venía con el lema de “no se puede ser medio gangster” y la promesa de que grandes problemas vendrían a Atlantic City, como así ha sido.
Tras los hechos de la segunda temporada nos encontramos con un Nucky restablecido en su posición, siguiendo en sus negocios prácticamente donde lo dejó. Gillian intentando lidiar con la desaparición de su hijo y todo lo que ello conlleva. Van Halden con una nueva vida en Chicago como vendedor de planchas… y, por supuesto con nuevos movimientos en las mafias locales de Chicago, Nueva York y, por supuesto, Atlantic City… todo esto en una temporada de lo más vibrante.
La temporada de Harrow

Es curioso el tema de que si obviamos la trama que rodea a Nucky Thompson y compañía, el gran personaje, la otra gran historia de la tercera temporada de ‘Boardwalk Empire‘, es la que gira en torno a Richard Harrow (Jack Huston). Harrow, el tirador desfigurado, es un personaje que desde el inicio de la serie me ha venido fascinando. Y durante la segunda temporada, con su fijación en la esposa de Jimmy, como guarda pequeños recuerdos en un cuaderno y los “trabajitos” a los que se dedica (principalmente como el hitman de Jimmy) ya empezó a despuntar.
Tras la muerte de Angela y la “desaparición” de Jimmy, Harrow pasó a vivir como canguro del hijo de estos y “ayudante” de Gillian, la madre de Jimmy, que en la mansión ha puesto en marcha un nuevo modelo de negocio, mitad burdel mitad ateneo, donde no solo se ofrece servicios sexuales sino sesiones y recitales culturales. Harrow se ve como un pez fuera del agua, sin saber muy bien cómo ha acabado donde está. Sin embargo siempre es agradable tener la certeza que tienes un plato y una cama esperándote.
En este momento de “soledad” es cuando vemos evolucionar más a Harrow, sobre todo tras terminar su camino de venganza contra quien eliminó a su amada Angela (soberbio el momento en el que habla sobre sus motivaciones con Nucky). Richard inicia su propia búsqueda de la felicidad, de sentirse realizado e incluso iniciar una familia. Puede que el desfigurado (que ya de por sí me parece robaescenas) haya protagonizado algunas de las escenas más memorables de esta tercera temporada de ‘Boardwalk Empire’, incluyendo el apoteósico final. Me atrevería a decir que es el personaje mejor escrito (o escrito con más mimo) de toda la serie.
La prisión de Margaret

Casi en el otro extremo nos encontramos a nuestra querida Margaret (Kelly McDonald). El otro extremo en cuanto a la forma de exponer su evolución esta temporada, que ha tenido pasajes que a simple vista parecían muy de rellenar para completar la duración del episodio (recordemos que en HBO sus episodios no bajan de los cincuenta minutos). Sin embargo, la escapada de Margaret en año nuevo para ver pasar a una intrépida y pionera aviadora ya nos da una pista de los sentimientos de Margaret, latentes durante la segunda temporada y que se verán explorados en esta tercera.
Como mujer “atrapada”, o más bien insatisfecha ante la falta de atención de un hombre como Nucky, Margaret encuentra una primera válvula de escape via la organización de unos cursillos sobre todo lo relacionado con la zona íntima femenina. Esto, y la continuación de su affair con Owen han sido los principales conductores de la trama con momentos espoleadores como el descubrimiento de la amante de Nucky y la consciencia total de cómo es su marido.
Gyp: el malo, la bestia

Sin duda gran parte del magnetismo de esta temporada de ‘Boardwalk Empire’ radica en Gyp Rosetti (Bobby Cannavale), el villano de esta temporada. Ya en su primera escena vemos a qué nos vamos a enfrentar: es un matón venido a más, altamente susceptible y dado en deshacerse de lo que le moleste él mismo. En lo que queda de episodio recibimos prácticamente el resto de información que necesitamos saber: es simple, algo bestia, un pelín falto de inteligencia, pero sabe perfectamente dónde está, qué quiere, y no cesará en conseguir su propósito.
En dos escenas y con no más de tres o cuatro pinceladas ya sea en forma de diálogo o en los gestos, miradas de Gyp tenemos perfectamente perfilado al personaje. Y el resto de la temporada le vemos evolucionar, aprender y como pasa de una mera rabieta por no conseguir de Nucky lo que pretendía a una guerra abierta que hará caer hasta el averno a nuestro gangster protagonista.
Nucky: como un fénix

Y, por fin, llegamos a Nucky Thompson. Parece mentira, pero si ya llevábamos veinticuatro episodios con sus andanzas, ha sido en los doce siguientes (los que conforman la tercera temporada de Boardwalk Empire) en los que hemos conocido realmente al magnate de Atlantic City. Es lo que se suele decir, que no conoces realmente a nadie hasta que se encuentre en sus horas más bajas. Durante el intento de “golpe de estado” de la segunda temporada Nucky parecía, aun teniendo media ciudad en contra y un par de intentos de asesinato, intocable.
Pero en esta tercera temporada hemos visto como los negocios turbios y toda la mafia que lo controla pasa de algo que es dirigido por caballeros a otra cosa capitaneada por gente que no tiene remilgos a la hora de actuar. Que cree que la letra con sangre entra y que no hay trato imposible siempre que no te importe mancharte las manos. Es una situación, una filosofía por llamarlo de otra manera, que supera con creces a Nucky.
Aquí vemos a un Nucky que más necesita de sus afectividades, pero no del cariño de Margaret, sino de su nueva querida, la actriz y artista Lillian “Billie” Kent (Meg Chambers Steedle). Una relación que recuerda en el fondo a lo vivido con Margaret cuando Nucky estaba con Lucy Danziger (Paz de la Huerta), la única diferencia es que Margaret supone una carga mayor… pero también una gran relaciones públicas. También vemos como en los momentos en los que más necesita a los suyos es cuando se da cuenta de que está tan absorbido por sus negocios que apenas sabe nada de sus más fieles compañeros y ayudantes.
La tercera temporada de ‘Boardwalk Empire’, más y mejor

Yo siempre he sido bastante crítico con ‘Boardwalk Empire’ y, de hecho, nunca me ha parecido merecedora de mi top 5 personal de series de hoy en día (y quizás top 10, depende del día que tenga). Sí, es muy buena. Sí, técnicamente es impecable. Sí, la dirección de actores y la dirección en general es excelente. Pero su mayor deber pendiente sigue siendo el guion y la historia.
Y no, el mantra este que se repite casi religiosamente de “siempre tarda media temporada en ir colocando poco a poco las piezas” no es excusa para que ‘Boardwalk Empire’ llegue a aburrir en su primer tramo de cada temporada. Y en esta tercera no ha sido una excepción, no tanto en las escenas concernientes a la trama principal sino en las centradas en las secundarias.
Es algo que deberían estudiar seriamente Terence Winter y Howard Korder, los principales responsables del guion de la serie, sobre todo el primero en su calidad de showrunner. En una serie que, en el fondo, es bastante coral con una decena de personajes altamente interesantes, uno tiene la sensación de que muchos de los que pululan por la serie están o bien estancados o bien desaprovechados. En este sentido nos encontramos con el prófugo Van Alden (Michael Shannon) y el ya tratado Richard Harrow como lo único destacable en cuanto a secundarios.
Ya no hablamos de lo que es la trama secundaria en sí, que sirve de vehículo para ver la evolución de los personajes y vista en conjunto lo ves todo claramente. Hablo más bien de la parte “costumbrista” de la serie, del seguimiento del día a día de sus personajes. Estas escenas chirrían por completo fruto de la dejadez de los guionistas que realizan tramas completamente anodinas (no me digáis que por muy grande que fuera cierto momento de Gillian Darmody y “su hijo” su trama en general ha sido de lo más prescindible).
Un problema que hace que el tramo final de cada temporada peque, por momentos, de efectista. Un “soltemos toda la artillería de golpe” que no hace sino hacernos olvidar del resto. Pero claro, estos últimos episodios, maravillosamente escritos, eclipsan el resto de la temporada haciendo que nos olvidemos de los defectos.

Son esos defectos, ese metraje malgastado, lo que hace que ‘Boardwalk Empire’ se quede de nuevo lejos de ser la serie redonda que está llamada a ser. Lo que hace que parezca más pretenciosa que ambiciosa, lo que no termina de hacer justicia a lo gran serie que es. Quizás estoy siendo algo duro, pero son los sentimientos encontrados que siempre tengo a la hora de ver (y posteriormente valorar) esta magnífica serie. Eso sí, ni de lejos pienso perderme la ya confirmada cuarta temporada… con un Nucky completamente renacido en el terreno mafioso, pero solo en lo demás.
En ¡Vaya Tele! | ‘Boardwalk Empire’, arrinconando a Nucky Thompson
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mackey
Ha tardado, pero al final habéis abordado la que ha sido la mejor temporada del año (sí, por encima de Breaking bad). Tras los enormes huevos que le echaron al final de la 2ª temporada, había cierto temor a que el nivel bajara en esta 3ª. Nada más lejos de la realidad. Cierto es que dicho temor era relativo, ya que el abanico de personajes que maneja la serie daba lugar a que se pudieran crear muchas tramas interesantes, pero sinceramente, yo no esperaba gozar tanto como lo he hecho esta temporada.
Por de pronto, la incursión de un antagonista de las características de Gyp Rossetti ha sido todo un acierto. Tonto como él solo, violento hasta la extenuación, ha sido una bomba de relojería desde el primer jodido plano de la temporada, brillante comienzo donde en apenas un par de minutos ya nos dibujan a un hombre peligrosísimo que no está bien de la azotea. La interpretación de Bobby Cannavale, de nominación al Emmy (aunque supongo que se olvidarán de él, como ya hicieron con el brillante Michael Pitt).
El otro gran personaje de la temporada ha sido, sin duda, Richard Harrow. Su cruzada final ha sido la hostia. Pero lo mejor ha sido su evolución como personaje, aprendiendo a aceptarse a sí mismo gracias a los sentimientos que van naciendo en él, primero por Angela (no correspondido) y posteriormente por Julia (afortunadamente correspondido).
No estoy nada de acuerdo con tu análisis final. No creo que todo tenga que ser acción, intrigas y traiciones. Los primeros capítulos no solo van colocando las piezas en el tablero de ajedrez para que todo vaya encajando a medida que se suceden los capítulos, también nos permite adentrarnos en muchos de los personajes de forma más íntima. Así, hemos asistido a los problemas de Capone con su hijo, a las ansias de un cambio en la sociedad y de respeto por la raza negra de Chalky o a la redención de Eli. También a los sueños (posteriormente truncados) de Margaret, cuya familiarización con los métodos anticonceptivos durante toda la temporada ha cobrado sentido al final. Por cierto, el recurso narrativo del 2x10, a lo 'The other woman' de Mad men, es simplemente brillante, y el efecto en el espectador, tan devastador como en la serie de Weinner.
Al margen de eso, la escritura de Winter es tan deliciosa, que me hace disfrutar enormemente de cada diálogo, cada frase que se recita en el metraje de la serie. Con esta serie gozo como con pocas lo he hecho. Para mí, LA SERIE DEL AÑO.
pbl
Pues qué queréis que os diga, yo tengo el síndrome de Stendhal cada vez que veo esta serie. Y sí, algunos capítulos puede que sean más lentos, pero lo mismo ocurría en The Wire o Los Soprano. Cuando le doy al play, personajes como Capone, Rosetti o Harrow hacen que tenga la sensación de que voy a ver algo épico.
travis_diener
La mejor serie actualmente, la escena final del 3x11 es orgásmica, bueno todo el capítulo en realidad.
rofo
Yo ya dejé mis impresiones por Respuestas.
Un resumen: Boardwalk Empire es la mejor serie que he visto.
pablollero
Tanto Mad Men como Boardwalk Empire tardan en arrancar, pero es que tienen esa filosofía, son consciente de ello, les gusta deleitarse, mimar a sus personajes, limarlos poco a poco. Si se quiere hacer un castillo de naipes, lo más importante es la base.
¿Se hacen un poco pesados sus inicios? Pues a lo mejor, depende del gusto, yo los disfruto muchísimo, me he acostumbrado a esa lenta colocación de piezas. Esto no es Homeland, en la que la trama avanza cual caballo desbocado, aquí se dibujan arcos de forma , quizás si, extremadamente minuciosa, sin los cuales, estos tramos finales no funcionarían de la forma que lo hacen.
A parte de eso, que más bien veo una simple cuestión de gustos, bastante de acuerdo con todo lo que has comentado, larga vida a Richard Harrow.
isabelha
Empezó bien y cada una de sus tres temporadas ha subido un peldaño en calidad, de pocas series se puede decir eso. Técnicamente es brillante, de lo mejor que se puede ver en antena, los actores magníficos todos niños incluidos, la trama interesantísima.... no sé porqué se le ponen tantas pegas a una serie que nos ha dado la mejor temporada del año.
dillard
¿Harrow mejor escrito que Nucky? O peor, ¿aburrida?
Albertini, que TÚ encuentres una serie con un guión y una historia impecable ABURRIDAS no es un defecto de la serie, es un defecto TUYO.
Tus gustos los deciden tus prejuicios, es algo subconsciente y para nada intelectual. El gusto se educa.
jose.puce
Boardwalk Empire es una obra maestra y esta temporada ha sido para mi la mejor temporada del año, seguida de Mad Men y Breaking Bad. Estoy en total desacuerdo con lo de que tarda en arrancar, a mi desde el primer capitulo (la presentación de Rosetti, la muerte de Manny Horwitz...) ya me tenían comiendo de su mano. Y eso de que los secundarios no están aprovechados... Esta serie para mi tiene una peculiaridad y es que su personaje principal aun siendo un gran personaje no es un Don Draper o un Walter White o un Tony Soprano, sin embargo tiene a los mejores secundarios que hay actualmente en la televisión, el GRAN Richard Harrow, Al Capone, Chalky White, los infravalorados gangsters de New York (Luciano, Lansky, Rothstein...) Gillian Darmody, Eli Thompson (esta temporada se ha redimido), Van Alden, los difuntos y enormes Jimmy Darmody y Gyp Rossety... Por cierto, si existieran premios a las mejores escenas del año, Boardwalk Empire se les llevaría todos de calle.
Warren Keffer
Vaya, otro que no se entera de lo que está viendo. Como la serie es de gangster, pues tiene que haber tiros, sino hay tiros en un episodio, es aburrida. Y como ejemplo pone una de las mejores tramas, la de Gillian Darmody y su hijo postizo, una sección indispensable para la evolución del personaje. Si no te gusta el rol, pues vale, entiendo que unos atraigan más que otros, pero decir que sobra esa parte, cuando es vital... Pues vaya tela.
La temporada, sobresaliente. La mejor del año junto a Boss y Treme, exactamente igual que el año pasado.
Pablo Sanz
Si hubiese leído ese párrafo final a mitad de la segunda temporada o antes te hubiese dado toda la razón. Sí, 'Boardwalk Empire' es de esas series que suele poner la quinta a partir de mitad de temporada, pero curiosamente con el paso del tiempo es algo que le resta importancia. Dices que hay escenas de Gillian (por ejemplo) que no están dotadas de mucho interés en comparación a otras que nos podemos encontrar de personajes más importantes, ¿verdad? Pues lo que yo he experimentado en las series con un reparto tan coral es que a medida que pasa el tiempo cada personaje empieza a brillar con luz propia, y eso la serie de Atlantic City lo hace muy bien. Igual no encontramos una escena tan intensa como al final de la temporada, pero bien sabemos que Gillian es una mujer que tiene una enfermedad respecto a su hijo James, llegando hasta el punto de buscar un "doble" de él para sus propios fines, o de convencer a su nieto pequeño de que viva en la fantasía de mundo donde ella reside. Y tal como le pasa a Gillian, le pasa a casi todo el resto de personajes que hemos visto desde la primera temporada. Quizás el agente Nelson no impone tanto como antes, pero es muy curioso ver cómo ha acabado traficando con alcohol cuando para él siempre fue un pecado capital (y a día de hoy todavía se castiga a sí mismo...).
Por el resto la verdad es que la considero una crítica muy acertada. Destacaría también a Owen porque, aunque igual su destino estaba escrito no me esperaba encontrármelo en esa caja (era muy majo cada vez que decía "aye!") y las actuaciones musicales, que gracias a Billie hemos tenido más de la cuenta y han sido muy divertidas.
jackbauer24
Nucky lo parte, y Rossetti es un jefazo...
maravillosodesgarro
Definitivamente el personaje más interesante y rico es Harrow, ojalá tengamos más. Nucky, como lo dijo su hermano, es el hombre de todos los ángulos. ¿Qué sucederá con nuestra heroína de doble moral Margaret?
tiantiand
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