Suele pasar con demasiada frecuencia entre todos los festivales cinematográficos, especialmente entre los de relumbrón como es el caso de la Mostra de Venecia. Parece que ningún título, al margen de ‘Somewhere’ de Sofía Coppola ha logrado entusiasmar de verdad. Y eso suele pasar cuando la Sección Oficial se enfrenta a títulos fuera de competición que suelen ofrecer cosas mucho más interesantes. Algo similar ha ocurrido en la presente edición del festival veneciano con el documental ‘I’m Still Here’ de Casey Affleck. Ha convulsionado de tal forma que ha convertido a su protagonista Joaquin Phoenix en la sensación más agradable, sorprendente y comentada hasta el momento.
Razones parece que no le faltan. Como bien sabemos hace algún tiempo un actor de la talla y progresión de Joaquin Phoenix, un interpreta de raza y poderosa presencia en pantalla, anunciaba que se retiraba del cine. Así sin más. ¿Y para qué? Para volcarse en una nueva etapa artística dentro del hip-hop. Suena tan descabellado como disparatado y loco. Tanto como se nos ha mostrado todo este tiempo. Demacrado, ridículo, barbudo. Joaquin Phoenix parecía poseído por eso que llaman la fama y la gloria desmesurada que suele hacer mella. Casey Affleck, su cuñado, le puso una cámara al lado durante este periplo y grabó su particular descenso al infierno. El resultado ‘I’m Still Here’ es calificado como una genialidad asombrosa que nos depara un retrato mordaz, contundente y escalofriante de Joaquin Phoenix.
Lo curioso de todo ello es que ese particular suicidio artístico, esa caída y degradación del actor vista ahora tras el documental parece un rodaje, una ficción para dar lugar a este largometraje. Bienvenido sea si realmente el resultado es tan meritorio.
Por su parte, el realizador chino Wang Bing presentó ‘The Ditch’ que fue la sorpresa que tenía preparada la Mostra. Un título sacado de la chistera que sacudió a los presentes con una dura historia de unos hombres castigados a trabajos forzados en el desierto de Gobi durante la década de los sesenta. Una brutalidad del comunismo chino de aquel momento que parece Bing ha sabido retratar con enorme crudeza. Es ficción pero muestra una porción de la realidad con total honestidad y brillantez. Otra candidata que se suma a las quinielas por el León de Oro.
Vincent Gallo era el otro nombre del día. Como protagonista (aunque también participa como como director de ‘Promises griten in water’ que se proyectará en la jornada de hoy martes) de ‘Essential Killing’ dirigida por Jerzy Skolimowski. Y, según las crónicas especializadas, la cinta de Skolimoswki (recordemos antiguo guionista de Polanski y viejo amigo del cineasta) es otra de las sorpresas agradables. Una obra sobre el instinto de supervivencia muy meritoria y también aplaudida. Por cierto que Vincent Gallo, con rienda suelta, consigue protagonizarla con un trabajo de altura y ya se postula como favorito al premio.
Por último, en una jornada la de ayer bastante intensa e interesante, se proyectaba el esperado trabajo de Álex de la Iglesia ‘Balada triste de trompeta’. Sin embargo, el resultado de la única película española en competición desconcertó a la prensa internacional. Una arriesgada mezcla de géneros, llena de referencias locales, que ha conseguido dejar contrariados a muchos de los presentes. Pero eso sí, a nadie le cabe duda de que es un título tremendamente personal, excéntrica y no exenta de enormes dosis de riesgo. Por cierto, y parece que el trabajo de sus intérpretes protagonistas Antonio de la Torre y Carles Areces es de premio.
Sitio oficial | Mostra de Venecia
Imágenes | Image.net
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