Tras la II Guerra Mundial y en pleno periodo de Guerra Fría, el cine de ciencia ficción se llenó del miedo a la bomba atómica. Godzilla, sin ir más lejos, era un monstruo creado por una mutación de este tipo, y las películas americanas de los 50 llegaban a insinuar, de manera constante, que la ciencia tenía algo de amoral, como si su consecuencia inevitable fuera la creación de monstruos y la destrucción de mundos.
Por suerte, no hemos vivido nada parecido a una guerra mundial (de momento), pero la pandemia de Covid ha dejado recuerdo y consecuencias clave alrededor del mundo, muchas de las cuales aún estamos incapacitados para aprehender: solo la historia podrá vernos con perspectiva. Y la ficción, más allá de la sorpresa inicial, que llevó a hacer cosas lamentables para salir del paso como 'Diarios de la cuarentena' o 'Corona zombies', ya está empezando a analizar y sopesar lo que realmente ha supuesto en nuestra manera de ver el mundo. 'Apagón' nace como una adaptación de un podcast anterior a todo esto, pero evoluciona como una serie profundamente postpandémica, destinada a aprender de nuestros errores y a prepararnos para el siguiente golpe. Y además, es una de las mejores series españolas de la historia. Todo en uno.
Un ambiente eléctrico
La propia serie no evita los comentarios sobre 2020: en el primer episodio, cuando uno de los personajes comenta que un apagón a escala estatal es imposible, otro contesta que también lo era una pandemia y mira cómo acabamos. Los creadores son perfectamente conscientes de que, a la hora de mostrar cinco historias del apocalipsis moderno, ya la ciencia ficción no es un género válido, porque hemos vivido una situación de alarma similar y sabemos perfectamente cómo reaccionamos. Si en el podcast original (el fabuloso 'El gran apagón') la historia terminaba derivando en sectas y otras locuras, aquí todo queda contenido en un mismo mensaje quizá algo naïf pero que no terminó de calar en su momento: las personas nos necesitamos para sobrevivir... Y solo la bondad nos hará permanecer a flote.
A lo largo de los episodios de 'Apagón' tenemos desde westerns hasta thrillers políticos pasando por terror y hasta un espacio para lo social. Nadie puede decir que sus cinco capítulos se parezcan entre sí, aunque guarden moralejas similares. Esta variedad, que juega muy en favor del conjunto de la obra, es gracias a una lista de directores y guionistas absolutamente estrella.
Rodrigo Sorogoyen, Raúl Arévalo, Alberto Rodríguez, Isa Campo e Isaki Lacuesta se han encargado de un episodio cada uno y han hecho lo que han querido con toda la variedad de medios que han necesitado. Ignoro si Movistar Plus+, cuyas series (con alguna excepción como 'Vergüenza', 'Vida perfecta' o 'Mira lo que has hecho') no terminan de tener la notoriedad que buscan, está apostándolo todo a un último intento de adquirir relevancia o es una declaración de intenciones al estilo Apple: menos, pero mejor.
Sin luces en el horizonte
Puede que haya quien desprecie 'Apagón' al compararla con 'El acontecimiento', la fabulosa serie francesa de hace unos años, pero, si bien pierde espectacularidad técnica respecto a aquella, gana en veracidad y tono propio: la variedad de géneros ayuda a tener una visión general de esa nueva sociedad, en lugar de intentar conseguir una serie con un ambiente similar y fallar de manera miserable.
La progresión de los episodios de 'Apagón' es sutil pero impresionante: empieza como un episodio de '24' y deja la sensación de que va a vivir con esta intensidad siempre, pero nada más lejos de la realidad. Poco a poco, la frustración deja paso a la rutina, y la rutina a la felicidad. La amenaza de otros seres humanos siempre está ahí, al igual que los dilemas morales o la lucha por la supervivencia, pero son temas generales en un nuevo mundo en el que cada director ha puesto toda la carne en el asador para habitar su pequeño espacio de apocalipsis.
Cierto es que no todos los capítulos consiguen mantener el nivel de calidad, y en algunos hay un ligero tropiezo, pero si el punto más bajo de una serie es una home invasion pija que habla de la lucha de clases y de la identidad adolescente en un mundo en ruinas, cómo será el más alto. Y es que incluso cuando 'Apagón' se vuelve algo obvia en el espejo con la realidad que pone en el episodio dedicado a los sanitarios sigue siendo fabulosa, creada con cariño, calidad y estilo. Cuando dicen aquello de que en España somos referentes audiovisuales, tendremos que empezar a creérnoslo.
El apocalipsis final nos pilló en un macrofestival
'Apagón' usa códigos de cine de género para contar historias muy cercanas utilizando la distopía como base, y la mezcla funciona como un tiro: lo que en otros tiempos distinguiríamos como ciencia ficción, hoy está más cerca de la realidad que nunca. Sus personajes no son los protagonistas clásicos de la historia que buscan la solución al problema, sino simples secundarios que en lugar de vivir grandes aventuras solo intentan aclimatarse y sobrevivir en un mundo que ha sufrido un revés para el que no estaban preparados. ¿Os suena de algo?
La serie de Movistar es muy poco sutil en ocasiones, y algo aleatoria en las decisiones de algunos de sus personajes, sí, pero la mayor parte del tiempo está brillando de forma resplandeciente. Durante cinco episodios se nos muestra la importancia que tiene la sociedad como conjunto más que individualmente, la esperanza de un mundo mejor, la necesidad de cerrar heridas que tenemos todos abiertas al mismo tiempo: no solo es una barbaridad de la técnica, es una serie necesaria para entender nuestro presente. Ficción vital para comprender la realidad. Como siempre.
Ver todos los comentarios en https://www.espinof.com
VER 1 Comentario