La llegada a Cannes de Julia Roberts no ha pasado desapercibida en ningún aspecto. Es una de las estrellas de 'Money Monster', la nueva película de Jodie Foster como directora y que protagoniza con George Clooney. Pero no ha sido por esto por lo que más se ha hablado de la actriz, y es que no dudó ni un segundo en atravesar las famosas escaleras del Grand Palais en un despampanante vestido negro... descalza. ¿Por qué? Como protesta al estricto protocolo del festival.
Y es que para poder acudir a uno de los pases oficiales del festival, a los que acude el director del certamen y las estrellas, con los alrededores de la alfombra roja llenas de fotógrafos, hay que seguir un dresscode: esmoquín para los hombres y tacones para las mujeres. Y llevar tacones no es nada agradable, ni cómodo, y no es nada fácil de mantener el equilibrio para subir los más de 20 peldaños de las famosas escaleras rojas. Así que, ¿por qué no poder elegir si se quiere ir con taconazo, zapato plano o descalza?
Aunque Roberts no hizo ninguna declaración al respecto -su acto lo dice todo-, la más enfadada y sin pelos en la lengua, se mostró Kristen Stewart, quien se ha paseado descalza en alfombras rojas en más de una ocasión y en Cannes no ha sido la excepción, no se cortó ni un pelo y en su paso por el certamen para presentar 'Café Society' de Woody Allen, argumentó al respecto: “Las cosas tienen que cambiar de inmediato. Es bastante obvio que si llego a una alfombra roja con un acompañante hombre y alguien me detiene y dice: ‘Disculpe, jovencita, no está usando tacones y no puede entrar’, yo diré: ‘Tampoco mi amigo. ¿Él tiene que usar tacones? Podría ser para todos”.
No es una polémica nueva. En los últimos años, las actrices de Hollywood han reivindicado su derecho a no lucir tacón de infarto, lo que no quiere decir que sean menos femeninas o glamourosas. Sin ir más lejos, el año pasado también hubo polémica en Cannes al respecto: se impidió que un grupo de mujeres accediera al pase de 'Carol' de Todd Haynes porque no lucían la altura necesaria en sus zapatos.
El Festival aseguró que era "la tradición", pero Emily Blunt -que presentaba 'Sicario' de Denis Villeneuve- también puso el grito en el cielo y declaró "es muy decepcionante escuchar cosas así, deberíamos saber que ahora que se supone que hay una cierta igualdad entre las mujeres y hombres, las mujeres no son solo objetos".
En 2003, también dio mucho que hablar la imagen de Nicole Kidman descendiendo las famosas escaleras descalza. Se dice que era una promesa que le había hecho al director Lars von Trier, con el que presentaba 'Dogville' ese año en el certamen. Obviamente, a actrices de la talla de Stewart, Roberts, Kidman o Blunt, jamás se les prohibirá la entrada en ningún lugar por ir descalzas, pero... ¿qué pasa con las demás?
Conocidas son varias polémicas donde mujeres han sido despedidas de sus puestos de trabajo por llevar zapato plano en lugar de tacones. Lo que transforma el hecho que antes era un mero aspecto estético en una cuestión de sexismo. Una de esas mujeres que perdió su empleo por llevar bailarinas, la recepcionista británica Nicola Thorp, lanzó una pregunta a sus ex-empleadores a través de la BBC: "Si ustedes pueden darme una razón de por qué usar zapatos bajos me impide hacer mi trabajo, sería suficiente para mí".
Suponemos que aún está esperando la respuesta y por eso aplaudimos que actrices como Julia Roberts o Kristen Stewart alcen la voz al respecto.
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