Seguimos aquí en Cannes, batallando con el ritmo frenético del festival para buscar momentos para escribir y publicar. Una nota preliminar: Cannes es realmente agotador.
Tal parece que la favorita para la Palma de Oro sigue siendo 'Babel', del mexicano Alejandro González Iñárritu. El filme fue ovacionado en su estreno y las encuestas entre los asistentes al festival lo favorecen. Esto, sin embargo, no es garantía de nada, claro está.
El martes pasado estuvimos en el estreno de 'Flanders', último filme del belga Bruno Dumont (L'Humanité, 29 Palms). El filme cuenta una historia de amor sui generis, entre dos personajes que parecen ser guiados por sus instintos más básicos. Con una primera parte casi contemplativa y lenta, el ritmo del filme (y el destino de sus protagonistas) cambia radicalmente cuando se topan con la guerra.
A mí particulamente me gustó mucho y fue aplaudida en el estreno, pero creo que no es la opinión general. En la proyección pudimos ver a Cuba Gooding Jr. y Harold López, uno de los cineastas que nos acompañan, se sentó cerca de Zhan Ziyi.
El estreno de 'Marie Antoinette', de Sofia Coppola, estuvo lleno de estrellas —yo, en algún me crucé con Samuel L. Jackson—, aunque como ya ha escrito Beatriz, la película no fue bien recibida aquí en Cannes.
Ayer fue el día dedicado a Venezuela y tuvimos buen público en todas las funciones. Sólo en la noche pude ver una película del festival, 'Guisi', del director Su Chao Bin, proyectada fuera de competencia. Creo que no puedo decir nada con respecto a este filme, pues salí completamente desconcertado. En algún momento pensé que podía ser una comedia, pero no, nunca escuché risas.
Esta noche iré a ver 'A Scanner Darkly', de Richard Linklater, que se presentará en la sección "Un Certain Regard". Linklater tiene otra película, 'Fast Food Nation', en la competencia oficial. Un detalle que lamento: ayer estuvo Borat (Sasha Baron Cohen) paseándose en la playa y nunca me enteré.
