El festival de Cannes sigue avanzando a velocidad de crucero y los pesos pesados empiezan a mostrar sus cartas y a recibir las primeras críticas. Parece que la enorme expectación generada por la clase y categoría de los realizadores a concurso ha cumplido y ya hay varios títulos que se postulan a ganar la deseada Palma de Oro.
Llegó Jane Campion reivindicando una mayor presencia de las mujeres realizadoras, no sólo en el marco del certamen sino en líneas generales en el mundo del celuloide. Pero lo que importaba era el resultado de su propuesta. Y parece que 'Bright Star', que es como se titula su nueva película, ha gustado. Sin llegar a entusiasmar en exceso, pero recibiendo buenos elogios. Poética, clásica, relatando profundos sentimientos, parece que Campion ha sabido crear una historia romántica sin añadirle exceso de azúcar, y no caer en lo previsible.
También llegó otro grande, el taiwanés Ang Lee que con 'Taking Woodstock' ha reconstruido el mítico espíritu hippy de los sesenta con gran inspiración y parece colocarse en el primer puesto en las quinielas. Una película que bucea en el conocido y simbólico festival de Woodstock y que ha recibido las críticas más favorables hasta el momento. Entretenida, ingeniosa, de colores psicodélicos, lúcida, parece que refleja a la perfección lo que representó aquel acontecimiento en la historia, sin necesidad de valoraciones moralistas. Exhibe un gran virtuosismo narrativo y visual y, repito, parece que ha gustado y mucho. Aunque aún tienen que verse otros destacados títulos, todo hace indicar que Ang Lee es el candidato a vencer.
El cine francés ha estado a la altura y ha presentado un título que también ha gustado bastante y, para algunos, es lo mejor que se ha visto hasta el momento. Se trata de 'Un Prophète' ('Un profeta') de Jacques Audiard, un drama carcelario que transcurre completamente en el escenario de una prisión, y resulta un cinta dura que cuenta la historia de un hombre que llega a prisión y que durante su periplo encerrado atraviesa un trayecto vital que le cambiará por completo. Violenta, cruda, natural e hipnótica son algunos de los calificativos vertidos. Pero también, reiterativa para unos y una obra maestra para otros, lo que viene a demostrar que es otro título a tener en cuenta.
Esto es lo más destacado de las dos últimas jornadas, pero no podemos olvidar que también se ha podido ver 'Thirst', la fantasía vampírica de Park Chan-Wook que no ha convencido. A pesar de su excelente arranque, la cinta se diluye en el habitual virtuosismo que caracteriza al realizador, además que se le va la mano con vampiros acróbatas.
Otros títulos que no han decepcionado son 'Precious' de Lee Daniels (que ya ganó en Sundance) y 'Air Doll' del japonés Hirokazu Kore-eda.
Vía | festival-cannes.com y Allocine
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