V for Vendetta bien podría ser la pesadilla de todo anarcocapitalista o, simplemente, de cualquier radical de la filosofía liberal que propugna la desaparición del Estado, para dar paso a una sociedad regida por las fuerzas del libre mercado. En V for Vendettael individuo ha sido aplastado por un Estado totalitario hasta tal punto, que el único camino para la rebelión personal es el terrorismo.
El pueblo no debería temerle a sus gobiernos. Los gobiernos deberían temerle al pueblo.
Según el autor del blog HD for Indies, Mike Curtis, la audiencia que asistía al estreno del filme en el marco del festival South by Southwest, estalló en aplausos ante la frase.
Sentado allí y al escuchar a la primera persona aplaudir, tuve un momento de duda en el que quería aplaudir pero no me atrevía. ¿Pensaría la gente que yo era un subversivo o algo por el estilo? ¿Me subestimaría la gente, creería que yo era una especie de fenómeno o un raro por aplaudir? Era exactamente el momento de temor del que hablaba la película: no deberíamos tener miedo de decir lo que pensamos.
No obstante, si en la ficción se describía un asfixiante futuro regido por un Estado totalitario; la realidad le depararía al público una dosis de ese totalitarismo en el presente, cortesía de las fuerzas del libre mercado. Escribe Mike Curtis:
Irónicamente, fue precisamente en este filme, y sólo en este filme en el festival, que la seguridad fue la más extrema. No se permitieron cámaras, ni siquiera las de los teléfonos móviles, en la sala, y cada persona que entró al teatro fue revisada escrupulosamente con detectores de metales. Vaya toque de ironía, que nuestro espacio personal fuera invadido y comprometido de tal forma, todo para que el distribuidor (en este caso, uno con mucho poder y dinero) pudiera sentirse seguro mientras veía un film que hablaba de los riesgos de la claudicación del poder ante la seguridad. Como resultado, el filme comenzó con una hora de retraso, ya que que sólo había 4 guardias de seguridad para revisar las cerca de 1200 personas que había en la sala.