Hasta el mes de agosto no se va a estrenar en España esta película de la que sabemos practicamente todo desde el mes de noviembre del año pasado. Una cenicienta moderna pretende dejar actualizado el famoso cuento de Perrault y utiliza para ello una fórmula que nos es algo familiar: utilizar las nuevas tecnologías y los nuevos círculos de relación social.
Tom Hanks y Meg Ryan ya lo utilizaron en "Tienes un e-mail", que no dejaba de ser un remake de "El bazar de las sorpresas" de Lubitsch. Aquí Hilary Duff ("Doce en casa","Superagente Cody Banks") interpreta a la pobre huérfana que tiene que vivir con su madrastra y sus dos hermanastras. Chad Michael Murray ("Ponte en mi lugar") es el "príncipe" convertido aquí en el muy popular delantero de futbol americano del instituto al que va ella. Pero en este caso se conocen mediante el chat. Y no es la única distinción. Carruajes, hadas, amigas, incluso zapatos son remozados en esta versión.
Una cenicienta moderna es un ejemplo más de esta moda de los remakes. En este caso es un intento de captar al público juvenil que ve películas del estilo "Una rubia muy legal" o "Princesa por sorpresa". De hecho me tengo que inclinar a pensar que el retraso en el estreno que comentaba al principio venía motivado por el deseo de no coincidir con la proyección entonces de "Princesa por sorpresa 2".
Puestos a actualizar cuentos de hadas y para que sirva de broma, decir que cuando estén completamente desarrollados los viajes espaciales, el príncipe podría venir de otro planeta y parecerse a Yoda. ¿Por qué no?