En su día ya os había hablado del rodaje de la película 'Miguel y William' a cargo de Inés París. Como os dije, los protagonistas de este film son el actor y bailarín Will Kemp, en el papel de un joven Shakespeare; Juan Luis Galiardo, como Miguel de Cervantes; Elena Anaya, dando vida a Leonor de Vibero; Geraldine Chaplin, Malena Alterio y Josep María Pou. Anaya y Kemp ya compartieron cartel en la fallida ‘Van Helsing’.
William Shakespeare (Will Kemp), un prometedor autor de comedias al que gustan tanto los placeres de la carne —y del pescao— como el aplauso del público, mantiene un romance con Leonor de Vibero (Elena Anaya), hija de un comerciante español instalado en Inglaterra. Pero la joven es obligada a marcharse a España para contraer matrimonio con un duque viudo y acaudalado. Leonor conoce a Miguel de Cervantes (Juan Luis Galiardo) y le convence, usando su capacidad de seducción y entusiasmo, de que escriba una comedia para celebrar su matrimonio con el duque. Shakespeare, que ha decidido seguirla hasta España, se presenta inesperadamente para impedir el matrimonio de su amada con el ricachón. Leonor, que hace pasar a Shakesperare por un criado, ve la ocasión de unir el talento de los dos escritores y tener una obra única.
Web oficial y trailer de 'Miguel y William'. Además de ver el trailer y consultar otra información, en la misma página, se puede participar en un concurso de videocreación y otro de parecidos razonables. Para quien ya haya visto la película, habrá otras pruebas en las que será necesario demostrar habilidades literarias.
'Miguel y William', que se estrena mañana, 2 de febrero, es la primera película de Inés París en solitario. Esta directora se dio a conocer por las películas que ha dirigido junto con Daniela Fejerman: ‘A mi madre le gustan las mujeres’ (2002), 'Sé quién eres' o ‘Semen, una historia de amor’ (2005). No es que sus películas sean perfectas, pero al menos, estas directoras intentan hacer comedias de género propiamente dichas. Parece como si hubiera una especie de vergüenza a plantearse una comedia que sea simplemente una película divertida. Está muy bien que los filmes lleven algo más que únicamente chistes, por supuesto. Pero el resultado que suele darse es que, con la intención de convertirlas en algo más profundo, se pierde la comicidad. Las películas de París Fejerman, hasta ahora, no eran divertidísimas, pero al menos sí tenían el propósito de mantener las risas de principio a fin. Veremos qué tal se desenvuelve sola París.
Vía: Warner Bros.