'Star Trek: en la oscuridad', la película

En los últimos cuatro años la rumorología alrededor de la potencial secuela de 'Star Trek' (id, J.J.Abrams, 2009) ha tenido en vilo tanto a aquellos a los que filme dejó boquiabiertos —entre los que me incluyo— como a los trekkers que recibieron la incursión de Abrams con los brazos abiertos gracias a los aires renovados que el director traía a una franquicia cuyas últimas bocanadas de mano de la nueva generación habían sido de todo menos satisfactorias. Un tiempo en el que los dimes y diretes acerca de si el realizador volvería a la saga galáctica se iban sucediendo mientras que Roberto Orci y Alex Kurtzman, los guionistas de la primera cinta, iban desarrollando ideas para el libreto junto al temido Damon Lindeloff, productor de la anterior entrega.

Y no fue hasta septiembre de 2011 cuando finalmente pudimos salir de dudas: Abrams firmaba con Paramount para una secuela que volvería a contar con el reparto de la anterior al que, en enero de 2012, y tan sólo ocho días antes de que comenzara el rodaje, se añadía la gratísima sorpresa de que el villano de la cinta sería interpretado por el grandísimo Benedict Cumberbatch, actor británico que, por si alguien ha estado durmiendo los tres últimos años, ha sido el responsable de encarnar al modernizado Sherlock Holmes en la espléndida serie de la BBC.

El argumento

Cuando a la tripulación de la nave Enterprise le ordenan regresar a casa, descubren que una imparable y terrorífica fuerza desde dentro de su propia organización ha hecho saltar por los aires la Flota Estelar y todo lo que esta representa, sumiendo al mundo en una espiral de caos y destrucción. Con una deuda personal que saldar con el responsable de tan terribles hechos, el capitán Kirk dirige una persecución por un mundo en guerra para capturar a un hombre con un gran talento para la destrucción. A medida que nuestros héroes se van viendo metidos en una épica partida de ajedrez a vida o muerte, el amor se verá puesto a prueba, las amistades se romperán y habrá que hacer ciertos sacrificios por la única familia que le queda a Kirk: su tripulación.

El director

Podría decirse que si J.J.Abrams se hubiera dedicado a otra cosa que no fuera el cine, el disgusto para sus padres habría sido mayúsculo. Hijo de Gerald Abrams y Carol Ann Abrams, dos productores televisivos, los primeros pasos de Jeffrey Jacob se remontan a principios de los noventa cuando sirvió como guionista para filmes tan dispares como 'A propósito de Henry' ('Regarding Henry', Mike Nichols, 1991) o 'Eternamente joven' ('Forever young', Steve Miner, 1992).

Pero el cine iba a pasar pronto a un segundo plano ya que el mismo año que colaboraba con Michael Bay en 'Armageddon' (id, 1998) la caja tonta llamaría a su puerta con 'Felicity' (id, 1998-2002) una cabecera de bastante aceptación a la que seguirían títulos como 'Alias' (id, 2001-2006), la magnífica 'Perdidos' (id, 2004-2010) o 'Fringe' (id, 2008-2013) por citar aquellas que mejor han definido sus capacidades como co-creador, productor, guionista y director.

Con ese currículo, estaba claro que el séptimo arte iba a volver a requerir de su talento llegado el momento, y sería la Paramount la que, en 2005, le daría la oportunidad de oro de empezar a labrarse su actual reputación con 'Misión imposible III' ('Mission: impossible III', 2006) la mejor entrega de las aventuras de Ethan Hunt hasta la fecha y primera piedra sobre la que después se apoyarían 'Star Trek', la magistral 'Super 8' (id, 2011) y esta 'Star Trek: en la oscuridad' ('Star Trek: Into Darkness', 2013) que se estrena el próximo viernes 5 de julio.

Tan clave es la posición que Abrams ostenta actualmente en la industria norteamericana que, si bien resultaba epatante, el anuncio de que sería él el encargado de firmar la primera entrega de la nueva encarnación de 'Star Wars' bajo el manto de Disney no era más que lógica bien aplicada por parte de Lucasfilm y la compañía de Mickey Mouse. Y la pregunta obvia que queda en el aire es que si con la saga trekker ha sido capaz de rubricar dos filmes impecables, ¿qué no hará en esa galaxia muy, muy lejana?

El reparto

Como decía más arriba, 'Star Trek: en la oscuridad' cuenta, en los papeles de la tripulación del Enterprise, con el mismo grupo de actores que hace cuatro años nos hicieron olvidar de un plumazo a William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley y compañía. A la cabeza de los mismos, Chris Pine y Zachary Quinto como el capitán Kirk y el comandante Spock. En los cuatro años que han transcurrido desde 'Star Trek', ninguno de los dos se ha prodigado mucho, y si del primero al menos podemos destacar un estreno en la gran pantalla, 'Imparable' ('Unstoppable', Tony Scott, 2010), del segundo lo único relevante ha sido su participación en las dos temporadas emitidas hasta ahora de 'American ~~History Horror~~Horror Story'.

Por lo que respecta al resto de intérpretes de la primera parte, hay de todo un poco. De un lado están los que han dedicado poco tiempo a esto de ponerse delante de una cámara, caso de John Cho, que de las tres producciones en las que ha intervenido sólo en una ha contado con protagonismo principal, la muy olvidable 'A Very Harold & Kumar Christmas' (id, Todd Strauss-Schulson, 2011), apareciendo por ejemplo como secundario en el infumable remake de 'Desafío total' ('Total Recall', Len Wiseman, 2012).

Del otro lado encontramos a aquellos que no han parado como Zoe Saldana —con siete estrenos entre 2009 y 2013— y, en medio, los tres restantes: un Karl Urban que el pasado 2012 demostraba que para ser 'Dredd' (id, Pete Travis, 2012) no hacía falta quitarse el casco, un Simon Pegg que tiene pendiente de estreno la esperadísima 'Bienvenidos al fin del mundo' ('The World's End', Edgar Wright, 2013) y un Anton Yelchin al que pudimos ver enfrentado a Colin Farrell en el simpático remake de 'Noche de miedo' ('Fright Night', Craig Gillespie, 2011).

Entre la caras nuevas que encontraremos en esta segunda parte se incluyen las del veterano Peter Weller o la atractiva Alice Eve, pero, como comentaba al comienzo, la que realmente ha levantado pasiones antes y después del estreno ha sido la de Benedict Cumberbatch como el villano de la función, John Harrison, una elección genial por parte de Abrams que ha sido aplaudida ampliamente como lo mejor del filme, algo que podremos comprobar en menos de una semana.