La Walt Disney no sólo se dedica a realizar películas de dibujos animados, campo en el que por cierto han sido derrotados hace ya tiempo. También realizan películas de imagen real, y que suelen estar destinadas para toda la familia. Su época de mayor esplendor fue allá por los años 60, cuando realizaban film sobre Herbie, 'La Bruja Novata', y alguna que otra comedia juvenil, donde mira tú por donde, aparecía un jovencísimo Kurt Russell. No eran obras maestras, tampoco necesitaban serlo, peró sí eran productos de entretenimiento muy dignos. Recomiendo el visionado de alguna de ellas, sobre todo si está dirigida por Robert Stevenson, que era uno de los habituales de la casa. Son películas perfectas para volver a ser niños, y soñar un poco. 'Sky High' hereda algo de aquellas producciones, no mucho, pero sí lo suficiente como para pasar un buen rato.
Will es el hijo de The Commander y Jetstream, la pareja de superhéroes más famosa del mundo. Ahora, que está creciendo, deberá ir a una escuela para superhéroes donde deberá desarrollar sus superpoderes, si es que los tiene. Nada más entrar en dicha escuela, se preocupará por partida doble. Por un lado no quiere defraudar a sus padres, quienes esperan mucho de él, y por otro lado hará su primer enemigo, cuando se encuentre con el hijo de uno de los supervillanos que The Commander metió en la cárcel.
Ese es el punto de partida de una película que, ya desde el principio no se toma en serio a sí misma. Es plenamente consciente de lo qué está contando, y lo ofrece, sin ningún tipo de prejuicios al espectador. Un espectador, que con un mínimo de complicidad, disfrutará de un film cuyas pretensiones no van más allá de querer entretener. Claro que esas podrían ser las intenciones de todo largometraje de estas características. Entonces ¿qué le hace mejor que otras? Tampoco voy a decir que la película sea una maravilla ni nada por el estilo, pero lo que sí está claro es que está muy por encima de la media de todas las producciones destinadas al público juvenil, cosa que desde luego es de agradecer.
Para empezar tenemos un reparto totalmente entregado con sus respectivos papeles. Absolutamente ninguno desentona, ni está exagerado o fuera de lugar, partiendo de la base de que la película ya es exagerada en sí misma. Yo destacaría la labor de dos de los principales. Para empezar, Michael Angarano, que está totalmente convincente como ese chaval que duda de sus poderes, y tiene poca confianza en sí mismo, confianza que irá ganando según avanza la acción, y la amistad, el amor y ciertos valores salen a su paso.
Y cómo no, Kurt Russell, que aunque sale poco, se ve que se lo ha pasado en grande dando vida a The Commander, un superhéroe perfecto donde los haya. Russell está realmente simpático en dicho personaje, y demuestra una vez más que es uno de los actores con más carsima de su generación. Es una pena que no se le haya reconocido como se merece. Aunque resulte paradójico, este tipo de productos no ayudarán a ello, ya que muchos no verán las cualidades de una película pequeña, pero muy simpática. Mucho me temo que a Russell le importa más bien poco, y hace bien.
Mike Mitchell, el director del evento, no realiza ninguna maravilla como director, pero sí es capaz de imprimirle un ritmo acertado, y ofrecernos una historia, que necesita de la complicidad del espectador, sin tapujos, que es lo que es. Un mero divertimento hecho para que se disfrute lo máximo posible. Evidentemente, el film tiene bastantes cosas que no están aprovechadas, o que simplemente no funcionan, como un montón de convencionalismos en su argumento. Pero su falta de pretensiones la hacen disfrutable. Además, uno se lo pasa en grande reconociendo todas las referencias al cine fantástico de los últimos 25 años. Desde 'Los Goonies' hasta 'Harry Potter', pasando por 'Los Increíbles' o 'X-Men'.
Una película pasable, de usar y tirar, pero con un mínimo de dignidad.