He de decir que no he visto ni un solo episodio de la serie 'Firefly', aunque después de ver la película es una de mis prioridades. Esta serie fué cancelada en el transcurso de su única temporada, por la popia cadena de televisión, la Fox, al no tener los niveles de audiencia deseados. Su creador, Joss Whedon, creyendo firmemente en su proyecto luchó por llevarla al Cine, ayudado por el enorme éxito de ventas en dvd de una serie que ya es de culto. Y yo lo celebro, porque el resultado es una de las películas de Ciencia Ficción más originales y divertidas de los útlimos años.
El film narra las aventuras de una nave espacial, la Serenity, con su capitán y la tripulación, y que en uno de sus viajes recogen a un médico y su hermana telepática con enormes poderes, lo que les traerá problemas. No sé si el argumento tiene relación con la serie, supongo que sí, pero aunque haya cosas que se nos escapan a ciertos espectadores, eso no impide disfrutar de una película enérgica y con una capacidad para el entretenimiento increíble.
El arranque es sencillamente impresionante, diez minutos frenéticos con una sorpresa tras otra para luego, durante dos horas, llevarnos por dónde esa nave viaja, acompañando a los personajes en sus aventuras. Y he aquí el mayor defecto del film: los personajes no están nada dibujados, son estereotipos muy pobres y no hay ninguno con el que el espectador conecte, aunque eso sí, están lejos de los convencionalismos para adolescentes de hoy en día.
Y es que el verdadero protagonista de la función es su director, Joss Whedon, que sorprende a propios y extraños con su increíble capacidad para narrar, dotando al film de un ritmo perfecto. Incluso se permite el lujo de jugar con la cámara, realizando planos secuencia muy cuidados y nada gratuitos, que apoyan un excelente guión, lleno de ideas geniales.
Yo por mi parte, me llevé una sorpresa al descubrir que tanto buen hacer está excelentemente fotografiado por el gran Jack Green, colaborador habitual hasta hace poco de Clint Eastwood, que es un genio en la fotografía de escenas oscuras, y aquí hay algunas.
Aparte del problema sobre los personajes que cité antes, algo que también le achacaría es que en su clímax final, con acciones paralelas, alguna tiene más interés que otra, provocando cierta descompensación. Y también que le falta algo para llegar a ser grande. No importa, es una buena película cuya espectacularidad no tiene nada que envidiar a 'Star Wars'. De hecho, los efectos especiales son absolutamente excelentes, no dejándose avasallar por técnicas digitales, siendo mucho más verosímiles que los de la reciente saga galáctica. Tiembla Lucas, como a Whedon le den tus presupuestos y tu libertad, tu reino puede empezar a tambalerase.